domingo, 31 de mayo de 2015

POETAS ANDALUCES. PEDRO PEREZ CLOTET



POETAS ANDALUCES. PEDRO PEREZ CLOTET





Pedro Pérez-Clotet

Pedro Pérez-Clotet nace en 1902, en el mismo año que Alberti, Cernuda, Manuel Halcón, Nicolás Guillén... Vio la luz en plena sierra gaditana, en un lindo pueblo blanco, Villaluenga del Rosario .  A los once años ingresó en el colegio jesuita de San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María, donde también cursaron estudios Alberti, Juan Ramón Jiménez, Fernando Villalón y Muñoz Seca Inicia los estudios de Derecho en la Universidad Hispalense. Fue alumno de Pedro Salinas en dicha Universidad y compañero de Luis Cernuda y Joaquín Romero Murube. En 1925 llega a Madrid para hacer el doctorado. Asiste a las tertulias literarias organizadas por Juan Ramón Jiménez. Al terminar su tesis La política de Dios, de Quevedo, Pérez-Clotet dijo: «Empecé entonces a dejar de ser abogado...».

En la imprenta «Sur» de Málaga se imprime su primer libro, Signo del alba, en 1929. En ese mismo año fallece su madre y dos años más tarde su padre. En 1931 es designado alcalde de Villaluenga del Rosario. En su pueblo desarrolla una intensa actividad cultural. En 1932 crea la revista poética Isla, que es la primera de las numerosas revistas poéticas gaditanas del pasado siglo -nació en Cádiz el año 1932 y murió en Jerez en 1940-. Isla es uno de los órganos de expresión de mayor alcance literario y proyección social de los nacidos en la provincia de Cádiz. Entre sus colaboradores se encuentran: Aleixandre, Prados, Villalón, Miguel Hernández, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Carrasco, Dionisio Ridruejo, Pemán, Luis Rosales, Muñoz Rojas, Carmen Conde, Adriano del Valle... 

Al inicio de la guerra civil se fuga del pueblo ante el temor de una detención inmediata y marcha a Jerez, donde permanece hasta el año 1940. En Jerez se dedica plenamente a leer y escribir. Posteriormente se marcha a vivir a Ronda.
Pérez-Clotet se mostró en Signo del alba, como un auténtico poeta. En Trasluz, su lenguaje poético es aún más expresivo. El joven Miguel Hernández escribía en El Diario de Cádiz: «Para alternarlo con San Juan y Fray Luis sin inconveniente. Es el tiempo de las voces pacíficas, por serenas. Trasluz, creedlo me ha faltado: bello excesivo. Desnudo adánico como Eva. Adán, siendo poeta, hubiese hecho un libro así ante la sencillez y graciosidad pura de sus primeros ojos». En 1935 publicó A la sombra de mi vida, donde hay intensos y bellos poemas y donde se supera el surrealismo y aparece el intimismo simbólico. Posteriormente publica Invocaciones, A orillas del silencio, Presencia fiel, Soledades en vuelo, Noche del hombre, Mensajes y Como un sueño. En prosa, publicó La sierra de Cádiz en la literatura, Tiempo literario (I), Tiempo literario (II), Algunas notas sobre la Andalucía del Padre Coloma, Romances de la Sierra de Cádiz y Bajo la voz amiga. Pedro Pérez-Clotet muere en Ronda, en 1966.

Póstumamente se editó Primer adiós (Cádiz, 1974). Como inéditos quedaron dos títulos: Paisajes de ida y vuelta y Viento de montaña.


