RESEÑAS DE OBRAS DE
POETAS ANDALUCES
GOETHICA
de JOSÉ CABRERA MARTOS
¿POESIA
COMPROMETIDA?
A
propósito de GOETHICA de JOSÉ CABRERA MARTOS
I
Premio Nacional de Poesía Ciudad de Ceuta
Ed.
Point de Lunettes. Sevilla, 2009
Dijo en cierta ocasión José Cabrera Martos (Jaén,
1977: "No concibo la poesía como
devenir ajeno al mundo en el que vivo, sino como un compromiso del hombre con
su tiempo…” y haciendo honor a su
compromiso nos entrega este Goethica, en
el que al margen de otros componentes, es patente no sólo su solidaridad sino
su vivencia poética con la tragedia histórica del pueblo palestino.
No hay poeta
auténtico que no esté comprometido con su tiempo, ya dijo Mario Benedetti que “El verdadero
artista es siempre comprometido...” así
lo está nuestra historia rebosante de poetas comprometidos y, en general, todos
los pueblos que han experimentado en su carne la represión y el desgarro y,
numerosos los que sienten la agresión al hombre como propia. En ese sentido
este poemario es una muestra de una visión poética ampliamente humanista, en la
que el problema palestino es un aspecto más de la inacabable sucesión de
crímenes contra la Humanidad, así dirá :
“ [ Perdón, he recordado Polonia como pudiera decir Sarajevo, Nueva
York, Munich, Bagdad o el Abismo bajo los dioses que aprietan ¿Pero no ahogan?]
, y en base a esos recuerdos, a esa
intensa emoción dolorosa , escribe como
respuesta personal idéntica a la pregunta de José Ángel Valente: “Y después
de Auschwitz/ y después de Hiroshima, cómo no escribir.”
Derivado su nombre de Goethe, de cuyo Fausto toma la siguiente frase que en sí
encierra el sentido absoluto del libro: “Nada
me agrada tanto en días de sol y fiesta como hablar de guerra y estropicios
bélicos, cuando allá en Turquía, unos a otros se matan los pueblos. Te estás
asomando a la ventana bebiendo tu vasito y miras cómo río abajo van
deslizándose los abigarrados barcos; luego vuelves atardecido a casa tan
contento y bendices la paz y los pacíficos tiempos.” Está concebida la obra
como una obra de teatro en cinco
actos, así como las escenas que las
constituyen, con denominaciones adecuadas a su contenido, no exentas de una
amarga ironía en sus títulos.
En el primer acto, Ética erótica, subtitulado La
sinrazón de abril, su verde aroma, con dos escenas formalmente distintas,
una en verso y otra en prosa, es una especie de metáfora del paraíso, como iniciático sendero hacia la
imposibilidad de la dicha en un mundo en descomposición. El acto segundo,
denominado Hética Herética y
subtitulado Casida entre dos mares y un
lago, está completamente dedicado a Palestina. En su primera escena,
denominada así dice: “… Hoy es de plomo
mi azul y mi esperanza carencia…”. En su segunda escena Jerusalén, irónicamente precedida por la
cita bíblica del Éxodo: “Si escuchareis
mi voz y observareis mi pacto, seréis
para mi entre los pueblos la porción escogida ya que mía es toda la tierra.”, hace
referencias a dos fechas fatídicas para
el pueblo palestino, 1967 y 2006 “1967:
Ved esta herida afilada de pánico verde y abierta… Treinta/ noviembres de oasis
amurallados hacia el horizonte…/…/…y en 2006 en cinema vuelve la estrella de
John Wayne, el cowboy mesiánico…” cerrando el poema con: “Todo queda en silencio: Entra en escena Pilatos”, en clara alusión
a la indiferencia del mundo occidental a la masacre. Lam escena tercera, Gaza, es quizás dentro de esta poesía
acerada y lacerante, un islote de lirismo, cargado de cierta nostalgia: “ …por
este cielo, que un día fue azul o eternidad para ser hoy ortiga…” y es un fuerte grito de dolor: “Cerca del mar, a mitad de un te quiero/ se
nos escapa la vida, la erótica/ entrecelada, y ahora sólo desnuda,/ tu piel,/
cae declinada no en “amor amoris” sino por copos de fósforo blanco…” Su
cuarta escena Check point en Ramallah,
Gaza ¿O Berlín? es una continuación de la ignominia en la que toma como
metáfora una imagen de niña de puntillas
con un haz de globos sobre el muro de Cisjordania: “Pero se encuentra quiëta, grisácea, únicamente lacada en el muro
macizo…”
En el acto tercero Ghetto del Heteo, Tiempo sin orillas, es un duro alegato contra los
campos de refugiados, donde la vida es apenas un resquicio. “¿No ves que todos estamos igual en esta fosa caídos? Déjanos ya
descansar de responsos y el olor de tu aliento a-finado por los gusanos/ /Id
afinando el violín, id eligiendo la lápida… Alá es grande.”.
