RESEÑAS DE OBRAS
DE NUEVOS POETAS SEVILLANOS
GRAMÁTICA MALVA de LOLA CRESPO
POLICROMÍAS
Acerca de
GRAMÁTICA MALVA de LOLA CRESPO
VOCES DE
TINTA. NUÑO EDITORIAL. SEVILLA, 2010
Pocas veces una opera
prima aparece con una carga poética tan profunda , tan bien equilibrada de
emociones y sensaciones, con la dosis adecuada de conceptos y recursos y en un acertado uso del lenguaje, rico en
metáforas y colorido, como esta Gramática
Malva, que nos ofrece Lola
Crespo (Sevilla, 1971) . Claro que detrás de ella no existe sino un mesurado
tiempo en que esta Doctora en Historia del Arte y Licenciada en
Periodismo por la
Universidad de Sevilla, además de publicar varios artículos sobre la
arquitectura virreinal peruana y una monografía sobre la "Arquitectura doméstica de la Ciudad de los Reyes
(1535-1746)", (premiada por la Diputación Provincial
de Sevilla; 2006), se ha dedicado intensamente a los mundos concéntricos de la
poesía no solo creativa , -con el poemario "Menudencias significativas" ganó el concurso "IV
Plumier de Versos" –sino que coordina y dirige el grupo de creación
literaria La Madeja, con el que
participa y organiza diversos recitales poéticos.
Dice en el prólogo de esta obra Luís Miguel León Blanco que esta
poeta “…nos transmite además la presencia
física y corporal de lo humano en sus poemas. Nos muestra la piel como
receptora del tacto sutil de la palabra;
el pulso como el ritmo que acompaña a cada verso y la sangre como tinta
que recubre la libertad de rima…”. Y profundamente humana y abiertamente
sensitiva se nos abre su poesía derramándose sutilmente por los motivos eternos
por los que clama el hombre: amor, memoria, pérdida, desamor, la vida
simplemente…, y lo hace de una forma serena y cadenciosa, dejando en el poema
la luz del mundo que atraviesa sus versos y como en un prisma se hace abanico
de colores, una polícroma sintonía en la que lo plástico se hace emoción y
sedimenta en bellas y a la vez sencillas palabras, “policromías espontáneas, / colores plurales /…”
Dividida en seis partes, como quien disecciona la emoción y la
clasifica en segmentos imposibles de aislar en su transversalidad de unicidad
poética aunque les diferencie externamente una temática propia: Éramos, AnaMORfosis, Anémona Anémica, Borrón y cuenta ¿nueva?, Al pie de la letra y
Arenas. Éramos es el ayer pujante en la fuerza de sus colores y en el verso
en el que “Amanecer era re-escribirse/ al
pie de la letra…”. Así dirá que:
“Éramos gramática libre/ y pragmática de arroyo,/…/Éramos trazos
sueltos,/…” y “…añil y rojo y ocres/ y azules de desecho/
en mañanas recién creadas/ con sabor a verde,/ a sal o a sed amarilla/…” y
en ese universo germinal “ Fuimos testigo
del canto bisílabo del grillo” y “caligramas de la supervivencia” , para concluir diciendo que “Fuimos memoria muda”
Es la segunda parte AnaMORfosis
un tiempo desolado en el que el amor y el desamor trenzan las horas en el
vacío de un espacio inexistente, “Éramos
amantes sin espacio…/amantes sin rincón,/ a veces hasta sin labio./…”, en el que los colores forman un paisaje de
códigos aprehendidos para la interpretación de la nostalgia: “Mientras me enciendes un fósforo/ yo te
pienso más allá de los azules,/ justo en el momento malva/ en el que,/ uno tras
otro, /todos mis huesos/ fueron vocales de humo.” Anémona
Anémica es tiempo de tinieblas, donde la luz es una lejana referencia de la
memoria: “Eras la luz en los ojos…”, tiempo
de confusión en el que “Cuando empleo la
palabra médula/ yo sé bien de lo que estoy hablando:/De jardines oxidados…” y
en el que la poeta logra imágenes de gran intensidad plástica cuando se
pregunta “¿Qué hacer cuando se ha visto
al espantapájaros/ libar del corazón de la última alondra de la tarde?”. Borrón y cuenta ¿nueva?, es el
reencuentro con la rutina de cotidiano, lejos ya el tiempo de los colores exaltados llega a decir, con un toque de amargura: “El mundo es un inmenso Ebay/ en una puja
permanente,/ un mundo de usar y tirar/…”. En Al pie de la letra la poeta se encuentra consigo misma en una especie de retorno en que reconoce la
excepcionalidad del pasado: “Vengo del
desorden del Universo” y en la
parte final Arenas, vuelve a la
memoria de su derrotero, encontrando los fallos de sus cartas marinas. “ Nuestros portulanos/ desechaban las costas
ajenas/ y nuestras cartas de navegación/ estaban llenas de laguinas./…” y
reconociendo que “ Fui una geografía
extraña en aquel atlas…” .
Un hermoso y completo
poemario, que habla de madurez poética, de un buen hacer unitario y compacto
ajeno por supuesto a las divagaciones de la
poesía de una principiante, antes al contrario una sólida escritura en
un trazo fuerte y profundo con intención de marcarse en el mármol imperecedero de
la poesía eterna .
©F.Basallote
Publicado en
Papel Literario, 10/12/2010
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