lunes, 7 de julio de 2014

ARTÍCULOS. UNA POESÍA COMPROMETIDA



UNA POESÍA COMPROMETIDA














No hay poeta  auténtico que no esté comprometido con su tiempo, ya dijo Mario Benedetti que “El verdadero artista es siempre comprometido...” así lo está nuestra historia rebosante de poetas comprometidos y, en general, todos los pueblos que han experimentado en su carne la represión y el desgarro y, numerosos los que sienten la agresión al hombre como propia. La problemática del mundo actual, es motivo  en toda su crudeza las relaciones entre   identidad política y  democracia a nivel global, y a nivel español incidiendo  en la fenomenología de la crisis y sus trágicas  consecuencias con la secuela de paro, recortes, degradación del bienestar y de las relaciones laborales, haciéndose voz de los lamentos de un pueblo engañado por una clase política mediocre y corrupta.. Poniendo de relieve el compromiso de la poesía con el lenguaje y la ética.




Vida y leyenda del jinete eléctrico  de Joaquín Pérez Azaústre  es un único poema en el que Redford, los personajes con fuerte impronta ética, política, que ha ido encarnando y él mismo es el motivo central del libro. El entorno de sus películas y la sociedad americana es fundamental en el libro:  “dónde estamos quién soy dicen que el virginiano…”, , “ faye dunaway clara qué casual tu violencia/ lenta y ensimismada si te apunto en el coche…”, “hoy ha muerto enmanuelle gloria a dios sylvia kristel…”, “ elia kazan vaalora ofertas laborales mientras bebe un negroni”. A veces introduce aspectos de la historia americana : “sulfatados serviles soy botones del metro delator de mccarthy” ,y de las relaciones internacionales: “ encantados de no contemplar el sputnik un idioma de pájaros agonizantes  lentos una chapa de Stalin…”      Aunque lo americano sea la columna vertebral del poemario, las referencias a España no escasean:  “…el proceso de burgos con cemento en las hojas…” acontecimientos más próximos como el pueblo indignado rodeando el Congreso:“patroclo sin jubón acampa ante el congreso” o  “ como va disentir   ninguna eternidad de su esquiva hipoteca/ vamos a rodear el congreso a vallarlo con la fiebre añadida/ sin sanidad ni estigmas que llevarse a los ojos…” o “mientras llega al bufete tu expediente el granito/ de una ejecución hipotecaria”, imágenes de la crisis: “…ahora sabes también los derechos son caros/ y la paz la pensión lujuriosa del pobre/sanidad la justicia un adiós verdadero y cierta educación/ privatizan…” de la situación que estamos viviendo: “ …porque  todo es el  canto del hachazo en la sien/ porque todo es poesía más allá del desgarro/ poesía social por fin líbrame del cronida/ que ha querido vestir su propia intimidad salivado reptil/  de una justicia blanca que se basta a sí misma que perdona sus deudas….”o “ qué ruindad de país una constitución/ miserable del día vamos a rescatar…”, “ libertad libertad/ quién nos robó las llaves de la casa de acuario…”



José Cabrera Martos , haciendo honor a su compromiso ´con el hombre actual  escribe “Goethica”, en el que al margen de otros componentes, es patente no sólo su solidaridad sino su vivencia poética con la tragedia histórica del pueblo palestino, otro de los factores dominantes en la desestabilización del mundo actual… En ella en su poema Ética de chistera hace alusión  a la foto de las Azores: “Triada de homo sapiens/ ¿sapiens? en las Azores. / La salvación de la tierra: / No viene el anticiclón, / sí buitres sobrevolando/ Babel por bajas presiones.”  La parte denominada Casida entre dos mares y un lago, está completamente dedicada a Palestina. En su primera escena, denominada así dice: “… Hoy es de plomo mi azul y mi esperanza carencia…”. En su segunda escena Jerusalén, irónicamente precedida por la cita bíblica del Éxodo: “Si escuchareis mi voz  y observareis mi pacto, seréis para mi entre los pueblos la porción escogida ya que mía es toda la tierra.”, hace referencias  a dos fechas fatídicas para el pueblo palestino, 1967 y 2006 “1967: Ved esta herida afilada de pánico verde y abierta… Treinta/ noviembres de oasis amurallados hacia el horizonte…/…/…y en 2006 en cinema vuelve la estrella de John Wayne, el cowboy mesiánico…”  cerrando el poema con: “Todo queda en silencio: Entra en escena Pilatos”, en clara alusión a la indiferencia del mundo occidental a la masacre. Lam escena tercera, Gaza, es quizás dentro de esta poesía acerada y lacerante, un islote de lirismo, cargado de cierta nostalgia:  “ …por este cielo, que un día fue azul o eternidad para ser hoy ortiga…”  y es un fuerte grito de dolor: “Cerca del mar, a mitad de un te quiero/ se nos escapa la vida, la erótica/ entrecelada, y ahora sólo desnuda,/ tu piel,/ cae declinada no en “amor amoris” sino por copos de fósforo blanco…” Su cuarta escena Check point en Ramallah, Gaza ¿O Berlín? es una continuación de la ignominia en la que toma como metáfora una imagen de niña de puntillas  con un haz de globos sobre el muro de Cisjordania: “Pero se encuentra quiëta, grisácea, únicamente lacada en el muro macizo…”



