CIRCUITO
CERRADO DE DIEGO VAYA
LA
ISLA DE SILTOLÁ. SEVILLA.2014.
Diego Vaya (Sevilla, 1980). Licenciado en Filología
Hispánica por la Universidad de Sevilla. Ha coordinado el Ciclo de Lecturas
Poéticas de la Facultad de Filología, así como varias colecciones de libros de
poesía y narrativa, editadas por el Aula de Cultura de la mencionada Facultad.
Ha colaborado con reseñas y poemas en diversos medios culturales. Participó en 9 (El Sobrehilado,
Sevilla, 2003). Ha publicado los poemarios Las
sombras del agua (Editorial Alhulia, Granada, 2005) y Un canto a ras de tierra
(La Garúa, Barcelona, 2006), con el que obtuvo el I Premio de Poesía Joven La
Garúa. Única herencia
(2008, Premio de la Universidad de Sevilla) y El libro del viento (2008, Accésit del
Premio de Poesía Adonáis). Galardonado en 2012 con el premio de novela en el
XVIII Certamen de Letras Hispánicas Universidad de Sevilla por su obra Medea en los infiernos.
En las Afinidades electivas define su poética: “Últimamente estoy muy interesado en tres aspectos del
lenguaje poético. Otra cosa muy distinta es llevarlos a la práctica con
efectividad. El primer aspecto está relacionado con el discurso dentro del
discurso: reflejar la distinción entre el fluir de la conciencia y la
escritura, entre lo que no digo y lo que llego a decir. El segundo es la exploración
de las posibilidades sintácticas. No me refiero al empleo del hipérbaton por
cuestiones de métrica o rima. Esta exploración está dirigida a ganar en
expresión poética a través del orden de sus palabras. El tercer aspecto es el
intento –al menos el intento- de elaborar un lenguaje sintético, dicho de otra
manera, un lenguaje poético que acumule significatividad y que se adapte
naturalmente a lo que quiero expresar. En este proceso intervienen neologismos
formados por la unión de dos palabras, calambures, paranomasias, elipsis o
cortes en el discurso.”
En
una declaraciones a Juan Manuel Macías dice: “…yo no creo que un
poema se construya a través de la reflexión, sino que lo fundamental es la
intuición. Preciso: la intuición
poética, que aúna asociación de ideas, ritmo, significatividad y emotividad.
Es obvio que el pensamiento está presente, pero no me parece lo que más peso
tenga en la construcción poemática. Las diferencias genéricas están ya
obsoletas, pero, por decirlo de alguna manera, un poema muestra un porcentaje
más alto de poeticidad que un ensayo. La cita que mencionas ( se refiere a la
citada anteriormente), hace referencia a que lo que me interesa es crear un
lenguaje sintético, que tenga referencias y relaciones (ocultas o visibles), y
que sin embargo suene con naturalidad y sea creíble. Toda poesía es ficción,
hasta la más biográfica, de ahí mi preocupación por que al lector no le parezca
mentira. Si hablas del dolor, y el lector te imagina sentado en un sillón y con
el calentador puesto mientras afuera hace frío, es un fracaso. Hay que escribir
desde las tripas, y si te desangras no te da tiempo a hacer una reflexión en
verso. Vuelvo a donde comencé: más que pensamiento, intuición poética.”.
Ciñéndonos a la presente obra, Circuito
cerrado, en la que lleva a buen término su programa poético cumpliendo por
tanto, sus parámetros de sintetismo e intuición, no podemos eludir acordarnos
de aquella frase del poeta argentino que
decía: “Todo poema es en sí una obra
cerrada” y así es este Circuito: una
colección de reiteraciones, un conjunto de poemas autónomos que cada uno
encierra toda la verdad poética del autor y que lo definen : Sin llegar al
hermetismo absoluto, trabaja las palabras con el mimo del joyero , buscando esa
categoría que borre lo que de subjetivismo tengan, el expresionismo de un dolor
que es la vida : “ Las pasiones han
muerto, es tiempo de adicciones, / y hay una por encima de todas las demás/ que
resume mi alma despojada de épica:/ la adicción insaciable de vivir…” , el
gozo de vivir y de perpetuarlo : “…Ah, / si la imaginación, si la memoria, si
toda esta vida/ pudiese yo –en indicativo y para siempre-/descomponer en
píxeles, agrandar lo agradable,/ seleccionar, guardar tanta alegría hasta
hacerla ese instante/ que imita a lo eterno mientras dura.”
Una
obra digna de tener en cuenta, pues marca un signo de madurez poética en un
joven poeta que ha demostrado ser una voz indiscutible en la nueva poesía sevillana.
F.Basallote
Interesante forma de ahondar en la poesía.
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