EL SIGNO
I
En la cintura
del primer fuego,
fue traza de la luz
el signo,
estela
del poder,
espejo
del mundo
la sierpe de su
cíngulo,
su voluptuosidad:
designio.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
EL TRAZO
I
Tan sólo senda,
deriva del azar,
delicado desliz
por el destino
al pairo de sus vientos.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
CALIGRAFÍA
I
Las alas en el pulso
bordean las volutas
del éter,
inician
el vuelo
entre los pétalos
de las rosas
y
urden en el desliz
de las enredaderas
la senda de su río.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
GEOGLIFOS DE NAZCA
Tan sólo desde el cielo
se ven,
sólo los
dioses
las vieron,
tan
sólo ellos
eran a la vez línea
recta que muere
en
el solsticio
o espiral
que
ensimisma
su duda,
pájaro
o mono, araña,
astronomía pura
en la planicie seca
donde sólo
viven los dioses
en su desierta
soledad.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
GEOGLIFOS DE ARICA
Para Jackie Zverd en Arica
I
GIGANTE DE ATACAMA
Hacerte grande
no era sino acordar
imagen al concepto.
Signo de la grandeza
de un dios
a
semejanza
de los hombres;
mas
en contraste
inmenso y poderoso.
Tu grandeza sólo es
hito especular de las ideas
de aquellos hombres
a los que tus brazos
bendicen,
todavía,
silueta agradecida.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
TASSILI
De ese paraíso perdido
quedan: el cazador
y sus hazañas,
la eternizada curva
tensa del arco
y la muerte de la gacela,
los rebaños del pastor
y las mujeres en la siembra,
que nos recuerdan
a las espigadoras de Millet,
y la altiva jirafa
de un tiempo de verdor.
Nada persiste,
tras
el leviatán,
salvo los signos.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
LAJA ALTA
Pudo el asombro
inmortalizar el instante
mágico de Melkart
al irrumpir sus naves
en el brillante azul
del mar hundido,
así en el trazo
la vela muestra
su
blancura
y los espolones
de
la proa
su decisión de abrir
el mundo más allá
de este sitio
donde
la magia
del artista convoca
en el rojo signado
el instante
para la historia.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
TAJO DE LAS FIGURAS
Danzan y danzan
alrededor del ciervo macho
las mujeres desnudas
y los hombres armados
en la magia de un rito
de fertilidad
que el falo cérvido
nos sugiere en su roja
preeminencia.
Danzan y danzan
en el ritual
más viejo de la tierra.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
CUEVA DE LA
PILETA
I
Desciendo al corazón
del hombre agradecido
a los dioses por el don
del pez cuyas escamas
fueron estrellas en el cielo
oscuro de su noche.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
CUEVA REMIGIA
I
En la valentía del alce
está el mérito de su trascendencia,
ante el arquero
el duelo exige la nobleza
que la pintura muestra,
frente al destino
cualquiera es víctima.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
ALTAMIRA
II
Toda la fuerza
del mundo en el bisonte
encogido, que tenso
entretiene el impulso
de su ferocidad.
©F.Basallote. EN EL CORAZÓN DEL SIGNO.2011
HITO
En la cima, la luz,
a sus pies la planicie
aluvial,
los
reflejos
del agua adormecida
en la paz primera,
debajo
los cantos de los montes
sueñan el tacto de unas manos,
y el bosque , en su música, acoge
los sones preludiales
de un Paraíso.
Detiene su camino
en el confín del agua,
el rito de la luz
define el ámbito
de su destino.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
TERRITORIO
Cultura de la Janda. Segundo
milenio a. C.
…
VI
Danzan y danzan
alrededor del ciervo macho
en la magia de un rito
de fertilidad
que el falo cérvido
nos sugiere en su roja
preeminencia.
Danzan y danzan
en el ritual
mas viejo de la tierra.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
VIGÍA DE BUENAVISTA
Desde su altura
pudo el asombro
inmortalizar el instante
mágico de Melkart,
al irrumpir sus naves
en la brillante plata
del mar hendido,
con las manos moldea
el icono de su magia.
