Maj Sjöwall y Per Wahlöö, los padres de la novela negra nórdica
Desde
Henning Mankell hasta Ian Rankin, la novela negra europea bebe de un único
origen: Maj Sjöwall
y Per Wahlöö”. Tal es el
contundente diagnóstico del novelista noruego Jo Nesbø, y resultará difícil
discutírselo, siendo él un notable exponente de este género, y contando como
contamos con el testimonio del propio Mankell. Rememorando su lejana y casi
adolescente experiencia lectora En efecto, el lector de Mankell que lo sea
además de Sjöwall y Wahlöö, encontrará no pocas semejanzas entre
el carácter, las circunstancias y la mirada de Martin Beck, el inspector de la
policía de Estocolmo que protagoniza las novelas de la pareja, y ese sombrío y
depresivo Wallander que desde su puesto en la policía de la pequeña ciudad de
Ystad se asoma a los abismos del alma humana y a las fallas de la sociedad
sueca.
No
cabe duda que la extraordinaria difusión de la trilogía de novelas policíacas
Millennium, formada por Los hombres que no amaban a las mujeres,
La chica que
soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el
palacio de las corrientes de aire , obra póstuma del periodista
y escritor
sueco
Stieg Larsson (Skelleftehamn, 1954 - Estocolmo
2004) ha sido decisivo
para la publicidad y el conocimiento de la novela negra sueca, que durante las dos últimas
décadas ha estado centrada en las novelas de Henning Mankell – la primera de
ellas Asesinos sin rostro, de 1991- y especialmente en su protagonista el
inspector de policía Kurt Wallander, un personaje repleto de humanidad y de
sensibilidad , que lo mismo que resuelve el más complicado asesinato se vuelve a
sí mismo para quejarse de su destino y pensar que debe jubilarse para dar paso
a una sociedad posmoderna que lo avasalla y que parece ya no entender.
Estos
éxitos no son sino la referencia universal de una literatura que con nombres
como Asa Larsson, cuyas novelas Aurora
Boreal y Sangre derramada, han
obtenido sendos premios como mejor Novela Negra Sueca ; Jens Lapidus, con la Trilogia Negra de Estocolmo, Arne Dahl seudónimo de Jan Arnald, autor de una serie denominada Misterio, y la última revelación: Camilla Lamberg,
cuya Princesa de hielo fue un éxito
de ventas con millones de libros vendidos. Una generación de novelistas que han
conseguido dar un giro a la novela policiaca, convirtiéndola además en novela
social, descriptiva de la problemática de la sociedad posmoderna de la que Wallander, tanto se queja.
Está
claro que este “boom” literario, no es sino la consecuencia de un trabajo
callado en el mundo de la creación literaria originado por una pareja de
novelistas que llevaron los postulados del 68 a este campo y que son el origen de toda
esta novela negra. . Se trata de Maj
Sjöwall y Per Wahlöö escritores de extracción comunista. Tras contraer
matrimonio escribieron en pareja diez novelas protagonizadas por el inspector Martin Deck. Wahlöö, nacido en Goteborg
(1926), periodista especializado en crímenes, murió prematuramente a los 49
años de edad, mientras que Sjöwall, nacida en Estocolmo (1935), todavía vive .
Varias de sus obras han sido llevadas al cine: ‘Roseanna’, ‘Un hombre en el tejado’, ‘‘El hombre del balcón’, ‘El
maratón de Estocolmo’ y ‘Beck’. En sus novelas retratan una Suecia oscura y
gris en la que siempre hace mal tiempo. El grupo de policías que dirige Martin Beck se enfrenta a los diferentes
casos desde la paciencia y el escepticismo de quienes saben que las cosas, a
menudo, no son lo que parecen.
Para
Henning Mankell en el prólogo de Roseanna, la primera de las diez novelas
de la serie de Sjöwall y Wahlöö,
aparecida en 1965, y recientemente reeditada, nos dice: “No sabría decir cuántas veces me han preguntado qué han significado
para mí los libros de Sjöwall y Wahlöö. Creo que cualquiera que haya escrito
sobre crímenes como reflejo de una realidad social ha sido inspirado, de una
manera u otra, por ellos. Rompieron con las tendencias preexistentes en la
novela policíaca”. En ese sentido Arne Dahl dice “Es raro que una tradición literaria tenga
unos auténticos padres. Y aún más raro que los tenga todo un género.”
En
estas líneas no hacemos sino reconocer ese esfuerzo y rendir un humilde
homenaje a esta pareja de escritores que fueron capaces de revolucionar un
género, que de algún modo ha cambiado en el mundo entero.
©F.Basallote
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