LA NOVELA NEGRA
NÓRDICA y SUS ORÍGENES.
Sin duda la novela negra nórdica es hoy la más
abundante y vendida del mundo, pudiendo afirmarse que hay un “boom” de la novela negra nórdica, y
autores como Stieg Larsson, Henning Mankell, Arnaldur Indridason o Jo Nesbø
están entre los más vendidos en el mundo, liderando un género negro que, cada
día, gana más lectores.
Lo cierto es que esta "moderna literatura costumbrista" ha arraigado en una sociedad del bienestar en declive.
Los países nórdicos tienen, por ejemplo, las mayores tasas de delitos por mil
habitantes de toda la UE. El 20% de las mujeres reconoce haber vivido algún
episodio de violencia doméstica y el acoso escolar causa estragos . Unido esto
a la existencia de mafias de extranjeros fijadas tras los sucesivos episodios
bélicos y políticos en todo el mundo que aportaron núcleos de refugiados desde
hispanoamericanos hasta iraníes, pasando por los de los países del Este que han
afianzado mafias muy peligrosas.
Está claro que este
“boom” literario, no es sino la
consecuencia de un trabajo callado en el mundo de la creación literaria
originado por una pareja de novelistas que llevaron los postulados del 68 a este campo y que son el
origen de toda esta novela negra. . Se trata de
Maj Sjöwall y Per Wahlöö
escritores de origen comunista. Tras contraer matrimonio escribieron en pareja
diez novelas protagonizadas por el inspector Martin Deck. Wahlöö, nacido en Goteborg (1926), periodista
especializado en crímenes, murió prematuramente a los 49 años de edad, mientras
que Sjöwall, nacida en Estocolmo (1935), todavía vive. Varias de sus obras han
sido llevadas al cine: ‘Roseanna’, ‘Un
hombre en el tejado’, ‘‘El hombre del balcón’, ‘El maratón de Estocolmo’ y
‘Beck’. En sus novelas retratan una Suecia oscura y gris en la que siempre
hace mal tiempo. El grupo de policías que dirige Martin Beck se enfrenta a los diferentes casos desde la paciencia y
el escepticismo de quienes saben que las cosas, a menudo, no son lo que
parecen.
Para Henning
Mankell en el prólogo de Roseanna, la primera de las diez novelas
de la serie de Sjöwall y Wahlöö,
aparecida en 1965, y recientemente reeditada, nos dice: “No sabría decir cuántas veces me han preguntado qué han significado
para mí los libros de Sjöwall y Wahlöö. Creo que cualquiera que haya escrito
sobre crímenes como reflejo de una realidad social ha sido inspirado, de una
manera u otra, por ellos. Rompieron con las tendencias preexistentes en la
novela policíaca”. En ese sentido Arne Dahl
dice “Es raro que una tradición literaria tenga unos auténticos padres. Y
aún más raro que los tenga todo un género.”
Y el noruego Jo Nesbo dice: "Al
igual que otros escritores como Raymond Chandler, Dashiell Hammett y Georges
Simenon, Sjöwall y Wahlöö han creado el género, las expectativas del lector de
cómo ha de ser una novela policíaca y, con ello, el punto de partida, el grado
cero a partir del cual todo escritor cuya obra lleve en la cubierta la promesa
de novela policíaca comienza su comunicación con el lector".
No cabe duda que
la extraordinaria difusión de la trilogía de novelas policíacas Millennium,
formada por Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de
gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire
, obra póstuma del periodista y escritor sueco Stieg Larsson ha sido decisivo para la publicidad y el
conocimiento de la novela negra sueca,
que durante las dos últimas décadas ha estado centrada en las novelas de Henning Mankell – la primera de ellas
Asesinos sin rostro, de 1991- y
especialmente en su protagonista el inspector de policía Kurt Wallander, un personaje repleto de humanidad y de
sensibilidad , que lo mismo que resuelve el más complicado asesinato se vuelve
a sí mismo para quejarse de su destino y pensar que debe jubilarse para dar
paso a una sociedad posmoderna que lo avasalla y que parece ya no entender.