Alvea Isabel Alvea en "Hallarme yo en el mundo", se aproxima, dentro de su poesía de la cotidianidad a la cuestión social que se cierne sobre este país en particular y sobre Europa en general. En el centro del mundo la cotidianidad se hace patente,   entonces la cocina se convierte/ en un exótico país/…”. Pero hay una faceta en esta poética de lo cotidiano que es la visión desde esa localización central de la poeta de  aspectos de lo social, en algunos poemas, que llevan el sello del alegato ético. Así sucede en el poema “ La llamada”, en el que el actualísimo problema de los desahucios toma forma en la voz de la poeta: “ …Apenas puedo oír una voz débil y temblorosa/ preguntando por una subasta./ El banco –como ocurre desde la crisis-/ se ha quedado con la casa/…”, aunque es en el profundo poema “ Reforma laboral”, donde ahonda en la realidad cotidiana de este país nuestro constituyendo un manifiesto que debía estar escrito   en   la conciencia de todos los poderes de este país: “A las tres de la madrugada/se despierta el bebé como todos los días./Tiene hambre y ganas de jugar/acostumbrado a que sus padres lo entretengan/ a cualquier hora./No renovaron el contrato a la madre/por su avanzado embarazo./“El gobierno está tomando/las medidas oportunas y necesarias.”/A su padre lo despidieron/al no incorporarse de su baja/antes del tiempo prescrito por el médico,/como le sugería su jefe  /.(una gran imprudencia en tiempos de crisis)./“España va en buena dirección.”/Está abierto el coto de caza./Solo el bebé parece contento/y sonríe./   que su enorme y profundo alegato dice mucho del compromiso social de la Poesía, que en verdad debe hallarse en el mundo, como lo hace valientemente Ana Alvea.    Poesía comprometida, poesía de denuncia de lo cotidiano: “Cerca de mi, una joven rumana/ cruza triste el paso de cebra./Empuja un carro de supermercado/ como si arrastrara el peso de su vida./ En él se amontonan todas sus pertenencias./…”  


Poeta de la cotidianidad, Carmen Ramos en su libro “Las estrellas han hallado otra forma de morir” habla de la vida diaria con un tono de escepticismo: “Ya no existen los suburbios./ Todo el mundo está confinado/ en pantallas de 15 pulgadas./…”·   o  de melancólica tristeza:    Esta tarde ha llovido/ mientras se iban cumpliendo / sus últimas horas/ y yo camino hacia casa/ en esta ciudad/ como una piel/ donde anónimo  reside mi corazón,/…”   . Escepticismo y tristeza  que se convierten en  activismo crítico ante la situación social que vive este país, porque como dice ella misma: “Para mí – como poeta, como persona, como profesional – es muy difícil separar lo que está pasando en el exterior de lo que estoy haciendo en ese momento. Y por eso no puedo escribir manteniéndome en una posición “neutra”, no puedo aislarme de lo que pasa afuera, porque eso me alimenta y yo alimento con mi postura a esa situación. Esa es mi postura.” . Y ese activismo se manifiesta  clamorosamente en su poesía: “… ¿Por qué lo llaman crisis cuando/ quieren decir estafa?/ ¿Por qué lo llaman contrato cuando/ quieren decir explotación?/…/ ¿por qué lo llaman política cuando/ quieren decir mercado?/…”, y su voz convierte en crítica la fábula de la cigarra y la hormiga: “…Y si te dicen que fui generosa,/ mienten. Lo hice por interés/…/ Yo la miro desde mi mesa de raíces de caoba,/ como va de un lado para otro, sirviéndome./ Ella y todos los que llamaron a mi puerta./ Ahora trabajan para mi,/ 5 días a la semana,/ 8 horas al día,/ con contrato, vacaciones y lealtad./ …”  o se hace  crónica lacerante de la desesperación: “ Un suicidio a diario,/ como el grano de arena que cae,/ como la gota de agua/ que horada la  roca /…”.



