RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES
VERSO A TIERRA de SARA CASTELAR
LA PALABRA
INSISTENTE
A propósito
de VERSO A TIERRA de SARA CASTELAR
X Premio
Ciudad de Ronda.
CEDMA,
Málaga, 2010
“Bajo la palabra
insistente/Como una invitación o una súplica/Debíamos hallarnos, debíamos
hallar/Una brizna del mundo.” J.A.VALENTE
Con Verso a Tierra, Sara Castelar,
(Hannover, 1975), obtuvo el X Premio de Poesía Ciudad de Ronda, que
editada por Cedma, se convierte en su segunda publicación tras El pulso, editada por E.H., lo que no
quiere decir que estemos tratando de una primeriza, sino que pese a su juventud
tiene una consolidada presencia en revistas de poesía, impresas y virtuales,
así como en algunas antologías , habiendo manifestado una peculiar y
personalísima poética en la que prima su originalidad y sentido estético.
Asimismo, en algunas entrevistas
y actos públicos ha dejado muy clara su posición poética: “El placer estético es un elemento que considero esencial
en mi forma de relacionarme con la poesía, desde la visualización de los
conceptos en el poema hasta el sonido de las palabras, ” dirá en una entrevista a Domingo F.Faílde, y en otra ocasión dirá “escribo porque para mí es un proceso
vital y para ello necesito moverme en esos parámetros de la imagen, del lenguaje desprendido de los
significados asignados”.La autora dice que son referentes de su obra:
Juan Ramón, Valente y Gamoneda, una obra
adherida al símbolo como medio de aproximación al conocimiento. Dentro del
panorama poético actual, dominado, en
general, por poetas que buscan un lenguaje más coloquial para transmitir sus
ideas y sentimientos, esta poesía adquiere, por la integridad de su
planteamiento, por la implicación metapoética, un destacado valor de
profundidad estética y por ende de honestidad creadora.
El
poemario consta de dos partes: Los hijos
desterrados y El despertar. El
primero comienza con el poema Un corazón
en la noche, dedicado a Miguel Hernández de quien toma los versículos que
lo encabezan: “Silencio que naufraga en
el silencio/ de las bocas cerradas de la noche” que son un manifiesto claro
del contenido no sólo del poema sino de toda la obra, como un pronunciamiento
de su militancia hermética y de la
asignación al símbolo de toda su carga poética, sobrecarga diríamos ya
que en su masa expresiva domina asimismo un alto contenido plástico, con
riqueza de imágenes: “Gritas silencio/
para las voces muertas de los muros,/ para los grises fuegos donde mueren más
rojas/ las palabras,/ para la soledad del puño,/ para el sudor vendido de los
escaparates…”. La
instrumentalización de la palabra como herramienta es patente:
“Reptando en la palabra de algún dios
indeciso…” para “Dejar el verso en tierra/ y crecer de tus manos, de tus tímpanos/
hasta el origen vivo de la escarcha…” y en la palabra está el mundo, sus
elementos: “El ángel que derrama todo el
mar/ ha nombrado la noche…”. Mas en
la emoción del poema está contenido el sentimiento: “ Yo te amo en el vértigo del mundo,/ con la piel traspasada por los
hilos/ donde se amarra el aire con tu aire…” , sentimiento a veces
sobrevenido en la memoria: “Sé que una
madre te florece/ en la ternura inquieta de los dedos/ y que la noche/ es un
dardo que sangra voces muertas…” , “
…Yo soy de aquel lugar que no conoces/ de aquella tierra húmeda/ que llora en
los marjales/ y amenaza de muerte los recuerdos.”. Y en ese mundo donde la
palabra insiste, reivindica con ella la
soledad del poeta: “Somos carne de
poesía/ y estamos solos”
Es decir,
puro hermetismo, revelación,
convirtiendo la palabra en el instante puro, quizás por ello se manifiesta
absolutamente valenteana, traspasando la sustancia de las palabras para con
ellas en un mundo nuevo, de consolidada esencia, de persistente y constante
energía construir alquímicamente una realidad más pura, en la que sea la
palabra esencial hechura de la emoción, emoción misma.
© F.Basallote
Publicado en Papel Literario 4/01/2011
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