Ignora que el ojo del dios
lleva la espada de su tiempo.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
TUMBAS EN LA
PIEDRA
Tumbas antropomorfas de Naveros
Excavamos la laja
a la medida de los cuerpos,
- alguien dijo que el hombre era medida de las cosas-
aquí expiarán sus pecados
antes del fuego,
luego serán un nuevo barro.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
WADI-BEKKA
“En las riberas del Wadi-Bekka, en el distrito de Sidonia”
IBN AL-QUTIYA
III
Como un alud
la muerte desde las colinas,
como cerco de fuego
las espadas ardientes
sobre la carne hundida
en la laguna.
IV
De las aguas podridas
surge el espanto
y el silencio de la muerte.
Sobre el cieno una niebla
que oculta las llaves perdidas.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
VIENTOS DE BASHIR
II
Desde las almenas sigo los devaneos del viento:
Cuando viene del sur, se estremecen las palmeras de
nostalgias.
Cuando viene del este, en mis oídos el eco de los desiertos.
Cuando viene de poniente, qué delicia el rumor de sus olas,
mas
cuando viene del Norte, en su frío acero veo la claridad del
presagio.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
POSESIÓN
Suben la cuesta
como siempre lo hicieron
los vencedores:
en nubes de soberbia
entre lanzas altivas,
revestidos de plata
en los encendidos corceles
de la ambición.
Se reparten las casas,
las huertas y las viñas,
pero Ibn Yusuf
“taló …los sembrados,
huertos, viñedos y arbolados”
y el miedo habitó entre sus muros
mientras la rica
urdimbre
aprendida de Roma
era tristeza y desolación.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
INTERMEDIO CASTELLANO
IV
Alarde manda el duque
en la llanada,
en el padrón la gente
de a caballo y de pie,
caballeros de gracia y de cuantía,
ballesteros, lanceros y peones,
todos presentes
ante el caballero del duque
y el alcalde mayor.
Mas hay quien dice :
Ya los alardes
son de dinero,
las lanzas crean herrumbre
en los rincones
y sólo competimos
en el vender.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
TIEMPO DE IMPERIOS
III
Del pegujal saliste.
Como
una caña al viento
se
quebró tu destino,
en
Yucatán,
Baltasar
de Cuadros.
Sólo
te queda el tiempo
de
dar al capitán tus memoriales
para
que la Ley cumpla
sus designios
y
en pública almoneda expongan:
“ Un vestido de paño pardo manchado de
agua salada
y el capote comido y agujereado,
una frasada listada de rreino bieja y una
espada mohossa y bieja...”
El
remate de tu vida:
sesenta
y seis pesos y un real,
menos
que el pegujal.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
CAMPO DE LEVIATANES
I
Es tiempo de tinieblas,
campo de leviatanes
y consternación, todo ha devenido
a su oscuridad mas profunda,
incertidumbre.
Nada importa el hambre ancestral
ni que el pueblo siga esperando
en este rincón de la historia,
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
INTERMEDIO INDEFINIDO
II
Del Santo al Molinero
se perdió el campo,
el territorio sacro
de Buenavista,
profanado,
no
importa
la Historia, ni el lugar,
el corto plazo:
un Carpe diem en
versión cutre.
©F.Basallote. EL CIRCULO DE BARRO. 2011
III
Alta negrura
inescrutable,
ignora el signo en las estrellas
y el latido de las constelaciones
que la ciñen,
su
ritmo
es el desorden de la noche,
la ruta ineludible
hacia la nada,
su
fin profundo.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XII
El ónice de los espejos
sólo es la pátina
donde la noche
ratifica el holocausto
de los ocasos.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XIV
Hiere la luna
tu noche con los signos
de su plata,
señuelo
para falacias
de claridad.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XVII
¡ Oh, noche!,
que a unos labios ceñidos
por el fuego de los astros
besas,
sedienta
de negrura,
y
en
el dulzor
de su profunda
oscuridad,
abres,
generosa de estrellas,
la miel de tus arcanos.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XIX
Ha tensado el arquero
la cuerda de la noche.
Lista la saeta
que cruzará las horas
tenebrosas,
en el camino
del
hueco de tu ausencia.
