SOBRE EL HAIKU
8.- LA PLASTICIDAD DEL
HAIKU
Siendo el haiku en su concisión y
brevedad de expresión completamente imagen, es imposible que esta
materialización de lo instantáneo no tenga una gran componente plástica y a
veces esa imagen intuida se preste a ser visualizada por los medios que las
artes plásticas ofrecen. Un haiku es algo similar a una pintura de la realidad.
En la cultura japonesa la interrelación entre las artes era común.
Así Bashô dice: “Saigoo en waka, Soogi en
renga, Sesshuu en pintura, Rikyuu en la ceremonia del té: lo que corre por
ellos es una misma cosa”
La propia caligrafía japonesa con sus
signos tan bellos lleva dentro de sí una gran componente plástica con un origen lejano en el que signo y objeto
tendrían algunas similitudes, que probablemente el lenguaje ha seguido uniendo,
ya que según Rodríguez- Izquierdo[i] , “en japonés “escribir” y “pintar” son conceptos que se expresan con el
mismo verbo…”
EL HAIGA
Cuando el poeta une haiku y dibujo
surge el haiga. Buson es el prototipo
de haijin que pinta, ya que fue famoso tanto por sus haiku como por sus
pinturas. También es conocido el caso de Bashô que aprendió pintura de su
discípulo Kyoroku. También Issa acompañaba sus haiku con dibujos.
El haiga alcanzó su mayor esplendor en el siglo XVII. En ese tiempo
floreció la pintura realista denominada
Ukiyoe que introduce en la pintura la figura humana.
Esta íntima compenetración entre
poesía y pintura, llega a veces a que en el colmo de la unión y de la síntesis,
el haijin, como le ocurrió muchas veces a Buson, ha sustituido en algunos haiku
algunas palabras por objetos.
Issa en el haiku :
Mariposa
del jardín;
si
avanza el niño, echa a volar;
si
avanza, vuela
dispone la escritura como en un
caligrama[ii], sugiriendo el vuelo de
la mariposa .
Actualmente, numerosos seguidores de haiku utilizan las técnicas
gráficas, aplicando muchos de ellos lo que algunos llaman foto-haiku, para construir haigas,
bien contemporáneos o como ilustración de haiku clásicos
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