De la obra reciente de Francisco Basallote
Francisco
Basallote acaba de ver publicado su libro La sombra de Euclides, ganador del
Premio Internacional de Poesía “Soledad Sonora”, convocado por Spanish
Professionals in America, Inc.-ALDEEU (Asociación de Licenciados y Doctores en
EEUU). Poco antes, habían visto la luz Indagación del alba, galardonado con el
XIV Premio de Poesía “Paco Mollá, y Gotas de lluvia.
El
poeta, profesional de la arquitectura y natural de ese enclave privilegiado que
es Vejer de la Frontera,
ha encontrado en la cal, los volúmenes y la luz el contexto ideal de una
poética que, partiendo de la magia vejeriega y la rara hermosura de su entorno,
ha logrado crear una metafísica para explicar el mundo, las incógnitas de la
vida y la propia poesía, dando la espalda al tópico paisajístico, reemplazado
en el texto por la mirada interior de Basallote, igualmente capaz de eternizar
el instante que nos regala la naturaleza, a través de sus haiku, disciplina
poética e intelectual en la que es consumado maestro.
Domingo
F. Faílde entrevista al autor, que revela muchas claves de los libros citados
en segundo y tercer lugar y su propio proceso creativo.
.
Francisco Basallote:
luz y volumen de la palabra
A la hora de publicar esta
entrevista, un mes más tarde de lo previsto, Indagación del alba y Gotas
de lluvia ya no son los dos últimos libros de Francisco Basallote, que
acaba de poner en las librerías La sombra
de Euclides, de la mano del Premio Internacional de Poesía "Soledad
Sonora”, que convoca la ALDEEU
(Asociación de Licenciados y Doctores en Estados Unidos). Habrá que entrar en
él más adelante, porque las preguntas que siguen y sus correspondientes
respuestas giran en torno a los citados en primer y segundo lugar, distinguido
el primero con el XIV Premio de Poesía “Paco Mollá”. Gotas de lluvia es, en esencia, un homenaje al haiku y su visión de
la naturaleza, en tanto Indagación del
alba incide en la metafísica característica del autor.
Que algo tendrá
el agua cuando la bendicen es antiguo refrán que, en este caso, refrenda con su
obra Francisco Basallote. El poeta, profesional de la arquitectura y natural de
ese enclave privilegiado que es Vejer de la Frontera, ha encontrado en la cal, los volúmenes
y la luz el contexto ideal de una poética que, partiendo de la magia vejeriega
y la rara hermosura de su entorno, ha logrado crear una metafísica para
explicar el mundo, las incógnitas de la vida y la propia poesía, dando la
espalda al tópico paisajístico, reemplazado en el texto por la mirada interior
de Basallote, igualmente capaz de eternizar el instante que nos regala la
naturaleza, a través de sus haiku, disciplina poética e intelectual en la que
es consumado maestro.
La entrevista
que generosamente nos concedió revela muchas claves de los citados libros y aun
del proceso creativo de uno de los autores más personales, hondos y brillantes
de este primer tramo del siglo XXI.
- De lo particular a lo universal, de la cal y la luz vejeriegas a la arquitectura del cosmos, ¿cómo explicar este proceso estético al lector de hoy en día?
- Toda poética es un río de agua viva
que procede de un manantial fecundo. En mi caso ese hontanar me vino dado desde
el principio del tiempo: el deslumbramiento estaba en mí, ese hallazgo en la
carne y en la piedra se me había concedido como una plataforma desde la que a
la vez de servirme las perspectivas de un mundo permitieron en la búsqueda
constante acercarme a ese espacio infinito donde la belleza y la verdad existen
como lejanas y fulgurantes estrellas, sólo acercarme…
- Pero en ese viaje se ha operado,
sin duda, una intensa depuración, ¿qué lastre se ha quedado en el camino y qué,
por el contrario, ha emergido a la luz en el poema?
- Creo que a lo largo de este
proceso, la emoción creadora ha perdido la consistencia del ego, y ha sublimado
la cosmogónica , el grito plural del mundo, de su luz, se ha afinado la
búsqueda en lo estrictamente elemental , en la estructura cristalina de la
pureza.
- ¿Qué papel desempeña el lenguaje en
la construcción de su obra?
- De todos es sabido el significado que tiene para mí el signo,
ese misterioso gesto de la luz del hombre
capaz de sintetizar sus mundos en el alarido de un trazo y como su articulación
puede simular telúricamente el nacimiento de un mundo. El poder del signo es el
triunfo de la palabra que en mi caso viene concebida dentro de una matriz de
austeridad y de plástica.
- ¿Podemos, pues, decir que la suya es una obra total?
- Nada hay culminado en el mundo y
mucho menos en el mundo interior de una poética como la mía hecha día a día de
pequeños deslumbramientos, estoy como el monje zen en un camino que es nuevo
cada día, que cada hora le aporta un nuevo descubrimiento y sobre todo el
conocimiento de la inabarcable, tras el horizonte inaprensible de la noche.
- En sus últimos libros, me parece
observar que el silencio, con su muda elocuencia, adquiere un certero
protagonismo, ¿es verdad? ¿Qué nos dice el silencio en la poesía de Francisco
Basallote?
- Desde mis primeros poemas he
querido dejar un espacio al lector, que sea él el que termine el poema. Poco a
poco ese hábito ha ido tramando silencios que no han sido sino llamadas a la
sugerencia, a la inmersión emotiva. Este
silencio, además de modular la música
interior aportando los acordes precisos para su mejor sonido, es la vía
hacia la culminación lectora del poema .
