POETAS ANDALUCES. PEDRO PEREZ CLOTET
Pedro Pérez-Clotet
Pedro Pérez-Clotet nace en 1902, en el mismo año que Alberti, Cernuda,
Manuel Halcón, Nicolás Guillén... Vio la luz en plena sierra gaditana, en un
lindo pueblo blanco, Villaluenga del Rosario .
A los once años ingresó en el colegio jesuita de San Luis Gonzaga del
Puerto de Santa María, donde también cursaron estudios Alberti, Juan Ramón
Jiménez, Fernando Villalón y Muñoz Seca Inicia los estudios de Derecho en la
Universidad Hispalense. Fue alumno de Pedro Salinas en dicha Universidad y
compañero de Luis Cernuda y Joaquín Romero Murube. En 1925 llega a Madrid para
hacer el doctorado. Asiste a las tertulias literarias organizadas por Juan
Ramón Jiménez. Al terminar su tesis La
política de Dios, de Quevedo, Pérez-Clotet dijo: «Empecé entonces a dejar
de ser abogado...».
En la imprenta «Sur» de Málaga se imprime su primer libro, Signo del alba, en 1929. En ese mismo
año fallece su madre y dos años más tarde su padre. En 1931 es designado
alcalde de Villaluenga del Rosario. En su pueblo desarrolla una intensa
actividad cultural. En 1932 crea la revista poética Isla, que es la primera de las numerosas revistas poéticas
gaditanas del pasado siglo -nació en Cádiz el año 1932 y murió en Jerez en
1940-. Isla es uno de los órganos de
expresión de mayor alcance literario y proyección social de los nacidos en la
provincia de Cádiz. Entre sus colaboradores se encuentran: Aleixandre, Prados,
Villalón, Miguel Hernández, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Carrasco,
Dionisio Ridruejo, Pemán, Luis Rosales, Muñoz Rojas, Carmen Conde, Adriano del
Valle...
Al inicio de la guerra civil se fuga del pueblo ante el temor de una
detención inmediata y marcha a Jerez, donde permanece hasta el año 1940. En
Jerez se dedica plenamente a leer y escribir. Posteriormente se marcha a vivir
a Ronda.
Pérez-Clotet se mostró en Signo del alba, como un auténtico poeta.
En Trasluz, su lenguaje poético es aún más expresivo. El joven Miguel
Hernández escribía en El Diario de Cádiz: «Para
alternarlo con San Juan y Fray Luis sin inconveniente. Es el tiempo de las
voces pacíficas, por serenas. Trasluz, creedlo me ha faltado: bello excesivo.
Desnudo adánico como Eva. Adán, siendo poeta, hubiese hecho un libro así ante
la sencillez y graciosidad pura de sus primeros ojos». En 1935 publicó A
la sombra de mi vida, donde hay intensos y bellos poemas y donde se supera
el surrealismo y aparece el intimismo simbólico. Posteriormente publica Invocaciones,
A orillas del silencio, Presencia fiel, Soledades en vuelo, Noche del hombre,
Mensajes y Como un sueño. En prosa, publicó La sierra de Cádiz en
la literatura, Tiempo literario (I), Tiempo literario (II), Algunas notas sobre
la Andalucía del Padre Coloma, Romances de la Sierra de Cádiz y Bajo la
voz amiga. Pedro Pérez-Clotet muere en Ronda, en 1966.
Póstumamente se editó Primer adiós (Cádiz, 1974). Como inéditos
quedaron dos títulos: Paisajes de ida y vuelta y Viento de montaña.
PERSONAJES
DE LA HISTORIA DE RONDA Y LA SERRANÍA
Pedro Pérez-Clotet destacado poeta
de la generación del 27 nace en 1902 en Villaluenga del Rosario (Cádiz) en el
mismo año que Alberti, Cernuda, Manuel Halcón,
Pérez-Clotet cursa sus estudios
primarios en su propia casa, hasta los once años que ingresa en el colegio
jesuita de San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María, junto con
Alberti, Juan Ramón Jiménez, Fernando Villalón y Muñoz Seca.
