RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ESPAÑOLES
LOS LUGARES INTACTOS de
LUIS ARTIGUE
LAS VERDADES
INTANGIBLES
Sobre LOS LUGARES INTACTOS de LUIS
ARTIGUE
Premio “Arcipreste de Hita” 2008
PRE-TEXTOS. Valencia, 2009
Luis Artigue (León, 1974) es uno de los poetas leoneses más
conocidos, que hace gozosa manifestación
de su procedencia y reconocimiento de sus raíces poéticas, así dice: “León es mi contexto y los poetas leoneses mi
cimiento”. Así este discípulo de Crémer, Gamoneda, Colinas, Mestre y tantos
otros , que escribe también prosa, ha
seguido los pasos de algunos de ellos como Colinas y escribe
un poemario de viaje, no en la búsqueda de aventuras sino en la busca
continuada del poeta: la de sí mismo.
Desde los albores de la humanidad la literatura está llena de viajeros
que no dejan de buscarse a sí mismo en la manifestación del mundo que hallan.
Desde el Poema de Gilgamesh, hasta el Ulises de Joyce pasando por la Odisea o la Eneida,
el Libro de las maravillas de Marco
Polo, la Divina Comedia,
o el Quijote, el universo poético no
es sino un continuo sendero por donde el poeta –es decir el hombre- ejerce la
inacabable tarea de intentar encontrarse.
Mas, ese sendero no conduce a certezas, sino al mismo corazón
del hombre, así Basho, el poeta japonés conmovido por el paisaje de Shirakawa,
escribió: “Imposible pasar por ahí sin
que fuese tocada mi alma”. O sea, es imposible tocar las viejas piedras de
las ciudades sin impregnarse de emociones, hasta el punto de que el viajero
llegue a decir con Antonio Machado: “ni
sé si voy conmigo a solas viajando”, es decir, me acompaña la emoción
continua del camino.
Los lugares intactos son las emociones que las ciudades han
ido dejando en el camino de este joven poeta y que quedan en el poema como
destilación de una experiencia similar a la de la vida y el amor…sendero que
incide en los íntimos resortes del corazón.
Consta el libro de tres partes: Hallazgos de perdidizo, Una ilusión de continuidad y Todo tránsito, precedidas de un poema introductorio:
Una ciudad o un estuche en el que
acomodar tu corazón y el resto de mis joyas, dedicado a Oporto íntimamente
unido a su poesía y en cierto modo a
definir la obra: “Este poema/ escrito con
letra de borracho en el reverso de un mapa/ para saber de dónde vengo/ además/
de saber ir.”
En la primera parte se manifiesta un cierto sentido del
descubrimiento en las grandezas aparentes de la humanidad, como dirá en el
Machu Pichu: “buena cuenta del éxito, del
poder, de la vida/ y del amor eterno/da/ asomarse a las ruinas de un imperio.”o
en los lugares escondidos como: “La
oscuridad de una pequeña ermita/ es la de todos esos poemas que expanden el
entendimiento”, en Aveiro. En Una ilusión de continuidad, dirá desde
la capital del mundo: “Me siento como el
árbol que se mira en un río desde que estoy en lo alto/ de Nueva York.” .Y
desde las alturas del Duomo de Florencia: “…El trémulo/ entramado de nubes. / La villa
inmortal enardecida con cierta luz de ficción/ que han tomado prestada a
crédito los cuadros del Cinquecento.”
Llegando a “Jerusalén, la ciudad cuarteada
por las apropiaciones de Dios.” y terminando en Roma: “la ciudad cuya belleza aún es un edicto de alegría”. En la tercera
parte, Todo transito, dirá que “todos necesitamos creer que eso que hoy/ es
un poema de amor/ no pasará mañana a formar parte/ de la historia/ del
naufragio…”
En una estructura de extensos poemas de verso libre,
polimétricos, no exenta de un ritmo interior y algún poema en prosa, resuelve
el poeta este viaje hacia el interior de si mismo y de su propia poética,
afirmando una vez más que toda poesía es un camino interminable en la búsqueda
inalcanzable de los enigmas del hombre, tan cercanos a veces pero intangibles…
©Francisco Basallote
Publicado en Papel Literario, 20/10/2009
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