RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES
"LA BAÑERA DE ULISES"
DE MERCEDES ESCOLANO
LA INMARCESIBLE EDAD DEL MAR GOZANTE
SOBRE "LA
BAÑERA DE ULISES" DE MERCEDES ESCOLANO.
EH. EDITORES. JEREZ, 2008
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Mercedes Escolano (Cádiz, 1964), aparece en
el panorama lírico en pleno boom de las mujeres poetas y de la mano de Ramón
Buenaventura y su Antología Diosas Blancas (1985). Sólo tenía
publicado su libro Marejada (1982); pero fue suficiente para ser izada
sobre el mármol de los pedestales de ese importante templo poético-mediático y,
lo que tiene mérito personal, demostrar con su obra posterior que no fue
capricho de antólogo.
Para quien ha nacido en Cádiz sentir los
ecos profundos de la
Atlántida en su corazón junto al voluble carácter del mar , constante
en su periodicidad de marea; pero imprevisible en goces inesperados de luces y
de sombras, de formas y de sueños, de esperanzadas bienvenidas a los galeones o
arriesgadas defensas en barbacanas de luz, hablar del mar, de su enigmático
secreto, sólo es como abrir el corazón al viento o mirar desde la
balaustrada de la
Alameda, como dice Pilar Paz Pasamar en el prólogo de este
libro: ¿A dónde mira, cuando una mujer se asoma al mar y qué ve en él…?,
para descifrarnos mediante el poema sus signos…
Consta la Bañera de Ulises de cuatro partes: En la
primera de idéntico nombre, constituido por un solo poema, donde el mar es una
totalidad vital, más que símbolo, carne poética. Las tres siguientes partes: Felina
calma y oleaje, Islas y Fascinación del Atlántico, son selecciones de las
obras de igual nombre publicadas por la autora en 1986, 2002 y 2007
respectivamente. La Bañera de Ulises es
un profundo poema de amor, en el que “El mar late despacio sin rumbo/…/
Flexible, tibio, rumoroso es/ su vientre…/../ Baten sus olas en mis piernas,
frenándose./Viene hacia mí, animal lascivo y sediento/ …/ agua eres y en agua
te disuelves./.../ ¡qué serena el agua en tu cintura! / ../ El mar: melena al
viento suelta, /caderas ondulantes, un cimbrear de muslos,/...piernas
atropelladas que levantan espuma,/una corriente de besos, humedad, saliva./…/
Un crujir de mástiles y jarcias llega hasta nosotros/ haciendo mas potente el
deseo…/ …/ y he sabido que el amor tenía tres vocales/ y que el ruido del mar
cabe en tu lengua…/../”Contundente identificación de los tiempos del amor
con las secuenciales etapas del mar., un espléndido poema.
De Felina calma y oleaje, citaremos
la espléndida imagen de “ la sal es cóncava como la axila/ de un niño…”, el
bello poema Aguamarina: “ Brazos como remos cruzaban las olas, urgente/ por
tu cuerpo el beso, la travesía era./ Equinoccios de sal mordían sus ojos/
dejándole ciego/ sonámbulo/ náufrago de amor y otras batallas./” y la
estrofa final de Ítaca: “ …fuera mi destino su bahía mansa: rajar / con una
almeja el seno imberbe/hincar el palisandro y mi dulzura/ nunca cerrar/ esa
herida en forma de boca./”
En Islas, hay una
intención menos cosmogónica, más individualizada, lo que antes era inmersión en
un cuerpo universal ahora es soledad, asilamiento, distancia, un arco entre el
deseo frutal y su conquista…, una cierta constancia de lo inasible. En la Islas ingrávidas
leemos: “De día, los vientos/ las dividen, multiplican sus labios./ De
noche caen al mar/ exhaustas,/ mas flotan entre niebla/ como rosas de lava.”
En Fascinación del Atlántico, hay
como una sublimación de la contemplación, análisis lindero a una honda
melancolía: “ No me ha besado./ Tan sólo ha dicho volveré/ y ha bajado la
cara / para que no viera empañados sus ojos.” dirá en Tarjeta de
embarque, mientras en Fascinación del Atlántico: “ …el
Atlántico me llama con voz confusa,/ deletrea la e undosa de mi nombre /y me
convoca…”, para preguntarse en Cádiz, baranda del mar: ¿Qué me ata a
esta tierra/ al borde del abismo?
Interesante este libro que es, a nuestro
criterio, un riguroso seguimiento de una travesía poética, cuyo destino de
luminosas certidumbres se vislumbran ya cercanas…
© F.Basallote
Publcado en Papel-Literario 19/01/2009
Interesante reseña para el libro de Mercedes Escolano López que invita a sumergirse entre las letras gaditanas que le dan cuerpo...
ResponderEliminar"Equinoccios de sal..." ¡Qué maravilla! Tienes razón, Aboro, es un libro para sumergirse en tanta belleza...
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