PERSONAJES DE LA HISTORIA DE RONDA Y LA SERRANÍA



Pedro Pérez-Clotet destacado poeta de la generación del 27 nace en 1902 en Villaluenga del Rosario (Cádiz) en el mismo año que Alberti, Cernuda, Manuel Halcón,
Pérez-Clotet cursa sus estudios primarios en su propia casa, hasta los once años que ingresa en el colegio jesuita de San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María,  junto con  Alberti, Juan Ramón Jiménez, Fernando Villalón y Muñoz Seca.
Estudia Derecho en la Universidad Hispalense .En dicha universidad tiene como maestro a Pedro Salinas y comparte aula con Luis Cernuda y Joaquín Romero Murube. Una vez licenciado se traslada a Madrid en 1925 para hacer el doctorado. Al mismo tiempo es asiduo a las tertulias literarias organizadas por Juan Ramón Jiménez. Al finalizar su tesis llamada "la Política de Dios, de Quevedo, Pérez Clotet añadió: “Empecé entonces a dejar de ser abogado...”.
Vuelve a Andalucía su tierra y en 1929 año en que fallece su madre se publica en la imprenta Sur de Málaga su primer libro titulado Signo del Alba, donde se mostró como un auténtico poeta de lenguaje expresivo en grado sumo, Miguel Hernández le dedicó unas palabras en el Diario de Cádiz:
“Para alternarlo con San Juan y Fray Luis sin inconveniente. Es el tiempo de las voces pacíficas, por serenas. Trasluz, creedlo me ha faltado: bello excesivo. Desnudo adánico como Eva. Adán, siendo poeta, hubiese hecho un libro así ante la sencillez y graciosidad pura de sus primeros ojos”.
En 1931 es nombrado alcalde de Villaluenga del Rosario, año en el que muere su padre. Bajo este cargo desarrollaría en su pueblo una intensa actividad cultural.
Tres años más tarde, en 1932 da vida a la revista poética Isla ,la primera de  todas las revistas poéticas gaditanas del pasado XX con una duración de ocho años de vida. Constituyó uno de los elementos de mayor alcance literario y repercusión social de todas las publicaciones que ofreció la provincia de Cádiz. Trabajaron con él en esta revista Aleixandre, miguel Hernández, Villalón, Prados, Jorge Guillén, Vicente Carrasco, Pemán, Luis Rosales, Gerardo Diego, Dionisio Ridruejo, Muñoz Rojas, Adriano de Valle y Carmen Conde entre otros.
En plena guerra civil contrae matrimonio con Aurea Moscoso natural de su mismo pueblo y se trasladan a Jerez por el temor de ser detenidos allí permanece dedicándose a leer y escribir sobre todo, publica en 1935 A la sombra de mi vida, obra llena de intensos y bellos poemas donde aparece el intimismo más simbólico. En el año 1940 instala su residencia en Ronda en la calle Tenorio, 1 junto a la Iglesia Santa María la Mayor y en donde hoy en día se encuentra situado el monumento de Ronda a este gran poeta. En esta casa  tendría una de las mejores bibliotecas de poesía de España.
Publicaciones destacadas de este gran escritos fueron: Invocaciones, A orillas del silencio, Presencia fiel, Soledades en vuelo, Noche del hombre, Mensajes y Como un sueño.  En prosa, publicó La sierra de Cádiz en la literatura, Tiempo literario (I),  Tiempo literario (II), Algunas notas sobre la Andalucía del Padre Coloma, Romances de la Sierra de Cádiz y Bajo la voz amiga.
En 1966 Pedro Pérez-Clotet fallece en Ronda. Tras su muerte se editó Primer adiós (Cádiz, 1974) y de manera inédita quedaron otros dos títulos: Paisajes de ida y vuelta y Viento de montaña. 
De Pérez Clotet se ha dicho que era un poeta enamorado de una pureza invisible, andaluz de los que viven despacio según sus palabras “Trabajo mucho y descansadamente, sin prisas... Esa ha sido la virtud más ambicionada en mi vida”.Creaba sus versos desde la soledad sin compromisos profesionales de él decian sus allegados que su poesía real o irreal, subreal o sobrereal “mantiene un turbador equilibrio de falsas perspectivas verdaderas”.Elaboró una obra de calidad llena de la belleza que envuelve su pueblo y cómo dijo el mismo:
Andaluz hondo: de los que viven la vida despacio: había afirmado, casi a modo de poética:
 Pérez-Clotet prefirió su agreste soledad para hundirse en la poesía sin compromisos
profesionales. Leopoldo de Luis hermana a Pérez Clotet con Rafael Porlán, dentro del 27, y considera  Pródiga en nombres, la famosa promoción del 27 ha dejado
atrás valores como Pérez-Clotet que elaboró  inmóvil que ronda su pueblo: Y es que, como dijo el poeta: 
“Sumiso pueblo esquivo -cal y nube-, 
hoy como ayer un agua fugitiva 
tras cada posesión; tras cada goce 
un aguijón de cálidos beleños. 
Hoy como ayer, mañana como siempre,
tan cierto amor que crece en el olvido”.
El día 11 mayo de 2003 en Ronda, la que fue su ciudad durante tantos años y vió su muerte ,se inauguró el monumento al poeta Pedro Pérez Clotet, Plaza del Poeta, junto a la iglesia de Santa María la Mayor y la placa conmemorativa en la casa donde vivió, en calle Tenorio, 1 en conmemoración de la fecha de su fallecimiento en 1966 dentro de los actos conmemorativos del centenario de su nacimiento en Villaluenga del Rosario en 1902.