Ha tensado la noche
la cuerda de tu sino.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XXII
Ves las estrellas
hendidas
en la negrura
de la noche,
como hitos
de eternidad e ignoras
que sólo son fragmentos
de un tiempo prestado.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XXXIV
La tarde ofrece
néctar de lluvia,
cada cristal
un filtro de veneno
de gris nimbado
que vaticina
su naufragio
en la
negrura de la noche.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
XLVI
Ronda la noche
en cúpulas de pedrería
y zalemas de humo,
la negra dama.
Modulan los sillares
su silencio de piedra
al paso del cortejo,
como quien oye
el viento de su fin.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
LII
En el cielo lascivo
de
tu noche
serán tus brazos
el mármol de los fustes
que sostengan
la esquiva
cúpula de mis sueños.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
LIII
Y descubrió la noche
y el oculto matraz
de sus aromas
en el vértice tembloroso
del
alabastro
de su cuerpo.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
LIV
Siento como se anega
de tí la noche,
cómo,
en
tan hondo precipicio,
una voz de seda
convoca telúricamente
los pájaros ocultos
entre las ramas de su niebla.
©F.Basallote.
SOLO QUEDA LA NOCHE.2011
En su luz
septiembre era una dorada premonición de advenimientos.
En los cendales
de la niebla como gallardetes de una fiesta, jirones de azul.
Sobre los pinos
un tenue vaho de quietud redondeaba las copas como un manso cielo de cúmulos
verdes.
En la cal, las
aristas justas de la sombra sobre su carne redondeada por el tiempo,
diseccionaban las horas en su lentitud de medido compás.
Abría el tiempo
sus puertas a un misterio.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
La espada de la
luz cortaba el corazón del mediodía y del oro de la piedra saltaban esquirlas
solares.
Sobre la
blancura de la cal los azules diseños de los ángeles batían sus alas.
Tras la umbría
de los postigos, carcomido de sombras, el bosque tupido de amarguras…
Sobre salomónicas
columnas de nácar el dosel del ámbar bajo el que un adolescente sueña.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
En las alas de
las golondrinas habitaba un diseño del cielo.
En su vuelo trazaban líneas incomprendidas, en un intento vano de trazar el signo.
Mas todo estaba
dispuesto para su ejecución, en sus pergaminos el tiempo lo había previsto. Era
claro el designio.
Entre las nubes
quedó, como solía, tan sólo la incertidumbre.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Se hizo la luz
dorada en las nubes del camino. Como en los paisajes de Turner los rayos del
sol atravesaban las cúpulas inmensas de los pinos centenarios y traslucían en
los cúmulos del polvo como una luminosa aureola de nácar que envolviese a los
peregrinos.
La senda era una
aurora prolongada hasta el centro del misterio.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Te quemabas en
las dulces candelas de la noche, en el
fuego que arde en los labios incesantes del fulgor de su negrura, en los
brillos que enciende el deseo en los ojos que te deslumbran, en la cósmica
fuerza que repiten tus latidos.
Oh ¡ el fuego
veloz de los instantes sublimes de la noche.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
De amarillo
cadmio y de azul ultramar se viste la memoria con tanta luz evocada.
El mar en
julio, solitario sonido que vuelve en
sus lomos de espuma y peces que nadan orlados de estrellas de plata.
La arena,
luminosa blancura, que moldea tu cuerpo como una mano amorosa, como un cálido
abrazo de luz adherida.
Vertical, el
sol, planta las columnas de su templo de oro indestructible en el soporte del
traslúcido arquitrabe de su dominio.
En los besos de
la brisa el aliento perfumado de sal y de esencias abisales henchidas de
misterio.
En el centro de
tanta belleza, tú, imagen recordada.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
En las caderas
de agua de las náyades el ritmo de la clepsidra no nos eximía de su
voluptuosidad y en la música que el plenilunio tañía en las copas de los pinos,
las variaciones de la dicha se diluían
en un universo de color y magia que escanciábamos en las cráteras turgentes de
los labios, embriagados de luz, felices dioses de una efímera edad dorada.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Lenta, la marea,
al bajar va desnudando las rocas como desvestimos el dorso que amamos en el
deleite de la candencia de su tiempo.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Cuerpo solo,
abandonado en las profundidades de su alma, como estatua yacente sobre la
arena.
Qué buscas en ti
que esta claridad no te alcanza, qué incertidumbre que estos labios suaves de
sal en su beso no deshagan.
