jueves, 9 de enero de 2014

ARTÍCULOS. UNA POESÍA DEL COMPROMISO



Una poesía del compromiso










La actual situación de nuestro país, en la que una política neoliberal inspirada en el capitalismo europeo y apoyada en la parte más retrógrada de nuestra sociedad con recortes en todos los aspectos de la sociedad del bienestar y una creciente pérdida de libertades, ha provocado que el malestar sea una constante en la vida cotidiana. La poesía como el arte en general no está de espaldas a su tiempo, y si en un momento la poesía social fue el lamento poético de esa época, hoy los poetas, la sensibilidad de los poetas, vibra con tanta desolación, y hay voces, cada vez más, que se sienten obligadas a  manifestar en su obra este paisaje de destrucción del tejido social.


No hay poeta  auténtico que no esté comprometido con su tiempo, ya dijo Mario Benedetti que “El verdadero artista es siempre comprometido...” así lo está nuestra historia rebosante de poetas comprometidos y, en general, todos los pueblos que han experimentado en su carne la represión y el desgarro y, numerosos los que sienten la agresión al hombre como propia.


Perteneciente por edad a la generación histórica de los cincuenta, Antonio Gamoneda es un poeta que se sale del perfil habitual de sus coetáneos. El dolor ante la injusticia, la propensión a la belleza, y una piedad asentada en la fraternidad de los desheredados, alcanzan en sus versos una rara intensidad expresiva al servicio de un pesimismo esencial, en el que tiene un peso indiscutible la dureza de la vida. Recientemente en unas declaraciones dijo lo siguiente, manifestando su posición respecto a los acontecimientos que asolan a nuestro país: "Dentro de este accidente que es la vida existe la solidaridad con el que sufre, con el amigo, y, como la vida tiene dos caras, también encontramos la insurgencia poética que debe existir ante la injusticia, ante el opresor, y hoy más que nunca". Añadiendo: “Tengo una pequeña filosofía con respecto a lo que estamos viviendo: las cosas tiene que ponerse muy mal para que cambien”. Entiende que la poesía debe ser social, por sus coordenadas vivenciales: "es significativa de mi interioridad, de mi subjetividad, pero yo estoy en una lengua, en un país, en unas circunstancias históricas”


Dijo José Cabrera Martos (Jaén, 1977) "No concibo la poesía como devenir ajeno al mundo en el que vivo, sino como un compromiso del hombre con su tiempo…” y  haciendo honor a su compromiso nos entrega Goethica,( Ed. Point de Lunettes. Sevilla, 2009),  un poemario en el que al margen de otros componentes, es patente    su solidaridad, a veces en descarnada poesía. Claro que se dirá, ¿Cómo se quiere lirismo cuando es tan patente el llanto…? , Pero el lector entenderá, sobre todo después de haber leído algunas de las “Advertencias” que escribe el autor al inicio del libro:” “Si se produce prosodia dactílica, ataques cardíacos de libertad o apedreamiento de pájaros, deje este libro…”


Ana Alvea Sánchez,.(Sevilla, 1969)En una acentuación de esa línea poética, más depurada, en algunos casos acercándose a los espacios limítrofes con la poesía pura,   acaba de publicar un nuevo poemario "Hallarme yo en el mundo", pero hay una faceta en esta poética de lo cotidiano que es la visión desde esa localización central de la poeta de  aspectos de lo social, en algunos poemas, que llevan el sello del alegato ético. Así sucede en el poema en el poema “ La llamada”, en el que el actualísimo problema de los desahucios toma forma en la voz de la poeta: “ …Apenas puedo oír una voz débil y temblorosa/ preguntando por una subasta./ El banco –como ocurre desde la crisis-/ se ha quedado con la casa/…”, aunque es en el profundo poema “ Reforma laboral”, donde ahonda en la realidad cotidiana de este país nuestro constituyendo un manifiesto que debía estar escrito   en   la conciencia de todos los poderes de este país:  “Reforma laboral”: A las tres de la madrugada/se despierta el bebé como todos los días./Tiene hambre y ganas de jugar/acostumbrado a que sus padres lo entretengan/a cualquier hora./No renovaron el contrato a la madre/por su avanzado embarazo./“El gobierno está tomando/las medidas oportunas y necesarias.”/A su padre lo despidieron/al no incorporarse de su baja/antes del tiempo prescrito por el médico,/como le sugería su jefe/ .(una gran imprudencia en tiempos de crisis)./“España va en buena dirección./”Está abierto el coto de caza./Solo el bebé parece contento/y sonríe./   que su enorme y profundo alegato dice mucho del compromiso social de la Poesía, que en verdad debe hallarse en el mundo, como lo hace valientemente Ana Alvea.    Poesía comprometida, poesía de denuncia de lo cotidiano: “Cerca de mi, una joven rumana/ cruza triste el paso de cebra./Empuja un carro de supermercado/ como si arrastrara el peso de su vida./ En él se amontonan todas sus pertenencias./…”  


