sábado, 9 de marzo de 2013

RESEÑAS II - POETAS HISPANOAMERICANOS. Eduardo Milán, "Solvencia"



RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS HISPANOAMERICANOS

SOLVENCIA de EDUARDO MILÁN















 “CONTRA LA ADVERSIDAD…”
 Sobre   SOLVENCIA de EDUARDO MILÁN.
Edita: Sibilina, S.L.U. SEVILLA, 2009



Para Eduardo Milán (Rivera, Uruguay, 1952) “La poesía es necesaria primero porque tiene que ver profundamente con una actividad humana que es la imaginación y con otra actividad humana exclusiva que es el lenguaje.”; pero su poesía añade a esos parámetros, otro mucho más definitorio como es la palabra compromiso, compromiso con la humanidad y en especial con el momento actual de América Latina. Compromiso que para el escritor mexicano Viktor Gómez  pocos como el escritor uruguayo han sido “...capaces de convertir esa palabra en una aventura radical del lenguaje.”  
Vive en Ciudad de México desde 1979, a donde llegó de su país natal por motivos políticos. Poeta y ensayista es autor de libros de poesía como Esto es (1978), Nervadura (1985), Errar (1991),  Alegrial (1997), o Querencia, gracias y otros poemas (2003), Habrase visto (2004), Índice al sistema del arrase (2007), la antología Habrá tenido lugar (2008),   y de Ensayos como  Una cierta mirada( 1989), Resistir.Insistencias sobre el presente poético(2004), Justificación material (2004), Un ensayo sobre poesía (2006) y Sobre la capacidad de dar sombra de ciertos signos como el sauce (2007). Eduardo Milán es uno de los nombres imprescindibles de la actual escritura en español.  En 1997,  junto a los poetas españoles José Ángel Valente y Andrés Sánchez Robayna y la peruana Blanca Varela constituyó el equipo responsable de Las ínsulas extrañas  una antología de la poesía escrita en español durante la segunda mitad del siglo XX por encargo de  Círculo de Lectores y Galaxia Gutenberg, que nació con polémica pues poetas  como Ángel González, Carlos Bousoño, o José Hierro entre los españoles y  Mario Benedetti, Álvaro Mutis o Alejandra Pizarnik,  del ámbito hispanoamericano ,fueron excluidos de ella.
 Se caracteriza su poesía por una apuesta por la concentración semántica y el alejamiento de de las formas sintácticas fáciles. Para el crítico Carlos Ricardo Tapia[1]  “la poesía de Milán se decanta por el juego sintagmático, a través del cual los paradigmas se mueven, sutiles, en la mente del lector...”. El mismo Eduardo Milán[2] ha dicho “Parte de lo que he escrito es difícil de leer”
Solvencia, es por consiguiente un libro difícil de leer en el que se manifiestan las características formales de su poética o mejor dicho de su filosofía poética, ya que como toda su obra obedece a los principios elementales de su pensamiento, en los que se manifiesta claramente lo que él mismo decía sobre su concepto de poema: “Es difícil para mí un poema que no contenga una pizca de autocuestionamiento como lenguaje… El poema es un ensayo…”.
En Solvencia  aparecen las constantes de su poesía, en la que reflexión y lucidez se inscriben en un círculo en el que la vida y la historia del hombre contemporáneo constituyen el espacio donde con cierta profundidad lírica y  acentuada experimentación sintáctica  escribe las eternas palabras del sueño del hombre, con una gran complejidad que a veces llega a alejarse del propio concepto de poema, como él mismo ha dicho:  “A mi me gusta la idea de que un poema sea más que un poema e incluso que un poema no sea un poema…”
Así , con esa radicalidad,  incide en Solvencia en la esencia  formal de la poesía, el verso: “ sobre la tierra no hay verso/ …/ es el verso de no haber que/ ensombrece la tierra/ es el verso que no abarca/ donde cae el confín/ es el verso sin su origen que se suelta cometa/ de mano de niño, cometa/ es el verso de no haber ya donde había/ para colmo/ cesta de naranjas con ciruelas rojas/…/” ,  o la canción : “ una canción prolonga el habla/ cuando el habla cesa/ encendida brasa en la noche/ …/” o el silencio hecho canción: “ …el silencio es una canción más/ la canción es un silencio más/  es ahí donde la hierba crece…”,  para  dejarse ir por la senda de los juegos de sintagmas, la desestructuración, en la que prevalece la riqueza de las imágenes, como intentando ofrecer al lector la oportunidad de la recreación poética:  “ eres excelente exceso/ una excedente/ que se desparrama, untada/ aceite del desequilibrio/ ludibrio/ grieta griega antes de la ruina.” ,  “todos los peces son verdes/ hasta los que no lo son, lo son/ verde para los sombreados/ tierra, etéreos de no tener.”
Más allá de esta  aventura radical del lenguaje, e incidiendo en lo que hemos definido como compromiso, toma el tema tan personal del exilio : “ cómo un exiliado no va a ser un elíptico…” , y la herida abierta en América del Sur que le convirtió en exiliado: “ estigmatizado el cóndor/ por causa de una banda de asesinos/ Operación Cóndor sureña/ plaga de langostas …”, poemas estos que ratifican una voluntad de destino yacente en sus palabras: “ Empecé escribiendo contra la adversidad[3]…”
©F.BASALLOTE
Publicado en papel Literario, 28/05/ 2010




[1] http:mendaceveritas.blogspot.com
[2] http://www.informador.com.mx
[3] Ibidem

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