jueves, 31 de enero de 2013

RESEÑAS I - POETAS ANDALUCES. Francico Mena Cantero, "Escrito en tierra"




RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES


ESCRITO EN LA TIERRA de FRANCISCO MENA CANTERO












EL LATIDO DISTANTE DE LA TIERRA
A propósito de  ESCRITO EN LA TIERRA de FRANCISCO MENA CANTERO
Ediciones Vitrubio. Madrid


Si sobre la obra anterior de Francisco Mena Cantero ( Ciudad Real, 1934), “El pájaro y su vuelo”,  decíamos en estas páginas   que extremaba hasta el límite su voz para decirnos qué le mueve, qué clave oculta descifraba, en este ESCRITO EN TIERRA, incide el poeta en lo definitorio de su poética, en un escalón más de su propia andadura  por los elementos primarios del mundo en la búsqueda interrogativa del hombre y la fragilidad de su paso, y si en el citado libro el Aire estaba tan presente en la vehemencia del vuelo, del ascesis , de la pureza cristalina de su transparencia,  en éste el otro elemento fundamental sobre el que radica toda existencia, la constancia de la realidad , la Tierra, constituye la  trama esencial  de una poesía entretejida de vida y sencillez, de profundidad y de luz, de musicalidad y ritmo, de pureza formal y absoluta claridad.

Hay en este libro una preponderancia de la memoria, lo vivido de pronto exultante en la luz, en la misma luz donde el corazón surgió la fuente primera, el gozo y el dolor de la tierra tan del hombre como su carne, y en ese retorno a lo elemental como un Beatus ille que trasciende de la elegía hasta hacerse materia fluida sobre el páramo y sobre la flor. Tiene el libro dos partes, en las que el poeta de una forma intencionada modula y fracciona su nostalgia, como escalando el tiempo de su canto en dos escenarios unidos en la emoción pero graduados en la intensidad

En la Primera Parte, volcada al exterior, al espectáculo de la Naturaleza en la que “…El día y su insistencia/ alzarán un altar para liturgia/ de quien aún siente que el tiempo/  está llegándonos de pronto.”, “…para huir, cuando el alba al exilio dulcísimo del campo/ y borrar la ciudad de su memoria.”en clara manifestación de ese canto a la felicidad de lo simple, de ese retorno a la tierra que culmina en el poema Elogio del campo, en el que  con toda su claridad dice: “Aquí las cosas/ poseen nombre propio: / árbol el árbol, luz/ la enorme claridad como enceguece; / o montaña, el latido distante de la tierra; / y amor esto de del hombre/ de consumirse en otra vida./ Aquí la eternidad se agranda…” , en una intensa emoción y goce en   “ Esta vida del pájaro y la flor/ como si no acabara nunca/ la creación del mundo.”, en la que “ Las aves –totovías,/ alondras, estorninos,/ alcaudones, zorzales…/…tienden su canto azul sobre la siembra y el mundo es diferente…”/ .Un mundo luminoso en el que “El espacio/ parece que se incendia/ forjándose en la luz…” La segunda parte, es dentro del retorno a la tierra, la vuelta a las vivencias primeras: el pueblo, la casa, el paisaje , a los que regresa el poeta en medio de una honda meditación que a veces sobrepasa la presencia material y se hace profundidad en la misma memoria que a veces se hace lacerante: “ Diría / que soy  un barco a la deriva/ un espectro en las calles de este pueblo…”, con una dificultad para identificar emociones pasadas : “ Ando por esta casa y no me encuentro…” , como no encuentra el tiempo que se fue: “ Hoy el tiempo no está./ Se ha acurrucado en el reloj/ y se esconde en la esquina de la luz…/”, mas el poeta necesita “… asirse/ a la fugacidad del tiempo, / a las míseras cosas que se dicen/ cuando uno está sentado/ al borde del camino…” y de alguna manera reconocer que “ Recordar es un goce que restaña/ las crueles heridas de los días…” para terminar con un canto de esperanza: “Aún crecen sin embargo/ las flores y la siembra”

En este hermoso poemario resuelto con el estilo característico de Francisco Mena,  con su recurso a la elementalidad de las cosas,  con esa limpieza y claridad del cristal de su visión poética en la que lo elemental trasciende  desde su desnudez de pegujal hasta los frondosos dominios de la luz.





© F.Basallote
Publicado en Papel-Literario . 20/06/2009

 


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