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.








Poemas


Más allá del amor

Si en el amor la noche nos abrasa,
no es del amor el límite tan sólo
la profunda tiniebla. Dulce pluma
también le brinda el pálpito inefable
del misterio remoto, en voz, caricia.
Pluma o trémula llama que nos funde
con la pasión ardiente -¡oh puro fuego!-
de tantas altas noches inmoladas
noches del alma claras, trascendidas.
Nunca el amor, hoguera de la noche,
que en las divinas luces se contempla,
mas soledad nocturna de los hombres.
Nunca el amor, si el hombre sabe amarlo,
luz de nieves más tristes y fugaces.
Cuando en las noches negras desvalidas.


NOCHE TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):

Negro silencio. No temas
 que esta noche se te escape
 de las manos, alma, esta
 eterna noche del mundo

Como un ave se ha posado
 en el pretil de tus ojos.

Como una fugaz violeta
 de negrura se ha enredado
 a tus manos, palpitante.

No se siente ni el halago
 de la nieve en el sendero.

Ni se adivina la espada
 desvelada de la estrella.

Ni se vislumbra el brillante
 girón del cielo en el río.

Ni siquiera sueña el agua
 sus altos sueños de espuma.

El duro cielo no tiene
 esos vivos horizontes
 verdes, amarillos, granas,
 de las noches del estío,
 carruseles de los ojos.

El cielo está quieto y mudo.
 Perdido en la munda tierra

Abraza bien, alma mía,
 la hogaza de esta gran noche,
 eterna noche del mundo.

Esta noche fugitiva,
 que se ha posado en tus ojos. NOCHE TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):



Negro silencio. No temas
 que esta noche se te escape
 de las manos, alma, esta
 eterna noche del mundo

Como un ave se ha posado
 en el pretil de tus ojos.

Como una fugaz violeta
 de negrura se ha enredado
 a tus manos, palpitante.

No se siente ni el halago
 de la nieve en el sendero.

Ni se adivina la espada
 desvelada de la estrella.

Ni se vislumbra el brillante
 girón del cielo en el río.

Ni siquiera sueña el agua
 sus altos sueños de espuma.

El duro cielo no tiene
 esos vivos horizontes
 verdes, amarillos, granas,
 de las noches del estío,
 carruseles de los ojos.

El cielo está quieto y mudo.
 Perdido en la munda tierra

Abraza bien, alma mía,
 la hogaza de esta gran noche,
 eterna noche del mundo.

Esta noche fugitiva,
 que se ha posado en tus ojos.

viernes, 15 de mayo de 2015

POETAS ANDALUCES. JOSÉ LUÍS NÚÑEZ




POETAS ANDALUCES. JOSÉ LUÍS NÚÑEZ








José Luis Núñez fue un destacado poeta que vivió una corta vida de sólo 37 años en los tramos centrales y finales del siglo XX.(Espartinas, 1943-Sevilla, 1980) . 

Pertenece a lo que se ha llamado poetas de la Generación del Lenguaje o de los Sesenta, y colaboró como crítico literario en el diario ABC y en otras revistas de importancia. 

Entre sus méritos está la creación de la Colección de poesía Aldebarán para escritores noveles, además de un premio con ese mismo nombre. 

Entre su obra destaca una trilogía que con el sabor andaluz que siempre le acompañó en vida,  sus títulos: La larga sombra del eclipse,  1972;S.O.S. Sur,  1974, y Dormido paraíso, de 1978


Además de ellas  escribió: Las fronteras del desertor, 1965; Los motivos del Tigre, 1971; Mediums, 1978; Poemas, (Selección del libro Al paso alegre de la paz .1980 (póstumo).

