domingo, 22 de septiembre de 2013

ARTÍCULOS: EL ARBOL DE LA DIOSA DE LOS OJOS GLAUCOS










EL ÁRBOL DE LA DIOSA DE LOS OJOS GLAUCOS EN LA POESÍA


La planta elegida por la diosa de los ojos glaucos,  como regalo a los hombres y símbolo de la paz  que  desde los fenicios puebla las orillas del mediterráneo,  constituye una pieza esencial en el paisaje de Andalucía  y con esa enorme fuerza cósmica de su origen mitológico lo conforma  y personaliza.

No han sido insensibles los poetas andaluces a su presencia  rotunda y antigua en el paisaje y en la vida del pueblo: 

Así verá Antonio Machado, con certeza telúrica,  su presencia en  el paisaje andaluz  en Los olivos

(…)¡ El campo andaluz, peinado
por el sol canicular
de loma en loma rayado
de olivar, y de olivar (…)

Esta  profundidad del campo andaluz,  su paisaje total es a veces definido con la certeza de muy pocos versos,  transidos siempre de la personal visión de Federico García Lorca,
que  en el Poema de la Soleá, unos cortos versos tienen la hondura absoluta del paisaje andaluz:


 (…) Sobre el monte pelado
un calvario.

Agua clara

y  olivos centenarios.(…)

Rafael Alberti se impregnará de paisaje andaluz  en su Carta a Horacio:

(…) Laureles y romeros y zarzales,
restos de mirtos, la salvaje higuera,
 raquíticos manzanos, viejos robles,
lastimados, agónicos olivos,(…)

 Y en “Resurrección de la esperanza” , Vicente Nuñez describe el paisaje marcado por  la oculta ventura de los olivares:

(...)Mira el hondo camino que baja al Aceituno,
Cortijo -Rey, la azuda, las salinas, el río…
un día para siempre hacia allí nos iremos
y entre los olivares y su oculta ventura(…)

Dos poetas sevillanos de la Generación del 27, Rafael Laffón y Joaquín Romero Murube,   nos describen   paisajes  de la tierra con la concisa exactitud de sus versos. En Es una novia Sevilla,  Rafael Laffón  dice:


(…)De una banda, grana el trigo,
de otra banda, el olivar;
 detrás se empina la sierra
 con tocas de madroñal.(…),

y en Canción con ella , Joaquín Romero Murube escribe:

(…) Los olivos, dulcemente,
subían collados mansos
hacia invisibles contornos/
de soledades y pájaros.(…) .

Y ésta es la visión de su Puente Genil natal  que nos da Ricardo Molina en su Carta a Juan Rejano

(…).Desde la cumbre desnuda del Cerro
de Jesús aun se siguen divisando
las blancas huertas y el Genil; al fondo
Castillo Anzul de oro entre olivares(…)

La inagotable fuente de los colores y de la plenitud sensorial que humaniza en su exaltación el cósmico misterio de la tierra alzada,  montes oscuramente azules o encendidos de la sierra ,  en boca de Mario López en  Tormenta de final de verano:


(…) Encienden las veletas sus barrocos santelmos
- gallos y ángeles de herrumbre- en el relámpago azul de los olivos
y por Sierra Nevada el arco iris sangra el plomizo otoño de las nubes(…)

Mientras que el magma incandescente de esta tierra detenida  en el Canto al Sur  de  Juan Bernier :

(…) entre los olivos y los naranjalesel canto estival de la chicharra
como el ruido de una sangre que hierve a borbotones: sangre del Sur(…)

El campo solitario y solar, de vid y olivo,  es cantada por José Mª Requena

….El silencio ceniza del camino
crucificaba al sol en las chumberas,
mientras la brisa verde y lagartija
endemoniados dedos paseaba
por las nucas chavalas de las viñas.
Bajo imposibles sueños naranjeros
se achicaban amargos los olivos….

O la majestad vegetal ensalzada por Manuel Rios Ruíz:

....La zarza estremecida, la adelfa sumisa, la majestad crucificada del olivo,
viñas del candor y del cantar.....

Y la canción de Emilio Prados en Carcuna:

(…)Arisca es la sierra,
verde el retamar.
La flor del olivo
floreciendo está(…)

En el tratamiento poético del paisaje del campo por los poetas andaluces el olivo junto con el barbecho y la pobreza del pegujal están presentes en algunos de ellos, como sucede con Julio Mariscal

(…) Camino entre dos barbechos:
adónde me llevarás ?
Si a un pueblo de marineros,
o a un pueblo blanco de sal
Entre olivos prisionero(…)

para quien el camino entre olivares es un símbolo de destino :

(...)la lengua polvorienta del camino
lamiendo una miseria de olivares(...)

Otras veces el olivo es nostalgia, recuerdos que viajaron por el Atlántico hacia el destierro, como los evoca  Emilio Prados en su poema Cuando era primavera:


(…) Cuando era primavera en España:
los olivos temblaban
adormecidos bajo la sangre azul del día(…)

Aunque siempre ha sido una antigua fortuna, heredada de pueblos antiguos  hijos de Atenea, a quien con Manuel Mantero en su Oráculo de Atenas , hemos de decirle:

(…) ¿Cómo no amarte, diosa del olvido,
si creaste el olivo, verde arcano(…)


F.Basallote




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