Una poesía del
compromiso
La actual situación de nuestro país, en la que una política neoliberal
inspirada en el capitalismo europeo y apoyada en la parte más retrógrada de
nuestra sociedad con recortes en todos los aspectos de la sociedad del bienestar
y una creciente pérdida de libertades, ha provocado que el malestar sea una
constante en la vida cotidiana. La poesía como el arte en general no está de
espaldas a su tiempo, y si en un momento la poesía social fue el lamento
poético de esa época, hoy los poetas, la sensibilidad de los poetas, vibra con
tanta desolación, y hay voces, cada vez más, que se sienten obligadas a manifestar en su obra este paisaje de
destrucción del tejido social.
No hay poeta auténtico que no esté comprometido con su tiempo,
ya dijo Mario Benedetti que “El
verdadero artista es siempre comprometido...” así lo está nuestra historia rebosante de poetas comprometidos y, en
general, todos los pueblos que han experimentado en su carne la represión y el
desgarro y, numerosos los que sienten la agresión al hombre como propia.
Perteneciente por edad
a la generación histórica de los cincuenta, Antonio Gamoneda es un poeta que se
sale del perfil habitual de sus coetáneos. El dolor ante la injusticia, la
propensión a la belleza, y una piedad asentada en la fraternidad de los
desheredados, alcanzan en sus versos una rara intensidad expresiva al servicio
de un pesimismo esencial, en el que tiene un peso indiscutible la dureza de la
vida. Recientemente en unas declaraciones dijo lo siguiente, manifestando su
posición respecto a los acontecimientos que asolan a nuestro país: "Dentro de este accidente que es la
vida existe la solidaridad con el que sufre, con el amigo, y, como la vida
tiene dos caras, también encontramos la insurgencia poética que debe existir
ante la injusticia, ante el opresor, y hoy más que nunca". Añadiendo: “Tengo una pequeña filosofía con respecto
a lo que estamos viviendo: las cosas tiene que ponerse muy mal para que
cambien”. Entiende que la poesía debe ser social, por sus coordenadas
vivenciales: "es significativa de mi
interioridad, de mi subjetividad, pero yo estoy en una lengua, en un país, en
unas circunstancias históricas”
Dijo José Cabrera
Martos (Jaén, 1977) "No concibo la
poesía como devenir ajeno al mundo en el que vivo, sino como un compromiso del
hombre con su tiempo…” y haciendo
honor a su compromiso nos entrega Goethica,(
Ed. Point de Lunettes. Sevilla, 2009),
un poemario en el que al margen de otros componentes, es patente su
solidaridad, a veces en descarnada poesía. Claro que se dirá, ¿Cómo se quiere
lirismo cuando es tan patente el llanto…? , Pero el lector entenderá, sobre
todo después de haber leído algunas de las “Advertencias”
que escribe el autor al inicio del libro:” “Si
se produce prosodia dactílica, ataques cardíacos de libertad o apedreamiento de
pájaros, deje este libro…”
Ana Alvea Sánchez,.(Sevilla,
1969)En una acentuación de esa línea poética, más depurada, en algunos casos
acercándose a los espacios limítrofes con la poesía pura, acaba de publicar un nuevo poemario "Hallarme yo en el mundo", pero
hay una faceta en esta poética de lo cotidiano que es la visión desde esa
localización central de la poeta de
aspectos de lo social, en algunos poemas, que llevan el sello del
alegato ético. Así sucede en el poema en el poema “ La llamada”, en el que el actualísimo problema de los desahucios
toma forma en la voz de la poeta: “
…Apenas puedo oír una voz débil y temblorosa/ preguntando por una subasta./ El
banco –como ocurre desde la crisis-/ se ha quedado con la casa/…”, aunque
es en el profundo poema “ Reforma laboral”, donde ahonda en la
realidad cotidiana de este país nuestro constituyendo un manifiesto que debía
estar escrito en la conciencia de todos los poderes de este
país: “Reforma laboral”: A las tres de la madrugada/se despierta el
bebé como todos los días./Tiene hambre y ganas de jugar/acostumbrado a que sus
padres lo entretengan/a cualquier hora./No renovaron el contrato a la madre/por
su avanzado embarazo./“El gobierno está tomando/las medidas oportunas y
necesarias.”/A su padre lo despidieron/al no incorporarse de su baja/antes del
tiempo prescrito por el médico,/como le sugería su jefe/ .(una gran imprudencia
en tiempos de crisis)./“España va en buena dirección./”Está abierto el coto de
caza./Solo el bebé parece contento/y sonríe./ que su enorme y profundo alegato dice mucho
del compromiso social de la Poesía, que en verdad debe hallarse en el mundo, como lo hace valientemente Ana Alvea. Poesía comprometida, poesía de denuncia de
lo cotidiano: “Cerca de mi, una joven
rumana/ cruza triste el paso de cebra./Empuja un carro de supermercado/ como si
arrastrara el peso de su vida./ En él se amontonan todas sus pertenencias./…”
Dentro
de “Las palabras acostumbradas” (Guadalturia,
2012),de Lola Crespo su poesía es
como un inventario de catástrofes, en el que la palabra yace y emerge en
grito, en espejo de desolación., tiempo del Apocalipsis en el que “Tras unos ojos enjaulados/ sólo te observan
tus miedos.” , aunque la palabra es
aquí no solo lamento, sino denuncia como en el poema “Hora de cristales, tiempo de vidrio” en el que los desalojados del
sistema, los desarraigados, tienen su representación : “En
esta hora de cristales,/ una mujer duerme/ en el cajero de un banco,/ en el
centro de la ciudad./…” Un
bellísimo poema- acusación a esta sociedad mercantilizada y materialista en
este tiempo, en el que a pesar de todo,
“…no hay climalit posible que aísle de la nostalgia/…” que representa el grito unánime, las palabras
cuchillo para esta sociedad en la que “ un presentador de TV traduce el sonido de
la muerte.”