Hiato
en egoísta goethita , subtitulado Haber
montescos y capuletos, es el cuarto acto cuya primera escena denominada Estado de sitio, es un diálogo en siete voces donde intervienen una
familia palestina y soldados israelíes
en el que se materializa el estado de descomposición de la moral
sitiada y un romance entre la hija y uno
de los soldados. Aquella dice: “–David no
entra en mi casa, su aroma sí, en mi cabello, en mis muslos…Todo mi hebreo uno
a mí/ dádivas para mi mano, cigarros Lucky, papá, y este té marca Hornimans
para mamá…” mientras que él: “Otra
mañana. Amanece la luz por las dormidas colinas de Hebrón y/ Marién de tanto
odio encendidas. De tanto amor.Tocan diana. Hoy mataré a Mahmoud ibn…”. Mientras,
en la segunda escena, que es un poema en prosa, con un juego tipográfico de
poesía visual se lee: “NIÑOS PALESTINOS
HUÉRFANOS POR BOMBAS ISRAELÍES/…/ ESCRIBEN POEMAS DE AMOR A SUS VERDUGOS
asumiendo la cultura de paz impuesta por las naciones civilizadas…”
Un entreacto
nominado Ética de chistera
hace alusión a la foto de las Azores: “Triada de homo sapiens/ ¿sapiens? en las
Azores. / La salvación de la tierra: / No viene el anticiclón, / sí buitres
sobrevolando/ Babel por bajas presiones.” Y en el acto quinto AmonGoth, the man or the ego subtitulada La parada de los monstruos culmina
con referencias a campos de concentración nazis, como comparación: “…Ha amanecido. Unos años/ antes también
sucedió. Hay que seguir tiritando/unos minutos…”. En la escena final, Ética estoica, como despedida dice: “…Hemos llegado al final de este libro, la herida/continuará sangrando,
abierta, aunque no veremos/ el último dolor que ella me causa…”
Conceptualmente cerrado, este poemario no es
sólo una muestra de poesía comprometida, sino de poesía militante y dentro de
ella intensamente capaz de transmitir el sentimiento por vías verdaderamente
emocionantes. Sin embargo, desde nuestro punto de vista, la multiplicación
formal, verso y prosa, los recursos tipográficos, la aproximación a una cierta
poesía visual, la abundante
intertextualidad, que de alguna manera pretenden dar riqueza de forma, de un modo coherente con el
mensaje, hacen que el poemario redunde más en una categoría de épica
trastocada y adolezca de lirismo. Claro que se dirá, ¿Cómo quiere lirismo
cuando es tan patente el llanto…? , Pero el lector me entenderá, sobre todo
después de haber leído algunas de las “Advertencias”
que escribe el autor al inicio del libro:” “Si
se produce prosodia dactílica, ataques cardíacos de libertad o apedreamiento de
pájaros, deje este libro…”
Advertencia o aviso, que reflejan una pose
más que un compromiso.
©FRANCISCO
BASALLOTE
Publicado
en Papel-Literario 23/03/2010
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