Estudia Derecho en la Universidad
Hispalense .En dicha universidad tiene como maestro a Pedro Salinas y
comparte aula con Luis Cernuda y Joaquín Romero Murube. Una vez licenciado se
traslada a Madrid en 1925 para hacer el doctorado. Al mismo tiempo es asiduo
a las tertulias literarias organizadas por Juan Ramón Jiménez. Al finalizar
su tesis llamada "la Política de Dios, de Quevedo, Pérez Clotet añadió:
“Empecé entonces a dejar de ser abogado...”.
Vuelve a Andalucía su tierra y en
1929 año en que fallece su madre se publica en la imprenta Sur de Málaga su
primer libro titulado Signo del Alba, donde se mostró como un auténtico poeta
de lenguaje expresivo en grado sumo, Miguel Hernández le dedicó unas palabras
en el Diario de Cádiz:
“Para alternarlo con San Juan y
Fray Luis sin inconveniente. Es el tiempo de las voces pacíficas, por
serenas. Trasluz, creedlo me ha faltado: bello excesivo. Desnudo adánico como
Eva. Adán, siendo poeta, hubiese hecho un libro así ante la sencillez y
graciosidad pura de sus primeros ojos”.
En 1931 es nombrado alcalde de
Villaluenga del Rosario, año en el que muere su padre. Bajo este cargo
desarrollaría en su pueblo una intensa actividad cultural.
Tres años más tarde, en 1932 da
vida a la revista poética Isla ,la primera de todas las revistas
poéticas gaditanas del pasado XX con una duración de ocho años de vida.
Constituyó uno de los elementos de mayor alcance literario y repercusión
social de todas las publicaciones que ofreció la provincia de Cádiz.
Trabajaron con él en esta revista Aleixandre, miguel Hernández, Villalón,
Prados, Jorge Guillén, Vicente Carrasco, Pemán, Luis Rosales, Gerardo Diego,
Dionisio Ridruejo, Muñoz Rojas, Adriano de Valle y Carmen Conde entre otros.
En plena guerra civil contrae
matrimonio con Aurea Moscoso natural de su mismo pueblo y se trasladan a
Jerez por el temor de ser detenidos allí permanece dedicándose a leer y
escribir sobre todo, publica en 1935 A la sombra de mi vida, obra llena de
intensos y bellos poemas donde aparece el intimismo más simbólico. En el año
1940 instala su residencia en Ronda en la calle Tenorio, 1 junto a la Iglesia
Santa María la Mayor y en donde hoy en día se encuentra situado el monumento
de Ronda a este gran poeta. En esta casa tendría una de las mejores
bibliotecas de poesía de España.
Publicaciones destacadas de este
gran escritos fueron: Invocaciones, A orillas del silencio, Presencia fiel,
Soledades en vuelo, Noche del hombre, Mensajes y Como un sueño. En
prosa, publicó La sierra de Cádiz en la literatura, Tiempo literario
(I), Tiempo literario (II), Algunas notas sobre la Andalucía del Padre
Coloma, Romances de la Sierra de Cádiz y Bajo la voz amiga.
En 1966 Pedro Pérez-Clotet fallece
en Ronda. Tras su muerte se editó Primer adiós (Cádiz, 1974) y de manera
inédita quedaron otros dos títulos: Paisajes de ida y vuelta y Viento de
montaña.
De Pérez Clotet se ha dicho que
era un poeta enamorado de una pureza invisible, andaluz de los que viven
despacio según sus palabras “Trabajo mucho y descansadamente, sin prisas...
Esa ha sido la virtud más ambicionada en mi vida”.Creaba sus versos desde la
soledad sin compromisos profesionales de él decian sus allegados que su
poesía real o irreal, subreal o sobrereal “mantiene un turbador equilibrio de
falsas perspectivas verdaderas”.Elaboró una obra de calidad llena de la
belleza que envuelve su pueblo y cómo dijo el mismo:
Andaluz hondo: de los que viven la
vida despacio: había afirmado, casi a modo de poética:
Pérez-Clotet prefirió su
agreste soledad para hundirse en la poesía sin compromisos
profesionales. Leopoldo de Luis
hermana a Pérez Clotet con Rafael Porlán, dentro del 27, y considera
Pródiga en nombres, la famosa promoción del 27 ha dejado
atrás valores como Pérez-Clotet
que elaboró inmóvil que ronda su pueblo: Y es que, como dijo el
poeta:
“Sumiso pueblo esquivo -cal y
nube-,
hoy como ayer un agua fugitiva
tras cada posesión; tras cada
goce
un aguijón de cálidos
beleños.