©F.Basallote

martes, 1 de julio de 2014

ARTÍCULOS: UNA POÉTICA DE LA CONTEMPLACIÓN



UNA POÉTICA DE  LA CONTEMPLACIÓN


“…brota el arco iris:/ entre las malvasías/ y el misterio/ de las nubes rasgadas por el aire./   Desde el pueblo he venido/ a contemplar/ la muerte luminosa de los trigos./ …

Alejandro López Andrada











 Dice Azorín de Campos de Castilla: “La característica de Machado(...) es la objetivación del poeta en el paisaje que describe(...) Hace tres siglos un poeta contemplaba el paisaje y lo describía impersonalmente...Ahora no, paisaje y sentimientos son una misma cosa; el poeta se traslada al objeto descripto, y en la manera de describirlo nos da su propio espíritu”,  y esa innovación seguida por todos los poetas del 27 llegaría a establecer en la lírica española contemporánea una relación de contemplación en la que se da la doble compenetración de poeta y mundo con una intercomunión que trasciende poéticamente.  


Susana Benet en  “La durmiente”  nos muestra un poemario de la contemplación  de la belleza más pura: “Solo yo que contemplo/ la rama, el fruto, el pájaro, / me enfrento con temor/ a la mudable vida, / a la frágil belleza.”,  en la que la poeta desea para sí: “Que el último gesto fuera/ sencillo y sosegado, ofrenda de silencio, ligero como niebla sobre el aire. /…”.  Tan sencillo, silencioso y sosegado como este hermoso discurrir por estos poemas en los que el mundo se abre a nuestro paso con su más bello presente: la de un corazón sensible a la “mínima violencia  con que un pétalo/ marchito se desprende/…


Francisco Mena Cantero en “Escrito en tierra”, tiene una   parte, volcada al exterior, al espectáculo de la Naturaleza en la que “…El día y su insistencia/ alzarán un altar para liturgia/ de quien aún siente que el tiempo/  está llegándonos de pronto.”, “…para huir, cuando el alba al exilio dulcísimo del campo/ y borrar la ciudad de su memoria.”en clara manifestación de ese canto a la felicidad de lo simple, de ese retorno a la tierra que culmina en el poema Elogio del campo, en el que  con toda su claridad dice: “Aquí las cosas/ poseen nombre propio: / árbol el árbol, luz/ la enorme claridad como enceguece; / o montaña, el latido distante de la tierra; / y amor esto de del hombre/ de consumirse en otra vida./ Aquí la eternidad se agranda…” , en una intensa emoción y goce en   “ Esta vida del pájaro y la flor/ como si no acabara nunca/ la creación del mundo.”, en la que “ Las aves –totovías,/ alondras, estorninos,/ alcaudones, zorzales…/…tienden su canto azul sobre la siembra y el mundo es diferente…”/ .Un mundo luminoso en el que “El espacio/ parece que se incendia/ forjándose en la luz…”


En “Itálica revivida”, Francisco Vélez, se detiene   en el mundo sensorial de la vieja ciudad romana , y Roma se transforma en su imagen, Itálica sentida y vivida , desde “…el ruiseñor cantando/ a Venus su amor diario”  al recuerdo de un tiempo: “En estas calles fue posible escuchar/ amor y odio, las risas y las lágrimas/…/también la ira desatada de los dioses…”,“…paseo recordando,/ aquel pasado en vuelto  en mármol grana…”, pasando, sensorial, en primavera por “Las amapolas,/ margaritas y lirios blancos/ coronan el Anfiteatro…”, admirando el duelo   de las diosas: “Desde su bosque Diana/Eterna a Venus contempla…” o el mosaico de los pájaros que le hace decir: “Si en esta tarde sonara la voz de Virgilio…tal vez estos pájaros levantarían el vuelo…” o la danza de la náyade, a la que pedirá: “ Huye del frío mármol de Carrara,/ baila, muestra danzarina/ tus placeres y pasiones/…”.. Llegando en su  contemplación del atardecer en el Anfiteatro a ese punto culmen en el que el poeta asume el peso del tiempo: “Es con el sol de la tarde ya inclinado/ cuando la vestidura gris del Coliseo/ asume la pátina de la historia “.


