sábado, 31 de mayo de 2014

LA BIBLIOTECA DE BASHIR TIENE 20.000 VISITANTES



LA BIBLIOTECA DE BASHIR  TIENE 20.000 VISITANTES

LA ENTREVISTA A CARMEN RAMOS LA PÁGINA MÁS VISITADA CON 279 LECTORES



Hemos superado el listón de los 20.000  visitantes con lo que podemos decir que este blog se ha  consolidado manteniendo incólume la filosofía que lo motivó: Difusión de la nueva literatura, de la poesía que se está haciendo y comentarios al hilo de dichas obras, al fin y al cabo difundir la poesía y la cultura en general.-

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ARTÍCULOS. LA PALABRA COMO INSTRUMENTO ESENCIAL



LA PALABRA COMO INSTRUMENTO  esencial

















Dentro del panorama poético  actual, dominado, en general, por poetas que buscan un lenguaje más coloquial para transmitir sus ideas y sentimientos, existe una poesía distinta, concebida desde otros parámetros y que tiene como figuras cercanas a Valente, Gamoneda o Blanca Varela;  una   poesía adquiere, por la integridad de su planteamiento, por la implicación metapoética, un destacado valor de profundidad estética y por ende de honestidad creadora.

Incluimos a nuestro criterio, en ella, a  Sara Castelar   (Hannover, 1975), autora de los libros El pulso, editada por E. H. y Verso a Tierra,  que obtuvo el X Premio de Poesía Ciudad de Ronda, editada por Cedma. Sara Castelar define su proceso creador de la siguiente manera:escribo porque para mí es un proceso vital y para ello necesito moverme en esos parámetros de la imagen, del lenguaje desprendido de los significados asignados”. En “Verso a TierraLa instrumentalización de la palabra como herramienta es patente:“Reptando en la palabra de algún dios indeciso…” para “Dejar el verso en tierra/ y crecer de tus manos, de tus tímpanos/ hasta el origen vivo de la escarcha…” y en la palabra está el mundo, sus elementos: “El ángel que derrama todo el mar/ ha nombrado la noche…”.  Mas en la emoción del poema está contenido el sentimiento: “ Yo te amo en el vértigo del mundo,/ con la piel traspasada por los hilos/ donde se amarra el aire con tu aire…” , sentimiento a veces sobrevenido en la memoria: “Sé que una madre te florece/ en la ternura inquieta de los dedos/ y que la noche/ es un dardo que sangra voces muertas…” , “ …Yo soy de aquel lugar que no conoces/ de aquella tierra húmeda/ que llora en los marjales/ y amenaza de muerte los recuerdos.”. Y en ese mundo donde la palabra insiste,  reivindica con ella la soledad del poeta: “Somos carne de poesía/ y estamos solos”

Si en Asignaturas del aire, (Origami, Cádiz,2012),    Carmen Sáiz  (Jerez de la Frontera 1979), elaboraba con las constantes de la poesía universal un  hermoso poemario,   conjugando una maravillosa urdimbre en cuya música latían con fuerza las asombrosas combinaciones de las eternas palabras  que traman hermosas y deslumbrantes metáforas, un resplandeciente fulgor que la habilidad creadora de la poeta ubicaba en el frontispicio de su obra. En Estado de  Conjeturas ( Vitrubio, 2013), se aproxima al mundo intentando desentrañarlo desde una posición experimental, con la palabra como instrumental esencial que se detiene como escalpelo en la cotidianidad , desentrañando los misterios del amor o del desamor  el dolor ,la soledad, la ausencia...Ha definido su poética como  …un locutorio entre el mundo y uno mismo,… en el que  “sólo el poeta acepta el sacrificio / tan vano de intentar que albergue un verso / vida, y lata, y refleje en su reverso / el rostro de una voz entre el bullicio.” Y es esa palabra hecha verso la que en este Estado de Conjeturas se abre en  El comienzo para decir: “Alguien abrió la caja de los versos/ y poetizó la tierra./ El primer poema en el mundo/ acababa de escribirse.” Y es esa palabra en su aproximación conjetural en “esa región quizás de lo probable/ donde maquina el ojo una encerrona/  y su complot de hipótesis bendice/otro golpe de estado hacia el asombro…”, la que elabora en un fino trabajo de alquimia su transformación en el oro transmutado de las metáforas que van más allá de toda semiología, directas al nítido núcleo de la belleza : “Despertó/ el hondo secretismo en el escote/ de los pámpanos, la dicha/  con voluntad de lámpara e instante/…”  o “ Levitan catedrales en tu voz/ donde posa el asombro a sus cigüeñas/…./ Ha debido colgarse de tus jarcias/ la lucidez del lirio y de los arces/..”