Su obra “S.O.S. Sur” fue objeto, en el año 1973, del Premio Guipúzcoa de Poesía, habiendo sido anteriormente accésit del Premio Adonáis en 1970 y del Premio Internacional Álamo. 

Manuel Urbano, el poeta jiennense, recogió una mínima parte de la producción de José Luis Nuñez en la Antología “ Bodas de Hierro con la sangre” para la que ha utilizado las composiciones más cercanas a Andalucía y al Flamenco, libro que se editó con motivo de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla" de 1990.






José Luis Núñez fue un poeta comprometido con los problemas sociales andaluces. ABC


SEVILLA. «Dormido paraíso» es el nombre de la antología poética que acaba de aparecer del sevillano José Luis Núñez (1943-1980). Se trata de una iniciativa llevada a cabo por la hija del poeta, Belén Núñez,que ha sido apoyada por el Ayuntamiento de Espartinas, localidad natal del poeta, y la Diputación de Sevilla, y que ha sido editado por la editorial Renacimiento. Desde el año 1990 no salía publicada una antología de este poeta. En aquella ocasión fue la Bienal de Flamenco la que recopiló algunos poemas en una antología que se centraba en los temas más andaluces.
«Han pasado ya muchos años desde entonces y no se había hecho nada. Hacía falta remover su obra del olvido, por eso hablé con Abelardo Linares, director de la Editorial Renacimiento, para recoger en una antología poemas de todos sus libros e inéditos del libro «Al paso alegre de la paz». Estoy muy contenta por el resultado porque además esta editorial tiene mucha difusión», reconoce Belén Núñez.
En sus poemas Núñez refleja algunos de los problemas que afectaban a la Andalucía de aquella época, por eso los versos incluidos tienen un aire fundamentalmente social. Según su hija, entre los temas más recurrentes de José Luis Núñez se plantea el problema agro-andaluz, el del turismo o el analfabetismo: «A mi padre le preocupaba mucho Andalucía. Él nunca quiso una Andalucía de tópicos y veía esta región como una especie de paraíso dormido, como si se tratara de una bella durmiente».
Trilogía andaluza
El tema de Andalucía estuvo siempre tan presente en la vida de José Luis Núñez que éste dedicó una trilogía a su tierra: «La larga sombra del eclipse» (1972), «S.O.S. Sur» (1974) y «Dormido paraíso» (1978). De hecho, con «S.O.S. Sur» ganó en el año 1973 el prestigioso Premio Gipúzcoa de Poesía, «que le dio mucha más fama que cuando fue accésit en el año 1970 del Premio Adonais», reconoce Belén Núñez. Asimismo, fue accésit del Premio Internacional Álamo.
Entre las amistades más importantes de José Luis Núñez destacó la del escritor y crítico Rafael Laffón, con quien tenía una «estrechísima amistad»: «Laffón siempre hizo una crítica de todos sus libros de poemas en las páginas de ABC, además le propuso como futuro académico de la de Buenas Letras de Sevilla». El propio José Luis Núñez fue colaborador de ABC e hizo críticas literarias. Estando en vida Laffón, Núñez le dedicó un homenaje poético.
Entre las facetas más importantes del poeta de Espartinas hay que destacar la creación de la colección de poesía Aldebarán, en donde Núñez quiso dar una oportunidad a los escritores que comenzaban en ese momento o que no eran muy conocidos. Como director de Aldebarán convocó un premio de poesía con este nombre. Además en esta colección publicó a autores como Fernando Ortiz,Rafael Laffón, Ramírez Lozano o Antonio Luis Baena, y editó un libro inédito de Juan Ramón Jiménez, «La obra desnuda». Además, en 1978 creó otra colección paralela, Antares, y convocó un premio de poesía con el mismo nombre con una dotación económica «muy importante».
Premio José Luis Núñez
Otro de los proyectos que existen sobre este poeta es la recuperación del Premio José Luis Núñez de Poesía, que organizó su viuda, Belén Montes, hasta el año 1986, y ahora dirigirá su hija Belén: «A través de la editorial Renacimiento vamos a recuperar este año este premio. Cuando presentemos la antología vamos a convocar las bases del concurso. El ganador recibirá una dotación económica y la obra será publicada por esta editorial», comenta Belén Núñez.
Otro proyecto será el de la creación de una página web dedicada al poeta que será diseñada por su propio hijo, José Luis Núñez, que es ingeniero informático, y de cuyo contenido se ocupará su hermana Belén, que es poeta como su padre. Asimismo, la hija del poeta tiene la intención de editar el libro inédito de Núñez, «Al paso alegre de la paz».
Como dato curioso de su biografía, hay que destacar que José Luis Núñez quiso ser actor cuando llegó a Bercelona, aunque nunca llegó a ejercer como tal. Luego se dedicó a la poesía, compatibilizándolo con su trabajo en la Compañía Telefónica. Además fue un gran lector y siempre defendió a poetas como Cernuda o Lorca.
Aunque Belén Núñez sólo tenía 9 años cuando falleció su padre, lo recuerda como una persona «de una condición humana sin límites que siempre se entregó a los demás».

