RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES
INTERIORES, de Ana Alvea
SUAVE
SONATA , a propósito de INTERIORES, de Ana Alvea Sánchez
Ed.
EN HUIDA. Sevilla, 2010
Ana Alvea Sánchez,.(Sevilla, 1969), publica su primer
poemario, Interiores, . tras una
experimentada actividad en el mundo de
la literatura: Licenciada en Derecho y
en Teoría de la Literatura
y Literatura Comparada., se ha adentrado en el mundo de la palabra en
actividades plurales de creación y difusión literaria, blogs y webs de
pensamiento y creatividad , habiendo participado en los libros colectivos “Arde en tus manos” y “Mar de en medio”, lo que hace de su trayectoria una intensa
etapa de maduración poética que en Interiores se manifiesta, con contenidos
y, sobre todo, formas muy diferentes a las que se espera de una opera prima, ya que al fin y al cabo no
es sino la manifestación impresa de una obra
ya pulida y suficientemente madurada.
Dividida en tres
partes, Surcos, Al final del día y En el encuentro, modula su voz
existencial desde un recóndito yo que prevalece en todos los tiempos en una
especie de tranquila transición, como una sonata en tres movimientos: uno lento,
un adagio y un final allegro.
Retorna lo ya vivido con la
lenta persistencia de la memoria en Surcos,
llegándose a preguntar que sentido
tiene la memoria si en ese tiempo recuperado vuelve el dolor : “..¿De
qué sirve? Dime,/ si abre llagas la memoria,…”, sin embargo reconoce la
necesidad del recuerdo: “ Aunque temas
convertirte en estatua de sal/ aunque gotee la nieve de tus huesos,/ aunque la
memoria te entierre/ gira la cabeza y mira…” y en ese recurso a la memoria está el retorno a los lugares perdidos en el
tiempo: “Entro en la casa de mi niñez,/
sus habitaciones guardan/ todos nuestros secretos…” y “…contemplo lo que fui,/
imágenes mutiladas de la memoria…”. Es un tempo que discurre con la
cadencia de esas imágenes. En Al final
del día, hay una vivencia comedida, en la que los altibajos
existenciales a veces se elevan en
vuelos de trascendencia: “Este es mi
cometido/ dibujar en graffiti/ sueños en
el aire…” , y el paso de los días, con su cotidianeidad
deja en la epidermis del sentimiento su
vestigio: “ Mientras,/ el tiempo va
rodando/ por mi piel, por mis sentidos…” . En la tercera parte de este poemario-sonata , En el encuentro, hay una luz distinta,
un allegro que cierra sorprendido el paso de las horas.:”…vuelves tu/ y no me alcanza la voz.” , “…como quien descubre/ nuevo cada instante…”, “Como el calor de las
chimeneas/ en los días de lluvia,/ eres tú/ un cálido lugar…” y en la
exaltación del reencuentro “Acude la
ternura a mi boca…” y “…dos cuerpos desnudos/ bebiéndose el uno al
otro.” hasta conseguir :” Un
paisaje sereno:/ el mar, tu cuerpo…”.
Un poemario mesurado
tanto en el desarrollo temporal como conceptual, en el que los ritmos se
acoplan a la medida de los pasos
existenciales con una justa emoción
enraizada en una forma apropiada para su música de atardeceres
ensimismados, de quien se acerca a los enigmas de la verdadera poesía con el respeto asombrado de la palabra.
© F.Basallote
Publicado en
Papel-Literario,13/1/2011
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