Dentro de “Las palabras acostumbradas” (Guadalturia, 2012),de  Lola Crespo    su poesía es  como un inventario de catástrofes, en el que la palabra yace y emerge en grito, en espejo de desolación., tiempo del Apocalipsis en el que “Tras unos ojos enjaulados/ sólo te observan tus miedos.” , aunque la palabra es aquí no solo lamento, sino denuncia como en el poema “Hora de cristales, tiempo de vidrio” en el que los desalojados del sistema, los desarraigados, tienen su representación  : “En esta hora de cristales,/ una mujer duerme/ en el cajero de un banco,/ en el centro de la ciudad./…”   Un bellísimo poema- acusación a esta sociedad mercantilizada y materialista en este tiempo, en el que a pesar de todo, “…no hay climalit posible que aísle de la nostalgia/…”  que representa el grito unánime, las palabras cuchillo para esta sociedad  en la que “ un presentador de TV traduce el sonido de la muerte.”


Joaquín Pérez Azaústre, (Córdoba, 1976). En su  Vida y leyenda del jinete eléctricopone de manifiesto  toda la problemática del mundo actual , cuestionando en toda su crudeza las relaciones entre   identidad política y  democracia a nivel global, y a nivel español incide ácidamente en la fonomenología de la crisis y sus circunstancias.   El autor que ha definido su poética: “Me interesa el compromiso con el hombre, que no es una poesía panfletaria. Me interesa el rigor con el pasado, con el lugar que nos corresponde, el latido del mundo en que vivimos ….”, lo demuestra con esta obra que según él es un “poema río” en el que pone de manifiesto  toda la problemática del mundo actual , cuestionando en toda su crudeza las relaciones entre   identidad política y  democracia a nivel global, y a nivel español incide ácidamente en la fonomenología de la crisis y sus circunstancias.

Recoge acontecimientos próximos, como el pueblo indignado rodeando el Congreso: “patroclo sin jubón acampa ante el congreso” o  “ como va disentir   ninguna eternidad de su esquiva hipoteca/ vamos a rodear el congreso a vallarlo con la fiebre añadida/ sin sanidad ni estigmas que llevarse a los ojos…” o “mientras llega al bufete tu expediente el granito/ de una ejecución hipotecaria”, imágenes de la crisis: “…ahora sabes también los derechos son caros/ y la paz la pensión lujuriosa del pobre/sanidad la justicia un adiós verdadero y cierta educación/ privatizan…” de la situación que estamos viviendo: “ …porque  todo es el  canto del hachazo en la sien/ porque todo es poesía más allá del desgarro/ poesía social por fin líbrame del cronida/ que ha querido vestir su propia intimidad salivado reptil/  de una justicia blanca que se basta a sí misma que perdona sus deudas….”o “ qué ruindad de país una constitución/ miserable del día vamos a rescatar…”, “ libertad libertad/ quién nos robó las llaves de la casa de acuario…”


“Las estrellas han hallado otra forma de morir”(Guadalturia, 2013), de Carmen Ramos es un poemario distinto de su obra anterior en muchas cosas, no solo en su concepción poética sino en  la estructura y sobre todo su propio lenguaje, más depurado, con una emoción más personal  hábilmente transmitida. Poeta de la cotidianidad, habla de la vida diaria con un tono de escepticismo: “ Ya no existen los suburbios./ Todo el mundo está confinado/ en pantallas de 15 pulgadas./…”·   o  de melancólica tristeza:    Esta tarde ha llovido/ mientras se iban cumpliendo / sus últimas horas/ y yo camino hacia casa/ en esta ciudad/ como una piel/ donde anónimo  reside mi corazón,/…”   . Escepticismo y tristeza  que se convierten en  activismo crítico ante la situación social que vive este país, porque como dice ella misma: “Para mí – como poeta, como persona, como profesional – es muy difícil separar lo que está pasando en el exterior de lo que estoy haciendo en ese momento. Y por eso no puedo escribir manteniéndome en una posición “neutra”, no puedo aislarme de lo que pasa afuera, porque eso me alimenta y yo alimento con mi postura a esa situación. Esa es mi postura.” . Y ese activismo se manifiesta  clamorosamente en su poesía : “… ¿Por qué lo llaman crisis cuando/ quieren decir estafa?/ ¿Por qué lo llaman contrato cuando/ quieren decir explotación?/…/ ¿por qué lo llaman política cuando/ quieren decir mercado?/…”, y su voz convierte en crítica la fábula de la cigarra y la hormiga: “…Y si te dicen que fui generosa,/ mienten. Lo hice por interés/…/ Yo la miro desde mi mesa de raíces de caoba,/ como va de un lado para otro, sirviéndome./ Ella y todos los que llamaron a mi puerta./ Ahora trabajan para mi,/ 5 días a la semana,/ 8 horas al día,/ con contrato, vacaciones y lealtad./ …”  o se hace  crónica lacerante de la desesperación: “ Un suicidio a diario,/ como el grano de arena que cae,/ como la gota de agua/ que horada la  roca /…”.



Ya no podemos decir que “la poesía es un arma cargada de futuro”, sino cargada de un dolorido y lacerante presente.


©F.BASALLOTE


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