ANDRES GONZALEZ-BARBA


LOS MOTIVOS DEL TIGRE

UN TIGRE EN EL JARDÍN

A la espalda de todos fue creciendo, doblando
Su estatura, su sitio en el jardín.
Tenía
La piel surcada, repartida por un dios de justicia
en praderas de oro y florestas de sueño.
 Atrios,
gritos, juegos, cruzaba su portentosa agilidad
sin que nadie extrañase, diese al corro
de las discriminaciones.
Los días
ensachaban el zoo: garzas, mariposas de oriente,
caballitos de mar, añadiendo sus picos,
espuelas, algas, a la rueda
celeste del recreo.
Era la vida
aquello; sin culpas, sin oscuros
hereditarios de la pena.
Y sería, creciendo,
como una eterna primavera de jardín sobre el mundo
si un día, una tarde cualquiera, no acecha una tristeza
la mirada del niño, que ante un juguete roto
palideció, inocente; si alguien no planta cercas, jaulas,
en lugar de un puñado de pájaros al viento.
No tuvo más remedio la risa que alfombrar  de cuidados,
de precaución, de garras, sus fronteras de libertad,
acariciando el lomo del tigre para su causa:
gigante sueño que fijaría a la tierra,  
cual un tam-tam de mensaje infinito.
Marchara errante, solo –ay, desde entonces-
con su clamor de cárceles a cuentas;
floreciendo el jardín bajo la sombra compartida
de los hongos, que tal puños nacidos a nivel de la tierra,
protegían el estallido del valle aquel,
cargado de espesura virgen y altas
promesas de girasoles, domesticando el tiempo
amarillo del éxodo. Había muerto la amenaza
de un trópico subterráneo con su furor de humedad y raíces.
Y nacía la esperanza del regreso del tigre.

Las manos de los  hombres se aferraran, ayer, sobre la yerba
mínima que diera testimonio de su cuerpo;
visible rastro aún, vaho caliente
frente al diario peregrinaje de la niebla.
Lámparas tibias auguran su retorno, dan al sitio
pruebas, señales de ese templo sagrado
desde el mítico y verde ministerio
de su savia vivificadora, libre. 



SOS SUR

Y se nos muere el Sur con la alegría
y el color en los labios.
Lentamente,
casi sin anunciarnos su dolencia,
su álgida diabetes.
Qué agonía
diluída y confusa... La rubrican
los olvidos y lacran los anises
en sus pirámides vacías.
Qué
epidemia y qué muerte tan extraña.
Nadie teme el contagio. Hasta se acercan
con más curiosidad, menos modales,
maneras precautorias.
Ay, amigos,
que se nos muere el Sur y no dispone
siquiera de un cadáver a propósito.









Dormido paraíso
(1978).( soneto dedicado a la guitarra)

Encantado matraz. Cuna ambulante
de los genios del Sur. Torre sin ley
de gravedad, rendida. Ojo de buey
sobre el mar telegráfico del cante.

Parto simaés. Caminos de bramante
por los que vaga, errático, Undivé y
sacrifican sus picos de carey
las palomas del tacto. Sibilante,

descarnada pupila. Caja huera
donde el viento redondo se deslía
y ruge ante el serrallo, eunuco y vano,
al ver cómo da a luz la cuerda austera
y cómo se cristiana la armonía
 en la concha andaluza de una mano.