Incluiremos en este apartado de poetas vinculados a la palabra como instrumento esencial a Benjamin León  (La Serena, Chile,1974) autor de:“La luz de los metales”, Institución Cultural El Brocense, 2009; “Canciones para animales ciegos”, Autores Premiados,2013 XXXIII Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez.
y “Para no morir”, Turandot Ediciones, 2012..Para el poeta: “quien trabaja con la poesía, quien macera las palabras para aunar en ella los diálogos de la emoción, abre sus percepciones al todo donde se habita, a los sucesos que acaecen o transcurren, y recoge las partes de esta semilla que vinculan al mundo con el ser humano.” Para no morir es un hermoso poemario en el que su estructura descansa en dos pilares contradictorios aparentemente, aunque complementarios en la realidad: el “tempus fugit” y la memoria que tan bien describe el poeta.  El primero de ellos nos alerta de la brevedad como es el caso del primer poema del libro que nomina al poemario: “Para no morir” ; Si para no morir / formamos la palabra/ y hacemos de su pulso el cuerpo en la ceniza/a qué terrible muerte nos alzamos,/ …/ Jamás yace el poema”; pero al mismo tiempo nos propone la salvación en la palabra. Sólo en ella está la salvación y en ella está el verdadero soporte, el pilar escondido, tras tantos trampantojos.

Es decir,  revelación, convirtiendo la palabra en el instante puro, traspasando la sustancia de las palabras para con ellas en un mundo nuevo, de consolidada esencia, de persistente y constante energía construir alquímicamente una realidad más pura, en la que sea la palabra esencial hechura de la emoción, emoción misma.  

©F.Basallote



domingo, 25 de mayo de 2014

ARTÍCULOS. PINTURA Y POESÍA. El instante capturado.



PINTURA Y POESÍA. El instante capturado.













Desde la Epístola a los Pisones, en la que Horacio unía pintura y poesía, ambas artes han ido de la mano en la historia del hombre, ya que el poder de sugerencia de la poesía se acerca al poder de percepción de la pintura.   Leonardo llegó a decir que: “La pintura es poesía muda; la poesía pintura ciega.” y Wallace Stevens montó toda una teoría sobre la similitud de dichas artes, entre las que Joan Miró decía  que no existía diferencia.

 Existe en la poesía de José Emilio Pacheco una celebración del instante, no sólo como culmen sino como  fugacidad. En su poemario “No me preguntes cómo pasa el tiempo” (1969), esa fugacidad puede llegar a perdurar en la intensidad de lo vivido, así en su  poema Venus Anadiomena, por Ingres dirá: “En el cuadro rehecho sin sosiego/ tu carne perdurable es joven siempre./ El mar se hiende atónito y observa/ otra vez el milagro”. El tiempo detenido en el cuadro.