Joaquín
Pérez Azaústre, (Córdoba, 1976). En su
Vida y leyenda del jinete eléctricopone de manifiesto
toda la problemática del mundo actual , cuestionando en toda su crudeza
las relaciones entre identidad política
y democracia a nivel global, y a nivel
español incide ácidamente en la fonomenología de la crisis y sus circunstancias.
El autor que ha definido su poética: “Me interesa el compromiso con el hombre,
que no es una poesía panfletaria. Me interesa el rigor con el pasado, con el
lugar que nos corresponde, el latido del mundo en que vivimos ….”, lo demuestra
con esta obra que según él es un “poema
río” en el que pone de manifiesto
toda la problemática del mundo actual , cuestionando en toda su crudeza
las relaciones entre identidad política
y democracia a nivel global, y a nivel
español incide ácidamente en la fonomenología de la crisis y sus
circunstancias.
Recoge acontecimientos
próximos, como el pueblo indignado rodeando el Congreso: “patroclo sin jubón acampa ante el congreso” o “ como
va disentir ninguna eternidad de su
esquiva hipoteca/ vamos a rodear el congreso a vallarlo con la fiebre añadida/
sin sanidad ni estigmas que llevarse a los ojos…” o “mientras llega al bufete tu expediente el granito/ de una ejecución
hipotecaria”, imágenes de la crisis: “…ahora
sabes también los derechos son caros/ y la paz la pensión lujuriosa del
pobre/sanidad la justicia un adiós verdadero y cierta educación/ privatizan…”
de la situación que estamos viviendo: “
…porque todo es el canto del hachazo en la sien/ porque todo es
poesía más allá del desgarro/ poesía social por fin líbrame del cronida/ que ha
querido vestir su propia intimidad salivado reptil/ de una justicia blanca que se basta a sí
misma que perdona sus deudas….”o “
qué ruindad de país una constitución/ miserable del día vamos a rescatar…”, “
libertad libertad/ quién nos robó las llaves de la casa de acuario…”
“Las estrellas han
hallado otra forma de morir”(Guadalturia,
2013), de Carmen Ramos es un
poemario distinto de su obra anterior en muchas cosas, no solo en su concepción
poética sino en la estructura y sobre
todo su propio lenguaje, más depurado, con una emoción más personal hábilmente transmitida. Poeta de la
cotidianidad, habla de la vida diaria con un tono de escepticismo: “ Ya no existen los suburbios./ Todo el
mundo está confinado/ en pantallas de 15 pulgadas./…”· o de
melancólica tristeza: “
Esta tarde ha llovido/ mientras se iban cumpliendo / sus últimas horas/
y yo camino hacia casa/ en esta ciudad/ como una piel/ donde anónimo reside mi corazón,/…” . Escepticismo y tristeza que se convierten en activismo crítico ante la situación social
que vive este país, porque como dice ella misma: “Para mí – como poeta, como persona, como profesional – es muy difícil
separar lo que está pasando en el exterior de lo que estoy haciendo en ese
momento. Y por eso no puedo escribir manteniéndome en una posición “neutra”, no
puedo aislarme de lo que pasa afuera, porque eso me alimenta y yo alimento con
mi postura a esa situación. Esa es mi postura.” . Y ese activismo se manifiesta clamorosamente en su poesía : “… ¿Por qué lo llaman crisis cuando/
quieren decir estafa?/ ¿Por qué lo llaman contrato cuando/ quieren decir
explotación?/…/ ¿por qué lo llaman política cuando/ quieren decir mercado?/…”, y
su voz convierte en crítica la fábula de la cigarra y la hormiga: “…Y si te dicen que fui generosa,/ mienten.
Lo hice por interés/…/ Yo la miro desde mi mesa de raíces de caoba,/ como va de
un lado para otro, sirviéndome./ Ella y todos los que llamaron a mi puerta./
Ahora trabajan para mi,/ 5 días a la semana,/ 8 horas al día,/ con contrato,
vacaciones y lealtad./ …” o se
hace crónica lacerante de la
desesperación: “ Un suicidio a diario,/
como el grano de arena que cae,/ como la gota de agua/ que horada la roca /…”.
Ya no podemos decir que
“la poesía es un arma cargada de futuro”,
sino cargada de un dolorido y lacerante presente.
©F.BASALLOTE
Un texto estupendo.Muy buena entrada.Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Cordiales saludos.
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