Cerca de Nagoya, en la llanura de Nobi, los ríos Kiso, Nagara e Ibi, se unen en el parque Kiso de los Tres Ríos, constituyendo un paisaje donde el tiempo se detiene en la propia contemplación de su quietud.   A esa confluencia nos conduce Ventura Camacho en su poemario “Los tres ríos de Kiso”:  “Todo lo que éramos/ lo dejamos frente a los tres ríos de Kiso/.../ Aprendíamos/ el noble arte de la elección/ y sus afluentes/…” dirá en el poema que abre el libro    y contemplando el discurrir de su agua :“La verdad, decía mi maestro frente al acantilado, / pierde todo su prestigio, /toda la admiración milenaria, / muda la piel cándida y sencilla, / cuando te deja solo, apartado, / cuando sin orilla, / nadie es más duradero que la espuma…” dirá, confrontando la aparente solidez de la piedra con la efímera duración de la espuma, símil de la vida. Hablará de la humildad del árbol, su independencia: “Porque el árbol no exige que reparemos en él/ hay que celebrar su humildad/…/ porque el mundo sin nosotros es mundo/ y nosotros sin el mundo apenas nada.”.   


Desde los albores de la humanidad la literatura está llena de viajeros que no dejan de buscarse a sí mismo en la manifestación del mundo que hallan.  Mas, ese sendero no conduce a certezas, sino al mismo corazón del hombre, así Basho, el poeta japonés conmovido por el paisaje de Shirakawa, escribió: “Imposible pasar por ahí sin que fuese tocada mi alma”. O sea, es imposible tocar las viejas piedras de las ciudades sin impregnarse de emociones, hasta el punto de que el viajero llegue a decir con Antonio Machado: “ni sé si voy conmigo a solas viajando”, es decir, me acompaña la emoción continua del camino.  Y eso es lo que hace Luís Artigue en Los lugares intactos dejar plasmadas  las emociones que las ciudades han ido dejando en su camino . Muestra    un cierto sentido del descubrimiento en las grandezas aparentes de la humanidad, como dirá en el Machu Pichu: “buena cuenta del éxito, del poder, de la vida/ y del amor eterno/da/ asomarse a las ruinas de un imperio.”o en los lugares escondidos como: “La oscuridad de una pequeña ermita/ es la de todos esos poemas que expanden el entendimiento”, en Aveiro. En Una ilusión de continuidad, dirá desde la capital del mundo: “Me siento como el árbol que se mira en un río desde que estoy en lo alto/ de Nueva York.” .Y desde las alturas del Duomo de Florencia: “…El  trémulo/ entramado de nubes. / La villa inmortal enardecida con cierta luz de ficción/ que han tomado prestada a crédito los cuadros del Cinquecento.”  Llegando  a “Jerusalén, la ciudad  cuarteada por las apropiaciones de Dios.” y terminando en Roma: “la ciudad cuya belleza aún es un edicto de alegría


A veces la contemplación es compenetración con el mundo como sucede en el poemario de Vicente Gallego “Mundo dentro del claro” Hay en todo el poemario un tono celebratorio, una especie de canto al mundo y a sus elementos: “Suavidad de este aire,/ beso audaz de la tierra,/ perdón claro del fuego,/abismo de la luz,/ murmullo de las aguas,/ ¿no ha de alzarse mi estrofa?/…”  y al mismo tiempo una clara intención de depuración poética: “ ¿Se puede con el hueso del poema/ -pelado del decir, servido en blanco- / convidar su pulpa, darlo pleno?/…”, para llegar a decir: “descárname, palabra, y abre mundos.”, como sistema de profundización en este territorio de la pureza del poema, que se ciñe al misterio de lo sencillo y de lo instantáneo, para la mejor interpretación del mundo: “En este eterno instante/ todo está comprendido, lo grueso, lo sutil,/de la cósmica noche y de su día.”. Y al mismo tiempo una comunión con él: “ Bajo la dejadez del cielo azul,/ a orillas del mar, cumplido el día,/ arena entre mis dedos, sal de amor/ en esta intimidad de la ola blanca”, tan hermosamente definida y tan contundente: “ En el pecho sufrido de la noche,/ la plata del lucero.”,  bajo el poderoso influjo  del  instante luminoso: “…Antes, antes, entero y vivo, un destello –la avispa-/ prendió fuego a los mundos.”.

©F.Basallote