RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ANDALUCES
LOS AUGURIOS de JOSÉ MARÍA GÓMEZ VALERO
EN LA FRONTERA DEL VERSO, a propósito
de LOS AUGURIOS
de JOSÉ MARÍA GÓMEZ VALERO
Premio Alegría 2011
ICARIA. Barcelona, 2011
José María Gómez Valero( Sevilla,
1976), obtuvo con este poemario el Premio Alegría 2011. Es autor de los libros
de poesía: Miénteme (Qüasyeditorial, Sevilla, 1997), El libro de
los simulacros (Ayuntamiento de Lepe, Huelva, 1999), Travesía
encendida (Vitruvio, Madrid, 2005) y Lenguajes (César Sastre
Editor, 2006. Ha
obtenido entre otros, los Premios Ciudad de Lepe, Ciudad de Mérida , Primer
Premio en el III Certamen Internacional de haikus ,Facultad de Derecho de
Albacete, etc…Poemas suyos han sido recogidos en diversas antologías, entre
ellas Once poetas críticos en la poesía
española reciente (Baile del sol, Tenerife, 2007); El sol ,los pájaros,( Facultad de Derecho. Albacete, 2007). Participa
en diferentes proyectos escénicos que relacionan poesía y música. Imparte
talleres de creación literaria, campo pedagógico en el que trabaja e investiga
desde hace años. Forma parte del colectivo de acción cultural La Palabra Itinerante.
Un poeta joven y comprometido que
avanza en una línea cuyas directrices poéticas son, en sus propias palabras: “Decir con responsabilidad cívica y
generosidad, decir desde la conciencia del mundo en que vivimos, desde el
conflicto, desde la herida del vivir, desde lo que nos une y conmueve.” Y ese
decir se hace en textos “en los que se
puede ver una "gran economía del lenguaje", así como una importante
"unidad" en la dimensión literaria” en palabras de Jaime Siles.
Respecto a “ Los
augurios” , el citado Siles, que presidió el jurado del Premio Alegría,
dijo que : “es un libro «digno», cuyos
poemas tienen «unidad y contestación», y además está «muy bien estructurado»,
con un ritmo y corte del verso «importante»…”, añadiendo que….«No tiene una temática, sino una forma.
Parece minimalista, pero no lo es. Tiene un 'corpus significativo', con una
escritura hacia dentro y muy cuidada, en la que se percibe la frontera del
verso»,
Si Jaime Siles hubiera incidido
en el análisis de la obra, seguramente habría añadido que en la misma se
encuentra una clara influencia de la
poesía japonesa, patente en la brevedad, en la concisión, en la agilidad de la
sugerencia y de la instantaneidad propias del haiku, poema en el que el joven
poeta sevillano es un experto y premiado haijin.
Esta influencia trasciende de lo que es la forma de este pequeño poema de
diecisiete sílabas y se extiende en el aire del poemario, dejando patente una
posición externa del poeta que como dice
Siles escribe “hacia dentro”, pero
como aquellos viejos maestros del haiku lo hace desde el mundo , como él mismo
dice en su Poética: “…desde el conflicto,
desde la herida del vivir…” ; pero acentuando en su mirada un cierto
soslayo crítico.
Tiene “
Los augurios” , cuatro partes numeradas, aunque temáticamente pueden
definirse cada una de ellas con un motivo más o menos común. Así, en la primera
parte, el tiempo se erige casi en protagonista, no en vano se abre con una cita
de Heráclito: “¿Cómo puede uno ponerse a
salvo de aquello que jamás desaparece?”. A lo que en su primer poema dice el poeta: “ …Despertar,/ abrir los ojos,/ ansiar el
tiempo/ en el que nada se derrumba.”, expresión en la que subyace un claro sentido de búsqueda de
perfección, y al mismo tiempo de constancia de lo efímero, patentizando la
importancia del instante : “…Instantes
decisivos/ y frágiles./ Instantes
decisivos / y eternos./ El brillo de la hoguera alborotando/ las hojas de los
árboles.” . Hay otro aspecto común al haiku, la naturaleza, el espacio
exterior, muy presente en la segunda parte: “Sentir
en cada paso/ el frescor de la tierra/ bajo la hojarasca.” , “…Bajo el agua/ unas piedrecitas/ juegan con
la corriente/ y se mueven despacio” . En la tercera parte está de nuevo
presente el tiempo, pero ahora bajo el disfraz de la muerte, de la destrucción,
al mismo tiempo que late el deseo del
fulgor del instante detenido: “..El fruto desbarata/ la forma de la flor…”
, “La noche cae/ y nadie la recoge/ el
mar queda cubierto de luciérnagas.”, “…Flor de jazmín,/ pasajera de la prisa.
En el centro la aguardan,/ para hablar de la muerte,/ los nenúfares.”. La
cuarta parte, precedida por los versos de Sophia de Mello : “ Terror de amarte en un sitio tan frágil
como el mundo…”, hablan del amor pero de un amor en el filo de la navaja,
ya que en todos sus versos está presente
el terror de la poeta portuguesa: “…Rendidos
y abrazados/ subimos al tobogán del olvido…”, “ Tu sonrisa no sirve para nada/
en este mundo infausto,/ insolente,/ inquisidor,/ impío./…”
© F.Basallote
Publicado en Papel Literario, 6/03/2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario