REFLEJOS DE EROS
Desde
Safo hasta Ana Rossetti, o desde Wallada
la Omeya a Alejandra
Pizarnik , numerosas poetisas han incorporado a nuestra literatura a través
del tiempo dentro de la poesía amorosa, una lírica
especial de la pasión que exalta el deseo y acepta el cuerpo como elemento sustancial en el gozo de la
sensualidad. Sin embargo es en la segunda mitad del siglo XX cuando se consolida la
poesía erótica femenina con una personalidad propia derivada,
sin ningún género de dudas, del nuevo rol femenino en una sexualidad en la que la mujer pasa de ser objeto a ser
sujeto trascendido en todos los aspectos de la vida incluida la literatura.
En
la actualidad, entre las antologías de poesía erótica escrita por mujeres,
citamos La voz de Eros, de
Sheila Bravo; Breviario de los sentidos,
de Luzmaría Jiménez Faro; y Al filo del
gozo (2007), de la poetisa Marisa Trejo, en la que aparecen ciento
ocho poetisas americanas y españolas; aunque todas siguen la senda abierta por
Ramón Buenaventura con Las Diosas Blancas
(1985). Se trata de una antología de la joven poesía española de aquella época,
escrita por mujeres, en la que incluía a Amparo Amorós, Blanca Andréu, Luisa
Castro, Almudena Guzmán, Ana Rossetti, Juana Castro y Andrea Luca.
Dentro de este contexto y en la más
vigente actualidad, y siempre desde la perspectiva personal, hablaremos de
algunas obras recientes escritas por mujeres en las que la poesía erótica
destaca con intensidad, son poemarios de: Aurora
Luque, Marta Navarro, Ana Alvea, Laura Rosal y Nerea Riesco.
En
La
siesta de Epicuro, (Visor,2008),Aurora Luque, nos dice :“ A vivir y a gozar, que son dos días/ y uno sale
nublado, mi Catulo” o “los
muslos relucen embriagados:/ oro limoso, enigmas, / pirámides de luz…” por
detrás de los vehementes deseos: “Dulce
Ipsitilo mío, te lo ruego, /mi molicie, mi osezno, invítame/ a visitarte a la
hora de la siesta.” que provocan “…las
serpientes de ámbar,/ las medusas de fósforo, las furias…”, “..sus aullidos
carnales…” hasta lamentarse de la pérdida del vigoroso instrumento:
“El pájaro se ha muerto de mi amado./ Y
lo quería más que a sus entrañas./ Era tan cariñoso que saltaba/ de dicha cada
noche en su regazo.”
En Ocho islas y un invierno,(Ediciones
"El desembarco S.L.", Sevilla), Marta Navarro manifiesta su voluptuosidad “Bajo las dunas de tus ojos..” , “…Al anochecer,/
tus caderas señalan el camino/ de la pirámide roja…” cuando “
Atardece en la colina de tus labios” y “ Un horizonte de nubes/ ilumina
el camino hacia tus caderas/… /En las dunas de tu piel/ se detiene la nieve/
que mi cuerpo derrama/…” llegando a la profundidad del amor “ Bajo las faldas de Liuba/ unos dedos de agua/
descubren húmedos/ y ovalados caminos./Susurros de placer brotan/ de sus
caderas de arena y menta…”
Ana Alvea Sánchez en Interiores, (Ed. En Huída,
Sevilla,2010), descubre una luz distinta, un instante sorprendido que
culmina el tiempo.:”…vuelves tu/ y no me
alcanza la voz.” , “…como quien
descubre/ nuevo cada instante…”, “Como el calor de las chimeneas/ en los días
de lluvia,/ eres tú/ un cálido lugar…” y en la exaltación del reencuentro “Acude la ternura a mi boca…” y
“…dos cuerpos desnudos/ bebiéndose el uno al otro.” hasta conseguir :” Un
paisaje sereno:/ el mar, tu cuerpo…”.
Para Laura Rosal en También
mis ojos, (Cangrejo Pistolero Ediciones. Sevilla.2010) , el lirismo trasciende de la noche, se
hace bella filacteria en la cúpula del
amor, “ ¿ Y cómo no voy a tragarme todas
las flores/ Del cuerpo y delinear tu sombra ,/ Cuando ya te estés yendo?”, y es que el dolor llega a ser hermoso: “ Un dolor bello: /El dulce peso de la
noche/ al hundirme las costillas.”, terminando
con tan bello poema : “ Un pájaro en el
pecho/No una tristeza/Un sollozo enjaulado.”
Nerea
Riesco, en el poemario Desnuda y en lo oscuro,(Ed. En Huída,
Sevilla,2010) que comienza con este
haiku :” senda traslúcida/ de mi vientre
a mi pecho/ traza tu lengua” y
que como un océano de sensaciones se
abre : “…el mar que soy lame tus orillas,
/ te recubre de agua, provoca sacudida de olas, / te arrastra a lo más
profundo…/hasta que pueda escuchar un murmullo de caracolas/ anunciando que vas
a espumarte en mi…” , el éxtasis del placer
“ …vigila / en la frontera de la
piel que habito/…/ y busco la paz/ avanzando a tientas por mi vientre/
refugiándome en la piel mojada y sedosa/ sondeando el húmedo pasadizo/ que me
empuja a imaginar tus dedos/ hurgando en mis esencias encendidas”
Una
muestra de poetisas, esencialmente andaluzas, que podríamos añadir a la lista
de aquellas que han creado esta corriente poética merecedora de amplios estudios literarios y que
en estas breves pasajes nos deleitan con
su lectura.
©F.Basallote
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