viernes, 31 de mayo de 2013

RESEÑAS IV - NUEVA POESÍA SEVILLANA. Carmen Ramos, "Poliédrica"



RESEÑAS DE OBRAS
DE NUEVOS POETAS SEVILLANOS

POLIÉDRICA, de CARMEN RAMOS












ESPACIOS DE PUREZA POÉTICA.
A propósito de POLIÉDRICA, de CARMEN RAMOS
EDICIONES EN HUÍDA, SEVILLA, 2011



Carmen Ramos,(Gibraleón, 1968). Economista de profesión, miembro activo de la Asociación Fahrenheit 451 – Las Personas Libro de Sevilla, participa con ellos en diversas convocatorias de fomento a la lectura. Algunos de sus poemas han visto la luz en blogs y revistas digitales. Un microrrelato y dos poemas se han  publicado en la antología “Des-amor”, (Groenlandia, 2010). Varios poemas de su autoría aparecen en la antología Verso Libro   de la cual es coordinadora junto con Fran Nuño y Esperanza García Guerrero. Colabora además en “Papelusar”, publicación de periodicidad irregular y en la revista “Gibraleón es Cultura”, donde tiene una sección fija llamada “Lecturas no obligatorias”. La plaquette “Mudanza Interior”, (Ediciones en Huida, 2010) es su primera publicación en solitario. y la presente, Poliédrica”,  su primer poemario.


El poliedro es la figura geométrica más común, no sólo por su carácter espacial, sino por su característica más definitiva: su superficie está formada por un número variable de caras o facies. De ahí que el adjetivo poliédrica haga alusión a la multiplicidad de caras o facetas que presenta. Puede ser éste el motivo por el que la autora lo elige, con objeto quizás de dar una impresión de multiplicidad  de su ego poético o, mejor dicho, de una sucesión de etapas, faces que ha presentado al mundo, de su poesía. Y dentro de esta elección hemos de destacar cómo otros elementos del poliedro: vértices y aristas, con su significado conceptual de agresividades están ausente de este libro. Ya dice la autora en su primer poema, denominado precisamente Poética, a modo de definición de intenciones: “Una escribe/ sin querer hacer daño./ Negra lanza/ o vientre./ Pero sin querer hacer daño.”


Tiene el poemario cinco partes: Autodualidad, Cubo Soma, Prismas, Sólidos de Catalán y Teorema de Euler; cada una de ellas precedida de la definición geométrica adecuada y cada una de ellas con un contenido en el que permaneciendo, como es lógico, el estilo y personalidad de la autora., tienen matices diferenciados que permiten a cada una de ellas cierta autonomía dentro de la unidad de la obra.  En Autodualidad prevalece un sentido de introspección que se aproxima a veces a la autodefinición : “Recostada en el perfil de las lianas me gustaría tener otros ojos…”, dice con cierta disconformidad , aunque es más realista ante el dolor : “ Duele eléctrica la punzada,/ arriba/ más arriba./ Todo se enciende./ Olor, sabor, luz,/ luz más azul que el azul./ Radiante deseando oscuridad./…”. Y en este descendimiento a lo íntimo no puede faltar el recurso de la memoria : “… Lástima que el futuro haya borrado aquella carretera amarilla/ por donde cada domingo circulaba un Renault rojo/ lleno de niños…” . Y ,claramente, el rasgo autobiográfico: “ …Cuidadosamente,/ un día/ guardé todos mis déficits en una caja de música./ Ahora / ya ves: / con su melodía compongo versos.” .


En la segunda parte, Cubo Soma, utiliza el concepto del mismo como rompecabezas geométrico, para incidir en la Poesía como forma de vida: “…Como reconstruyendo un puzzle intento/ -hasta ahora con poco éxito-/ encajar las piezas de Mi Poema,/ mi vida.” y en esta   reconstrucción  es artificio indispensable la memoria: “…Volver donde todo comienza. Donde/ todo comienza….” y esa vuelta tienen siempre un lugar físico, aunque solo sea residual, como dijera  Ricardo Bellveser en “Las cenizas del nido”:“Tras de mí se ha derrumbado una parte de mi vida que de pronto ha envejecido, mientras hago inventario de la destrucción…”  , Carmen Ramos dice: “ Repaso con mis dedos el mapa de la geografía en la que fuimos felices./ Mis ciegos pasos me llevan a la puerta de aquella casa que creímos nuestra:/ ya no queda nada de ti. Ni de mí. Ni de los niños que fuimos/…”  para concluir en el último poema de esta parte:  “ …Quizás tan sólo hubiese bastado con deshabitarnos.”


 El Prisma, como figura geométrica con dos caras opuestas y paralelas  es la figura geométrica elegida para situar los poemas de amor, en un simbólico juego metafórico en el que los dos planos opuestos no hacen sino acostumbrarse: “Acostumbrando que mi cabeza/ sepa apoyarse en ese hueco que existe/ entre tu cuelo y tu hombro./…”. Y un aprendizaje tan dulce  “ Que mi cuerpo aprendió una nueva danza/ y que mi boca habló lenguas/ desconocidas./ Mientras, en mis labios, aparecieron/ olvidados besos./…” , hasta lograr decir : “ Hoy podría ser el último día  de mi vida/ y morir en este instante con todos tus besos en mi boca./…”. Instantes de la dicha en los que “ Yo crecía enredándome en tus pies,/ asaltando tu pecho, rodando por tu espalda/ para, tenue, florecer al fin en la punta de los dedos./…”, en tan hermosa  metáfora la sublimación de las caricias. Pero, la intensidad de la belleza es siempre efímera:  “…me dejaste/ con la soledad marcada./ Como queda la ciudad / la mañana de un día de fiesta/ tras la lluvia”


La cuarta parte Los sólidos de Catalán, como ellos cuyas caras no son regulares, quiere ser un retrato de la cotidianidad, “Las aceras de los lunes son/ pastosas y saladas como / las sopas de sobre./…”al mismo tiempo que se detiene doloridamente en la ausencia: “ Son tercos los ruedos,/ como cristales las gotas de la memoria/ que caen en el / vacío/…” .  La quinta parte, El Teorema de Euler tan solo incluye un solo poema, un precioso poema que define el libro:  “Un poema/ hecho de silencio/ Como un gorrión/ palpitando entre mis manos.”. Y es que, como en la música, el silencio en el poema lleva dentro tanta vida como ese corazón apresado entre las manos.


Un precioso y profundo poemario, en el que la autora como con un escalpelo ha ido separando los distintos estadios por los que su corazón de poeta transita y en un proceso de limpieza poética los ha ido decantando: tiempo, amor, memoria, ausencia, los eternos temas de la Poesía , para llegar en un juego de poesía pura a ese poema final, que sólo él, merece tan bello poemario.

©F.Basallote
Publicado en Papel Literario, 15/11/2011

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