SOBRE
EL HAIKU
10.- ELHAIKU URBANO
Cada vez es más frecuente
oír la expresión “haiku urbano”
entendiendo por tal aquel que se desarrolla en el medio extensamente urbanizado
de la ciudad moderna. Teniendo en cuenta que la misma forma la “naturaleza “de
gran parte del mundo contemporáneo no hay por qué desdeñar la posibilidad de
que entre hormigón y asfalto, entre los usos de la ciudad moderna, entre la
electrónica y la red, surja el satori
necesario para un buen haiku.
Probablemente si los
grandes maestros vivieran en la ciudad contemporánea escribirían haikus
relacionados con ella. Al respecto dice Vicente Haya lo siguiente: “Este subgénero no existe en Japón. Se habla
de “haiku contemporáneo” y se presupone que hay dentro de él un espacio posible
para todo lo que es actual. He oído expertos japoneses argumentando que el
coche del siglo XX es el carro del XVIII, y que por qué uno merecería entrar en
el haiku y otro no.”
Ya en el primer tercio del siglo pasado los poetas japoneses,
Seishi y Shuuooshi, practicaron los que
denominaron “Shinkoo Haiku”, es decir
haiku nuevo, que Seishi llegó a
definir como “versos con materiales
nuevos, pero profundamente concebidos”. Veamos algunos ejemplos de sus
haikus traducidos por Fernando
Rodríguez-Izquierdo:
“Rugby: un pelotón de jugadores
llega corriendo
algo retrasado”
“En el prado, en verano
las ruedas de la locomotora
al llegar se detienen”
Retumba la pistola de salida
en la dura superficie
de la piscina”
De este último dice Rodríguez –Izquierdo que hubiera asombrado a
Bashoo, añadiendo que “..ha de existir una poesía del cemento y
las competiciones deportivas como la hubo anteriormente de las balsas por el
río” refiriéndose a los haikus que
cantaban a las antiguas competiciones en balsas .
Vicente Haya, profundiza sobre el tema: “Yo creo que el asunto es si queremos conservar de nuestro mundo los
coches, los edificios, los postes eléctricos, el béisbol…, El haiku no es sólo
lo que plasma un mundo, sino que también el mundo que quieres plasmar. No es
sólo la realidad que te circunda, sino la realidad que quieres preservar. Y es
imposible que te emocione, que tengas aware por algo cuya perpetuación no
deseas.” Concluyendo: “No niego que existen “haikus urbanos” de una
gran calidad y capacidad de emoción, pero hay que tener cuidado con que no sea
un consuelo para gentes con una sensibilidad abotargada, cobardes que temen
entregarse a la
Naturaleza.”
Claro que ese es un temor
a algo que no tiene por qué ocurrir cuando se empleen la mismas
condiciones filosóficas que imperan en el haiku eterno.
Muy interesante todo lo que nos desvelas del haiku en este blog. Un saludo
ResponderEliminarMª José, no desvelo, intento transmitir algunos aaspectos de este mundo fascinante del haiku. Saludos y gracias por entrar.
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