Qué deseo que
tan luminosos dioses no te cedan.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Como en un
vaporoso y dorado paisaje de Turner, así la niebla del recuerdo.
Fundidos sus
grises en cúmulos de amarillo de Nápoles, en sus heridas traspasan los débiles
rayos de un tímido sol ante la incertidumbre del océano traslúcido de la
mañana.
En las perlas de
tu dorso, sus lágrimas de agua.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
Dónde están
aquellos cuerpos dorados, hijos de un sol amante en cuyos brazos lucían
esplendorosos, plenos de luz, dioses
tangibles con pedestales de sombra, ágiles atletas en el circo presidido por su
alto cenit.
Dónde, aquellos
cuerpos ceñidos al mar y al viento, mecidos entre olas de amor y espuma, ágiles
rayos en la oscuridad de su verde
secreto .
Dónde, aquellos
cuerpos hendidos de luna llena en la premura iniciática de los ritos
ancestrales.
Dónde, dónde se
fue ese tiempo cuya voz de cristal azul el aire, vacío, nos trae.
© F.BASALLOTE.
INDAGACIÓN DEL ALBA. 2011
U
|
na
vez más te has perdido en los extraños laberintos de tu sino
y
vuelves a culpar a los vientos y al timonel,
a
tan blanda y dócil arboladura
o
a
la aguja de marear;
mas
no a ti, piloto sin derrotero.
En
el corazón llevas la quiebra de tu singladura,
el
desvío de tu derrota,
la
locura de la mar arbolada
y
el mismo núcleo del huracán,
la incertidumbre en que naufragas,
triste
navío sin destino.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
S
|
ortilegio
de las cartas
es
magia de sus líneas,
la
trama donde se pierde
el
bauprés de la ventura,
laberinto
de sus cruces
son
los signos de derrota,
artilugios
simulados
para
confusión del viento
y
de su rosa, del arte
de
marear y de su norte.
Sobre
ellas el ágil trazo
azul
del derrotero
y
en el arco del compás
la
constancia de la duda.
Sortilegio
de las cartas
es
el destino del viento.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
E
|
n
su luz el alba era una dorada premonición de advenimientos.
En
los cendales de la niebla como gallardetes, jirones dorados.
Sobre
las olas un tenue vaho de espuma redondeaba sus crestas como cúpulas de
cielo de estío.
En
el timón, las aristas justas de la sombra de los palos diseccionaban las horas
en su lentitud de medido compás.
Abría
el tiempo sus puertas a un misterio.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
L
|
os
blasones decrépitos
y
las banderas desoladas
ornaban
los celajes de la niebla
como
hitos de tristeza.
De
humo y nada
tu
derrotero
En
la tarima,
como
armas herrumbrosas,
los
himnos y los poemas.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
S
|
eguías
al sol, en su sombra
te
alzabas como un dios menor
aureolado
de ámbar.
En
los matices dorados
de las tardes el aire transmutaba
en una cábala los signos
ocultos
de su magia.
El
mar te abría sus caminos como una amante
que
acogiera tus designios.
Hacia
donde el azar te lleve,
allí
tu sitio al viento del destino.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
E
|
n
el alba de los tiempos todo eran tules de brisas,
goletas
henchidas en el pecho altivo,
arboladuras
de nácar y azúcar,
trinquetes
y masteleros de palisandro,
de júcaro y
caoba la carena,
cuadernas
y quilla de palocampeche,
oro
en el índice del bauprés
cazador de soles recién nacidos,
ausencia
de celajes en la transparencia del aire de claridad de plata.
Gozo
es el recuerdo del arribo a la
primera luz amanecida.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
G
|
rabado
en los sillares de los muelles de los puertos el signo de tu paso
el
anagrama de la estirpe del azar
bajo
la verdina de las algas de los días,
de
su rutina liminal de mar ,
símbolo
oculto de viejas escalas
de
antiguas ocupaciones de amor y desencuentros,
de
brújulas imantadas por nortes imposibles,
de
negocios con impávidos espejos
que
te devuelven con creces el interés de tus perdiciones,
la
interminable ruina de los naufragios,
inconstante
Erato.