Hoy como ayer, mañana como
siempre,
tan cierto amor que crece en el
olvido”.
El día 11 mayo de 2003 en Ronda,
la que fue su ciudad durante tantos años y vió su muerte ,se inauguró el
monumento al poeta Pedro Pérez Clotet, Plaza del Poeta, junto a la iglesia de
Santa María la Mayor y la placa conmemorativa en la casa donde vivió, en
calle Tenorio, 1 en conmemoración de la fecha de su fallecimiento en 1966
dentro de los actos conmemorativos del centenario de su nacimiento en
Villaluenga del Rosario en 1902.
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Poemas
Más allá
del amor
Si en el amor la noche nos abrasa,
no es del amor el límite tan sólo
la profunda tiniebla. Dulce pluma
también le brinda el pálpito inefable
del misterio remoto, en voz, caricia.
Pluma o trémula llama que nos funde
con la pasión ardiente -¡oh puro fuego!-
de tantas altas noches inmoladas
noches del alma claras, trascendidas.
Nunca el amor, hoguera de la noche,
que en las divinas luces se contempla,
mas soledad nocturna de los hombres.
Nunca el amor, si el hombre sabe amarlo,
luz de nieves más tristes y fugaces.
Cuando en las noches negras desvalidas.
Si en el amor la noche nos abrasa,
no es del amor el límite tan sólo
la profunda tiniebla. Dulce pluma
también le brinda el pálpito inefable
del misterio remoto, en voz, caricia.
Pluma o trémula llama que nos funde
con la pasión ardiente -¡oh puro fuego!-
de tantas altas noches inmoladas
noches del alma claras, trascendidas.
Nunca el amor, hoguera de la noche,
que en las divinas luces se contempla,
mas soledad nocturna de los hombres.
Nunca el amor, si el hombre sabe amarlo,
luz de nieves más tristes y fugaces.
Cuando en las noches negras desvalidas.
NOCHE TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):
Negro silencio. No temas
Negro silencio. No temas
que esta noche se te escape
de las manos, alma, esta
eterna noche del mundo
Como un ave se ha posado
en el pretil de tus ojos.
Como una fugaz violeta
Como una fugaz violeta
de negrura se ha enredado
a tus manos, palpitante.
No se siente ni el halago
No se siente ni el halago
de la nieve en el sendero.
Ni se adivina la espada
Ni se adivina la espada
desvelada de la estrella.
Ni se vislumbra el brillante
Ni se vislumbra el brillante
girón del cielo en el río.
Ni siquiera sueña el agua
Ni siquiera sueña el agua
sus altos sueños de espuma.
El duro cielo no tiene
El duro cielo no tiene
esos vivos horizontes
verdes, amarillos, granas,
de las noches del estío,
carruseles de los ojos.
El cielo está quieto y mudo.
El cielo está quieto y mudo.
Perdido en la munda tierra
Abraza bien, alma mía,
la hogaza de esta gran noche,
eterna noche del mundo.
Esta noche fugitiva,
Esta noche fugitiva,
que se ha posado en tus ojos. NOCHE
TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):
Negro silencio. No temas
que esta noche se te escape
de las manos, alma, esta
eterna noche del mundo
Como un ave se ha posado
en el pretil de tus ojos.
Como una fugaz violeta
Como una fugaz violeta
de negrura se ha enredado
a tus manos, palpitante.
No se siente ni el halago
No se siente ni el halago
de la nieve en el sendero.
Ni se adivina la espada
Ni se adivina la espada
desvelada de la estrella.
Ni se vislumbra el brillante
Ni se vislumbra el brillante
girón del cielo en el río.
Ni siquiera sueña el agua
Ni siquiera sueña el agua
sus altos sueños de espuma.
El duro cielo no tiene
El duro cielo no tiene
esos vivos horizontes
verdes, amarillos, granas,
de las noches del estío,
carruseles de los ojos.
El cielo está quieto y mudo.
El cielo está quieto y mudo.
Perdido en la munda tierra
Abraza bien, alma mía,
la hogaza de esta gran noche,
eterna noche del mundo.
Esta noche fugitiva,
Esta noche fugitiva,
que se ha posado en tus ojos.