Sobre “MIENTRAS LA LUZ” de LOLA
MASCARELL
XII Premio Internacional de Poesía Emilio Prados
Pre-Textos. Valencia, 2013
Lola
Mascarell , (Valencia, 1979), profesora de Lengua y Literatura , dirige el Taller de
Narrativa de la
Universidad Politécnica de Valencia. Ha colaborado con críticas,
reseñas y textos periodísticos
en medios de comunicación. Ha publicado
dos obras, la primera en 2010, “Mecánica
del Prodigio”, (poemario), en
Pre-Textos, y la segunda “Palabras
en el yunque: memorias de un taller de escritura” (ensayo), publicada por
la editorial Cocó, 2012. Con “Mientras la
luz” ha obtenido el XII Premio Internacional de Poesía Emilio Prados, del
Centro Cultural Generación del 27 .
De su obra ha dicho la autora: “Hay una idea vaga, tal vez, que gira en
torno a ese instante en que todo está a punto de desvanecerse, de ser borrado,
ese momento previo a la noche pero que todavía sigue siendo territorio de luz.
Y de ahí surge la necesidad de cantar esa luz mientras la luz persiste,
cantarla mientras se apaga para hacerla durar. El adverbio mientras me sugiere
esa doble lectura, esa tonalidad agridulce, porque tiene algo que nos lleva a
celebrar la duración de las cosas, pero a la vez contiene ya en sí mismo algo
de despedida.”
En
este poemario hay una constante celebración del instante, ese espacio breve e
intenso entre la luz que aparece y su despedida, ese “mientras la luz” permanece en el fulgor de su exuberancia
esplendorosa. En el primer poema del libro que se titula de igual forma, dice: “… Todo está en la ventana, soy el marco/
que reúne y contiene los compases/ de este instante inmortal, de este
intervalo./…”. Y en esta celebración hay un cierto paralelismo al haiku, en cuanto la poeta se coloca
fuera del suceso, como aquellos haijines
recorre su camino y descubre el espíritu
del mundo: “ …Frente a mi, en el jardín,
sobre la hierba,/ hay un pájaro muerto/ con las alas abiertas hacia el cielo.”
; “ Al fondo del jardín, donde la
sombra,/ abriéndose a la luz que aún le
alcanza,/ se entrega desprendida / la ofrenda del hibisco. Su flor de un solo
día./…” , llegando a aproximarse tanto al haiku como en: “…El oro
atenuado de la tarde/ dibuja en el vacío/ un camino de polvo y de nostalgia./…”.
Poemas donde además se manifiesta una cierta influencia de Machado, esa
percepción del tiempo y del espacio, como coordenadas inmutables del
poeta… También la memoria, ¿qué poeta prescinde de ella?, de quien José
Emilio Pacheco dijo que “toda la poesía
es memoria” . Y esta poesía también lo es: “ …La niña que yo fui/ camina por la estancia, va uniendo las teselas
con sus pasos, transforma aquel mosaico en una senda de cábalas y cálculos./…”
, “…Recuerdas, y es muy nítido el
recuerdo,/ las palabras leídas tantas veces,/…” . Sin embargo, hay otra
presencia fundamental, la que aglutina la realidad del mundo poético, que es el
yo, su presencia a veces gozante: “ Aquí
donde la rosa, donde el tiempo no tiene/ espinas todavía,/ me he sentado a
mirar cómo atardece./…” ; “ …Todo es fijo y eterno en este instante,
/todo es vuelta y principio:/ las olas, su temblor, la arena tibia, / el
pálpito del agua,…/…”, sin faltar el amor, ese otro parámetro ineludible: “…¿Quién dijo que el feliz sólo se sabe /
feliz cuando ha dejado ya de serlo?/ Yo sé que hace un momento/ ardió un eco de
dicha en esta casa,/ que ardió entre las paredes y los muebles,/ que ardió,
loco de amor, entre las sábanas./...” .
Un
poemario dignamente premiado, en el que la poesía se convierte en cántico, en
lúcida memoria de los gozos del mundo, un precioso homenaje a la vida en un lenguaje
realmente sencillo, certero y preciso que construye en sus versos unos
instantes verdaderamente deliciosos y que sitúan a la autora en el ámbito de la
poesía de la luz, muy valenciana, y al mismo tiempo en un camino que roza los linderos de una poesía esencial,
pura.
F.Basallote
Publicado en Papel-Literario, 16/07/2013
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