- Usted es arquitecto. Entre la
construcción de un edificio y la edificación del conocimiento a través del
poema, ¿qué semejanzas y diferencias hay?
- Todo lo que sea elevar un corpus
material o conceptual tiene las semejanzas con la constante creación del mundo.
El hombre construye –en muchas, demasiadas, ocasiones destruye- en un juego inmaduro de emulación a los
dioses, en el que a veces consigue hitos importantes, que permanecen en el
espejo de su propia soberbia. Desde esos postulados, no hay diferencia entre
ambas construcciones. Ni tampoco por lo que suponen una especie de
usurpación de pequeñas parcelas a los
dioses.
- ¿Pesa mucho la técnica en su
poesía?
- Todo lo que sea una carga sobra en
poesía, que para mi ha de ser clara y sencilla, permitir que el agua corra
cristalina entre sus versos, por lo que toda represa o contención es
perjudicial para la fluidez de su
mensaje. No quiero con ello desdeñar la métrica, entre otras técnicas,
pues es para mí fundamental, la ajustada combinación de versos imparisílabos me
concede la música necesaria para acompañar
con su medida la emoción del poema.
- Indagación
del alba, un libro que Octavio Paz habría definido como difícil, nos llega de la mano de un
importante premio, lo que, en tiempos de penuria literaria, no deja de resultar
sorprendente y, a la vez, esperanzador, ¿qué deslumbró al jurado, en su opinión?
- Creo que fundamentalmente su
diferencia, su esencia completamente ajena a lo usual en los Premios de Poesía,
ello unido a la libertad del Jurado, -ya
entiendes a qué libertad me refiero- y a la ausencia de intereses ajenos
a la libertad creadora de los
patrocinadores , lo que de alguna manera nos ha de alegrar en este mundo de
composiciones de intereses permitió que
este libro adquiriese ese premio. Sin
vanagloria he de decirte que muchos de mis libros han sido premiados por su
matiz diferenciador.
- Después de su poética indagación,
¿qué ha encontrado en el alba?
- Te contestaría con palabras de José Emilio Pacheco: Lo único que de verdad es nuestro es el día que
comienza, en ese instante está la verdad
generatriz , lo sugerente , lo nuevo, los matices de la luz, la claridad
precisa y sobre todo la determinación del camino, la apertura de la senda, la incitación a la continuación
interminable de la búsqueda…
- ¿Prosa poética o poema en prosa?
- Son dos cosas completamente
distintas: En la prosa poética el poeta
sin perder su condición se vierte en el
suceso, hay un núcleo ocurrencial, unas vivencias derramadas, una emoción
expansiva, un texto, una correlación de experiencias. Mientras, el poema en prosa es poesía sometida a una forma, la forma de
la libertad, no del verso libre sino del verso- verso, para convertirlo en
verso –párrafo. Yo prefiero el poema en prosa.
- En la misma espiral de densidad
expresiva, nos llega Gotas de lluvia, un precioso cuaderno que, por su apego a
la naturaleza y a lo instantáneo, diríase tributario de haiku, un género en el
que Basallote es maestro indiscutible…
- No solo es tributario del haiku, a
quien debe su nombre sino que es un
homenaje al haiku, esa pequeña estrofa japonesa a la que he dedicado mucho
tiempo y que ha dado tantas cosas a mi
poesía: medida, intuición, extroversión, presencia de la naturaleza y
sugerencia entre otras, no siendo la última el aprendizaje de una cierta
disciplina interior, propia de un “aprendiz de haijin” como en realidad me
considero.
- Ignoro a donde voy, intento como ese monje
budista y desde la única propiedad del alba, seguir el camino que entonces se me abre y construir en esa
sucesión de instantes que es la vida lo
mejor posible lo que me sea dado escribir,
hasta el horizonte inalcanzable de la perfección.
- Y, volviendo a lo general, ¿hay un futuro para la poesía?
- Creo que si, el mundo esta necesitado de
parámetros morales y la poesía constituye uno de los elementos paradigmáticos
en la construcción de un necesario mundo nuevo, ahí en ese lúgubre futuro es
determinantemente necesaria la poesía, para poner delante del pueblo horizontes
luminosos, versos como lábaros de una masa esperanzada que camina al futuro
sobre la putrefacción de este presente.
- ¿Son compatibles
ética y estética?
- Sí,
completamente compatibles. Lo corrupto es antiéstetico ab initio, nada hay menos
estético que esa cultura de la corrupción que el sistema ha establecido en
nuestro mundo, ya que desde su origen rompe con los principios apolíneos de lo
ético. Pero en un mundo donde la ética prime, la estética brillará por
naturaleza, dado que el simple funcionamiento de la sociedad desde coordenadas
de orden ético permitirá el predominio de la estética. Hoy me siento
esperanzado, pese a la invasión asoladora de los signos de la destrucción...
Quizás es que lo que necesita este mundo es su demolición para que sobre sus
ruinas crezca un orden nuevo.
©
Una entrevista de Domingo F. Faílde para
El Callejón del Gato.
Jerez de la Frontera,
30 de julio de 2012
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procedencia de los mismos.
Felicidades Francisco, por tener ese alma de agua que nos muestra un mar de palabras cuya inmensidad llena tantos vacios mundanos.
ResponderEliminarMe ha encantado mojarme.
Muchas gracias a ti, gracias dobles: por visitar este lugar recogido y que intenta ser apacible en estos tiempos de desolación , y en segundo lugar por esas palabras que traen un viento agradable, la brisa de las palabras...
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