RESEÑAS DE OBRAS DE POETAS ESPAÑOLES
La sombra y la apariencia de Andrés
Sánchez Robayna
ESENCIA DE LA LUZ
Sobre La sombra y la
apariencia de
Andrés Sánchez Robayna
Tusquets.2010
Existe una poesía de la luz, denominación que en la poesía
contemporánea tiene el más claro ejemplo
en la poesía de Elytis: “En el principio la luz y la hora
primera”. La luz
es un elemento
fundamental en su lírica basada en la
raíz esencial del arte griego: “los
europeos y los occidentales, hallan
siempre el misterio en la oscuridad, en la noche, mientras que los griegos lo
hallamos en la luz, que es para nosotros algo absoluto…”, dice el poeta. En
nuestra poesía están y estarán siempre presentes los versos de Juan Ramón: “Y en esa luz está tú;/pero no sé dónde
estás /no sé dónde está la luz.” o “ Luz vertical,/ luz tú/ alta luz tú,/ luz
oro;/ luz vibrante, luz tú./ Y yo la negra, ciega, sorda sombra horizontal”, recogido
en La estación total
con Las canciones de la nueva luz, un libro
fundamental en la trayectoria poética de Juan Ramón Jiménez en su " anhelo creciente de totalidad".
Su poema: “Luz vertical, /
luz tú/ alta luz tú, / luz oro; / luz vibrante, luz tú. / Y yo la negra, ciega,
sorda sombra horizontal” nos conduce directamente al último libro de Andrés Sánchez Robayna, La sombra y la apariencia, sin luz
no hay sombra; sin sombra, no hay luz humana:
“Donde incluso la sombra/ tiene luz, / allí el verano/ se dice. // Donde la
oscuridad/ te dice, / palabra, / aún dices luz”. Un poeta de la esencialidad que en la luz realiza su visión poética, en un cierto
parecido juanramoniano en el camino de
la totalidad. De este libro dice el crítico Juan Antonio Masoliver: “Poesía que rechaza toda decoración y que
sin embargo encuentra la intensidad de su esencia en el adjetivo: luz negra,
luz caliza, luz de mica, sol lento, sol blanco, ruido blanco, ápice blanco…”.
Andrés
Sánchez Robayna (Santa Brígida, Las Palmas, 1952) está considerado como uno de
los más destacados poetas canarios. A su excepcional obra lírica, con gran
influencia de los mitos insulares, une
su condición de filólogo, traductor y profesor de Literatura Española en la Universidad de la Laguna.
En su poesía es patente la influencia de la “poesía pura” de Juan Ramón, y la
presencia cercana de José Ángel Valente, aunque como dice el citado Juan Antonio Masoliver: “Es una poesía que ha superado todo el lenguaje subjetivo de la
tradición lírica, el culturalismo, el conceptualismo y la abstracción de tanta
poesía contemporánea y, finalmente, el esteticismo, esta belleza decorativa que
se convierte casi en un valor moral. Estamos, simplemente, ante y en la
plenitud del objeto, de su materia, de su luz y de su forma.” En unas recientes declaraciones el poeta dice:
“No concibo ningún aspecto o faceta de mi
vida sin la presencia de la palabra poética. Casi desde que tengo uso de razón,
y desde mi descubrimiento de lo poético en unos años en los que estamos más
resueltamente predispuestos a ello —aunque sólo sea porque, en ese período, una
magia envuelve todas las dimensiones de la experiencia, empezando por la del
lenguaje—, la palabra poética ha condicionado y determinado mi ser más profundo
y lo ha conducido a lugares del espíritu que no sé si hubiera conocido de otro
modo.”
Siete
conjuntos de poemas forman este libro: Inicial, o fracturas de una invitación
imperiosa, Correspondencias, Sobre una confidencia del mar griego, En el centro
de un círculo de islas, Reflejos en el día de año nuevo, Del lugar del zunzún,
y Urnas y fugas. El primero: Inicial, o fracturas de una invitación imperiosa,
es a la par que definición de principios:
“Tu que has amado el sol/ y el centro, y que deseas/adentrarte en la luz,”
ratificación de la búsqueda e invocación:
“Armonía del mundo, dame el misterio último de la isla no hallada”. En Correspondencias, con un cierto
carácter elegíaco, mantiene su constante: “…/Arriba,
el ojo hueco, / el cedazo sagrado. /Llegan la luz, la lluvia, / a tus manos,
abajo.”. El tercero, Sobre una
confidencia del mar griego, fue publicado parcialmente en 2005, se centra en el mar, los dioses griegos y la
luz mediterránea: “Los dioses sonreían en
las aguas brillantes. / No mueran esos dioses .Que sonrían, / en lo eterno, y
el mar sea su sonrisa.”-, “¿Cuál es
el dios, entonces, / di, / del salitre en las sienes, / del deseo del ser?...”, “…Mira las islas / del espino y la higuera/
incendiada, míralas perdurar como una ofrenda al sol…”. En el centro de un
círculo de islas, fue publicado en 2007, es asimismo una evocación de las
islas griegas y de su luz: “…Donde la
oscuridad /te dice, / palabra, aun dices luz. /Donde / el cuerpo está, / dices
convocación, sol absoluto.”, “…Delos, fúlgida y leve, la belleza que cifras/ y
nos cifra, hace mucho que viajamos/ hacia ti desde un fondo de oscuridad…”.
En el quinto, Reflejos en el día de año
nuevo, incide en la nada, en el tiempo suspendido: “…Es la nada/ son las manchas del sol que rompen contra el mundo, /
desnudo, / más allá del saber, / en la tierra.”. “…Sobre la superficie de las cosas, el temblor, la nada deseante…” .
El sexto, Del lugar del zunzún, está
dedicado a Cuba, emplea aquí alejandrinos y endecasílabos, combinados con
prosa poética: “ …Años más tarde el niño
aquel lo supo: era la isla, sí, distinta e indistinta, la isla que tenía el
exacto, infinito tamaño de su sueño: el espacio del mundo, el sueño de la
tierra.”; “…Bajo los cabrilleos de
las aguas/ de sortilegio y reconciliación, / nos abrazaba el aire, y
encontramos/ el pez de oro en el centro de La Habana.”. En Urnas y fugas. hay
un “tombeau” a Mallarmé: “…La losa oscura. Una columna, / únicamente.
Encima, un ánfora…”y el poema Patmos, el más largo del libro: “…Regresas a los pastos/ de la palabra, cruzas la tarde,
hasta las aguas del principio, / oh, pastor de silencios, de la nada/ ávida de
una paz, la paz de Patmos.”
Tras ello
siguen sonando la voz del poeta: “la
palabra poética ha condicionado y determinado mi ser más profundo y lo ha
conducido a lugares del espíritu que no sé si hubiera conocido de otro modo.”. A
esos lugares nos ha trasladado con una asombrosa maestría, con la del ungido
por los dioses para diseñar los caminos de la luz…
©F.Basallote
Publicado en Papel Literario , 20/05/2011
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