Un poemario completo dedicado a una pintura. Se trata de El triunfo de Galatea  de Javier Asiáin  que se basa en la fábula mitológica de Polifemo y Galatea reflejada en el fresco de Rafael Sanzio en la Villa Farnesina en Roma , una pintura inspirada a su vez en las Metamorfosis de Ovidio. Esta estructurado el poemario en doce Cantos, en similitud con las doce figuras del cuadro y al igual que en éste todas las perspectivas y los puntos de vista de los doce personajes confluyen en la figura central de Galatea, las líneas de los doce cantos se centran en la amada, así si en el primer Canto, dice: “ Voy  a la consumación de tu cuerpo/ como va Rafael a sus pinceles…” , estableciendo el paralelismo creativo de la pintura y la similitud de la amada con la Galatea triunfante y como en el cuadro, fuera del núcleo  de la tensión del amor no hay nada, y escribirá el amor como pintura : “ Tu pecho duerme reposando la sangre bautismal de las mañanas/ Girasol sediento encumbrado de rocío…”; “…Tus senos son el pan de la providencia…”;  “…Así he ascendido hasta el vértice perdido de los símbolos/ hasta hundir la lengua en el libro azul de los significados …”.


No un cuadro, sino una colección de pinturas, frescos, es el motivo de la primera parte del poemario  Lluvia de aljófar de Encarna León,  en el que recoge la visita a la capilla de San Antonio de la Florida en Madrid, diluvio enjoyado de desbordantes emociones, como catarata de imágenes   detenida en el juego de la luz que la mano del Sordo de Fuendetodos en mágico artificio desbordara en las cúpulas de la Capilla. Así en el poema que sirve de introducción,  dice: “Nácar tibio de ópalo/…/ tiemblan los ojos/ transidos en asombro/ por el grácil contraste/que expande de tu luz/…”   Y en Los Espejos hablaron: “Patena de silencios/ proclama la hermosura/…/Cuenco en rescoldo ofrece/ tesoros cincelados/…” ,  para  culminar la emoción en Esculpióse el arte, en “…este mar fascinante/ donde todo naufraga/…” Y todo queda detenido en los trazos que el aire retiene en el juego de su luz, tiempo embalsamado en el arco iris que la poeta recrea en el gozo de su memoria.










La poesía visual, al estilo de los  haiga japoneses en los  que imagen y texto forman un todo absoluto dentro de su sintetismo . reúne pintura y poema. Así el poemario Piel iluminada   de Rafael de Cózar ,  una obra en la que une lírica y plasticidad en hermosos poemas visuales, una forma actualizada del antiguo caligrama del siglo IV a. C , que el escritor Guillaume Apollinaire ya revitalizó a principios del siglo XX. Citaremos el poema “El tiempo, en tanto, /se diluye entre las alas de luna libélula/ ahorcada en el alambre de los cielos” , caligrafía pura sobre un fondo de figuras desprendidas de un ballet, como sombras que lentamente se deshacen en siluetas solas. La obsesión artística por el cuerpo femenino nos depara algunos poemas hermosos sobre una hermosa piel iluminada, como en “Azul ayer en tu cuerpo que no hace mucho/ me miraba con tiempo adolescente/ precisamente tú…/…”, o como un rayo de grafismos sobre un torso desnudo en: “Méretrice, écoute moi: / je dois mourir/ y quisiera doblarte por los pliegues de la vida/ romper mi brazo entre tu selva…”



 






El poemario “Según la costumbre de las olas” es un iconotexto, en el que Clara Janés y Jeraro Talens  interactúan combinando  unos textos poéticos en prosa poética con unos iconos realizados por Clara Janés . Este libro fue construyéndose paso a paso.  Del mismo modo que se ilumina un objeto olvidado me llegó un día la propuesta de diálogo por parte de Jenaro Talens. Jenaro insiste en que habla desde su vida, no desde sí mimo; se expresa pues en un terreno en progreso, en movimiento donde nada es absolutamente fijo –según la costumbre de las olas-, terreno sin embargo que sustenta un único elemento”, explica Clara Janés en una nota final al libro.  “Yo le mandaba las imágenes a Jenaro y él me remitía los textos”, recuerda la poeta y traductora. Un libro original y exquisito, un poemario dialogado en el que imagen y textos se complementan.  Una misma poesía  sincronizada por dos voces de una dilatada trayectoria poética, como un regalo visual y al mismo tiempo como insinuante música latente que se difunde en su lectura. 

©F.Basallote