RESEÑAS DE OBRAS
DE NUEVOS POETAS SEVILLANOS
GRISICITUDES de
SARAY PAVÓN
CERTIDUMBRE
DE LA ESTELA
Sobre
GRISICITUDES de SARAY PAVÓN
CANGREJO
PISTOLERO EDICIONES. SEVILLA, 2009
Nada hay más satisfactorio y al mismo tiempo estimulante para un
viejo poeta, que ver crecer en su
entorno brotes de pujante vigor, unas voces que aunque proceden desde los más
profundos abismos del tiempo y del latente corazón del hombre, vienen matizadas
por su intensa experiencia vital y en el
timbre de su canto se modulan con certeza los acordes eternos de la auténtica
poesía.
En una de sus Cartas a un joven poeta Rainer María
Rilke recomendaba al joven poeta Franz
Xaver Kappus: “Recurra a lo que cada día
le ofrece su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus
pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y
humilde sinceridad.” Y ese gran
poeta andaluz que fue, que es, Julio Mariscal, le decía a quien esto escribe
cuando era también un joven poeta: “…la
poesía es siempre obra de claridad,
de esclarecimiento, aunque necesite los arrebozos de lo oscuro,…Juan Ramón ha
acertado en el concepto justo de sencillez:
es decir lo neto, lo apuntado, lo justo… Emoción,…
la verdadera poesía no consigue serlo hasta que deja de ser de uno para ser del
lector.”
Sinceridad, claridad, sencillez, emoción, los cuatro cardinales
de la auténtica poesía que definen el espacio poético de Saray Pavón (Sevilla,
1984), y marcan la certeza de una estela de luz en su opera prima, Grisicitudes. Y
decimos sinceridad y la poeta habla: “Entonces el
bolígrafo, tras vagar unos segundos por el papel/ deja de morderse la lengua.
Las palabras ya no le dan miedo…” ¿Hay mejor autodefinición posible...? , Y
decimos claridad y escribe: “Se murió en
invierno, en medio de gente/ que exhibe
su sinceridad a medias/ tintas y bosteza cuando la muerte/ apenas se presiente
en esos días/…” Y ¿no son sencillos
estos versos?: “Hace frío. / El viento se
cuela/ entre los pensamientos/ y no atino a lanzar/ la última sonrisa…”. Emoción
que vincula: “Los cuerpos eran instantes
sin uso, / mi voz buscaba, a
kilómetros/, tu guerra; dormida hablaba de ti/ mi boca e inerme latía el
lucero/ de soledad…”.
Muerte, memoria, amor y
desamor, son otras constantes
de la eterna poesía que están presentes intensamente en Grisicitudes. En su primera parte denominada El ombligo es la primera cicatriz, la preside la negra dama en
poemas de acendrada incisión: “Y se murió
de pronto y sin motivo/ el grito que pende en la garganta, sin dejar escapar ni un suspiro…”, asimismo
el doloroso recuerdo en éste bellísimo poema denominado Caja de Pandora: “La Plaza de San Pedro/ es mi pequeña caja/ de
Pandora. /De repente, un día cualquiera, me tropiezo con un vacío/ que estuvo
lleno/ de ti.” En la segunda parte Las hormonas, los cambios, hay como un
descenso a la decepcionante verdad: “Hoy
te escupo los versos a la cara/ La boca que besaste ya no existe…”, al abandono:
“Te estoy tirando a la basura. Tus
recuerdos, las fotos/ y los poemas que te escribí…”.La tercera parte Atuísmo, es un emocionante sendero de amor y desamor. Dirá “… Me anulo/ dibujando en tu carne/ un caer
de mis soledades…” y volverá a la memoria: “Nos habitábamos. / Vivíamos dentro/ de
nuestras pieles….”, pero “Nos
despedimos un día gris, / lluvioso, yo empapelaba/ mi ciudad blanca con noes/ y
tu volvías a llegar tarde…”, “…los cuerpos eran instantes sin uso…”. Para
concluir en el siguiente poemita: “Pero
yo lo sabía: el amor siempre acaba/ en
nones”
Escrito en verso libre, alternando poemas de versos de arte mayor
con otros de arte menor, en los que el ritmo interno es más patente. Tiene una
tendencia a poemas cortos, con una
predisposición sintetizadora que predice un ámbito certero en su camino. Su
formación estética, estudia Bellas Artes, se patentiza en poemas visuales así como en un lenguaje rico
en imágenes de enorme plasticidad.
Una opera prima de
intensa expresividad y con una poderosa capacidad de emocionar que deslindan
ya con certidumbre, el camino de una
poesía viva y de calidad.
©F.BASALLOTE
Publicado en Papel
Literario, 5/04/2010
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