©
F.Basallote. AGUJA DE MAREAR. 2011
Todo se ha detenido
en su ensimismamiento,
en los rosales de cristal
de hielo apenas el rojo
fruto es un estallido
inútil en el centro
oscuro del parterre
como una voz extrema
que quisiera dejar
constancia de los pétalos
cedidos al imperio
de su belleza.
Todo está quieto
esta tarde de invierno
salvo el tiempo que nos engaña
en el terciopelo del musgo
y en las briznas perladas
de la hierba, mientras late
en el débil reloj de nuestro pulso.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Tras los cristales
palpo la niebla,
tan inmediata nube
derrama en mi alféizar
sendas de incertidumbre,
en su masa sin fin
el triunfo del reducto,
tan próxima presencia
liminar, el círculo gris
de su agobiante sima,
tan inmediata nube.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Extraño esta luz tenue
tamizada por la neblina
que viste de gris serio,
casi fúnebre, mi mundo.
Qué pasa con el cielo azul
que queda allá tras ese manto
liminar que cercena el horizonte.
Como sombras de un tiempo
erramos por este ámbito
en busca de los hilos
de la luz, de la urdimbre
de su trama, sustituida
por este magma gris
donde la claridad
es un concepto físico
no el privilegio de la luz,
el sortilegio de sus rayos.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
No sé cuando saldré
de esta cárcel nubosa
a la que me confina
el invierno,
la
luz
filtrada por un cielo
gris,
espeso,
opresivo
que día a día se abre
en mi ventana como
un repetido cuadro
de Turner,
sólo
niebla.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Y he de volver
a mirar hacia el tiempo
que se esconde en espacios
remotos, en los ámbitos
dispersos del olvido
cuando un dolor se cierne
tan cercano como piedra
que palpabas,
como
agua
que pulía,
corriente,
la jabaluna de esas
cuestas que ahora bajas
mirando en ti,
aquel
tiempo.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Ésta es la misma lluvia
de aquellos días,
con igual persistencia
que la que nos humedecía
bajo los canalones
los huesos y el cartón
de los zapatos,
tras resumirse en las paredes
de la cocina
y hacerlas llorar de ocre.
Es igual su ruido en la noche
cuando encogidos
bajo un querido pañolón
la oíamos caer bajo los arcos.
Lo mismo suena
en la memoria,
tan persistente lluvia.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Tiene el vendaval
otra fuerza:
la
de vencer
al tiempo, en él memoria
y cántico,
rumores
de bosques olvidados,
espuma de las horas
entre los dedos…
Tan palpable temblor
en la noche,
rugido
de la bestia en la sangre
renovada,
siempre
la fuerza
del vendaval,
evocación,
victoria.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Un día más
de este pluvioso invierno
oigo en los cristales la lluvia
que viene de poniente,
su conocida música
me despierta otro día
y me hace recordar
- no sé porqué todo el recuerdo
son días eternos de lluvia-
largos inviernos tristes
de lluvia y niebla.
Un día más,
un niño con un abrigo gris
saltando en la memoria.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Como marea sube
lenta la tarde
o baja,
de un
oscuro
destino en el espacio
o en el tiempo,
nos envuelve,
sutil,
en la trama de seda
de sus hilos de araña,
siempre igual,
veleidosa
ramera,
en
la dulzura
de su entrega el oculto
signo de la premonición.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Quién rasgará la seda
oscura que te envuelve,
qué mano poderosa,
qué cuchillo de luz
hendirá las volutas
de ese cuerpo de niebla,
de ese negro arquitrabe
de excelsa incertidumbre
en que te eriges, vana
ubicuidad de sombras,
en las altas cimeras
donde nace el olvido.
Quién, qué arcángel fluyente
de espadas encendidas
descenderá a tu seno
de sellados vitrales
para descifrar signos
y cábalas ocultas
en los altos linderos
donde el tiempo culmina
la sed de su vorágine.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
Palpo la noche,
qué extraña sensación
el vacío del tacto,
la desconcertada memoria
de la luz,
y
el hallazgo
en su cárcava oscura
de la raíz de la nada,
del verbo cercenado
y el dolor de magnolia
herida en los senderos
ocultos del poema
que nunca escribirás.
©F.Basallote. GOTAS
DE LLUVIA.2012
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