Estos éxitos no son sino la
referencia universal de una literatura que con nombres como los también suecos:
Asa Larsson, cuyas novelas Aurora Boreal y Sangre derramada, han obtenido sendos premios como mejor Novela
Negra Sueca ; Jens Lapidus, con la Trilogia Negra de Estocolmo, Arne Dahl seudónimo de Jan
Arnald, autor de una serie denominada Misterio, Camilla Lamberg, cuya Princesa
de hielo fue un éxito de ventas con millones de libros vendidos, o Mari Jungstedt , con su obra “Nadie lo ha visto” Una generación de
novelistas que han conseguido dar un giro a la novela policiaca, convirtiéndola
además en novela social, descriptiva de la problemática de la sociedad
posmoderna de la que Wallander, tanto
se queja.
Una generación no exclusiva de Suecia, ya que
en todos los países nórdicos existen
escritores de este género que ha pasado a ser denominado genéricamente como “novela negra nórdica”. Así citaremos en primer lugar al islandés Arnaldur Indridason, un autor que se
desenvuelve, como pocos, en la tradición más realista del género negro: aquella
que prefiere, sencillamente, contar una historia: siendo La mujer de verde
una obra que aúna desarrollo, estructura y personajes tan normales y parecidos
a los vemos cotidianamente.
El noruego Jo Nesbø en su novela Petirrojo, da a conocer a Harry Hole, el agente que ha protagonizado sus obras y que es el culpable de que hoy se le conozca como uno de los grandes autores policíacos escandinavos, que al igual que su colega Wallander en Mankell, es un genio de la investigación acompañado de algunas manías y defectos que lo hacen más humano. También son noruegas Karin Fossum y Anne Holt. Karin Fossum es la creadora del inspector Konrad Sajer. Es una de las autoras más consolidadas de la nueva narrativa policíaca escandinava. Su estilo se centra en la introspección y las motivaciones psicológicas de los personajes que protagonizan sus historias. Ha obtenido el premio de los libreros noruegos por ¿Quién teme al lobo? Anne Holt, ex ministra de Justicia de Noruega, es en número de ventas la gran reina de la novela nórdica. Sus personajes el superintendente Yngvar Stubo y la criminóloga Inger Johanne Vik, forman un dúo implacable, que en su última novela Una mañana de mayo, deberán investigar el secuestro de la presidenta de EE UU durante una visita a Noruega.
Citaremos también los autores finlandeses Leena Lehtlainen cuya serie protagonizada por la agente de policía Maria Kallio, iniciada a mediados de los noventa con Mi primer muerto, de la que se han publicado once libros, la han convertido en la autora de novela policíaca más conocida de Finlandia, con veinte traducciones y más de un millón y medio de ejemplares vendidos en todo el mundo., y Arto Paasilina, con su Delicioso suicidio en grupo, en la que con humor, ironía y sarcasmo, crea una fábula en la que desenmascara los atajos hacia la muerte. Mencionaremos igualmente al danés Meter Hoeg que con su obra La señorita Smila y su especial percepción de la nieve, se ha situado en lo más alto del panorama literario danés, y con éxito de crítica y público en todo el mundo.
Como dice el
novelista noruego Jo Nesbø,: “la novela
negra europea bebe de un único origen: Maj Sjöwall y Per Wahlöö”. Sean
pues estas líneas un reconocimiento y humilde homenaje a esta pareja de escritores
que fueron capaces de revolucionar un género, que de algún modo ha cambiado en
el mundo entero.
© F.Basallote
He leído todos los de Henning Mankell sobre Kurt Wallander . Todos menos el último, "El hombre inquieto" y es porque me niego a leer sobre su decadencia total. La de Wallander, se entiende.
ResponderEliminarA los otros autores los he leído menos, pero voy a remediarlo, porque es un tipo género que me encanta .
Henning Mankell, es despues de los dos iniciadores:Maj Sjöwall y Per Wahlöö, el mejor de todos. Lástima, como dices , su decadencia que él mismo, creo que en la prensa sueca, sigue periódicamente.
ResponderEliminarDe los demás te recomiendo a Arnaldur Indridasum. Y por su peculiaridad narrativa y el territorio donde se desarrollan sus novelas: la histórica isla de Gotland, la sueca Mari Jungstedt.