sábado, 26 de octubre de 2013

POETAS ANDALUCES EN LA MEMORIA. PEDRO PÉREZ CLOTET



POETAS ANDALUCES EN LA MEMORIA
















Pedro Pérez-Clotet

Pedro Pérez-Clotet nace en 1902, en el mismo año que Alberti, Cernuda, Manuel Halcón, Nicolás Guillén... Vio la luz en plena sierra gaditana, en un lindo pueblo blanco, Villaluenga del Rosario .  A los once años ingresó en el colegio jesuita de San Luis Gonzaga del Puerto de Santa María, donde también cursaron estudios Alberti, Juan Ramón Jiménez, Fernando Villalón y Muñoz Seca Inicia los estudios de Derecho en la Universidad Hispalense. Fue alumno de Pedro Salinas en dicha Universidad y compañero de Luis Cernuda y Joaquín Romero Murube. En 1925 llega a Madrid para hacer el doctorado. Asiste a las tertulias literarias organizadas por Juan Ramón Jiménez. Al terminar su tesis La política de Dios, de Quevedo, Pérez-Clotet dijo: «Empecé entonces a dejar de ser abogado...».

En la imprenta «Sur» de Málaga se imprime su primer libro, Signo del alba, en 1929. En ese mismo año fallece su madre y dos años más tarde su padre. En 1931 es designado alcalde de Villaluenga del Rosario. En su pueblo desarrolla una intensa actividad cultural. En 1932 crea la revista poética Isla, que es la primera de las numerosas revistas poéticas gaditanas del pasado siglo -nació en Cádiz el año 1932 y murió en Jerez en 1940-. Isla es uno de los órganos de expresión de mayor alcance literario y proyección social de los nacidos en la provincia de Cádiz. Entre sus colaboradores se encuentran: Aleixandre, Prados, Villalón, Miguel Hernández, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Carrasco, Dionisio Ridruejo, Pemán, Luis Rosales, Muñoz Rojas, Carmen Conde, Adriano del Valle...  

Al inicio de la guerra civil se fuga del pueblo ante el temor de una detención inmediata y marcha a Jerez, donde permanece hasta el año 1940. En Jerez se dedica plenamente a leer y escribir. Posteriormente se marcha a vivir a Ronda.
Pérez-Clotet se mostró en Signo del alba, como un auténtico poeta. En Trasluz, su lenguaje poético es aún más expresivo. El joven Miguel Hernández escribía en El Diario de Cádiz: «Para alternarlo con San Juan y Fray Luis sin inconveniente. Es el tiempo de las voces pacíficas, por serenas. Trasluz, creedlo me ha faltado: bello excesivo. Desnudo adánico como Eva. Adán, siendo poeta, hubiese hecho un libro así ante la sencillez y graciosidad pura de sus primeros ojos». En 1935 publicó A la sombra de mi vida, donde hay intensos y bellos poemas y donde se supera el surrealismo y aparece el intimismo simbólico. Posteriormente publica Invocaciones, A orillas del silencio, Presencia fiel, Soledades en vuelo, Noche del hombre, Mensajes y Como un sueño. En prosa, publicó La sierra de Cádiz en la literatura, Tiempo literario (I), Tiempo literario (II), Algunas notas sobre la Andalucía del Padre Coloma, Romances de la Sierra de Cádiz y Bajo la voz amiga. Pedro Pérez-Clotet muere en Ronda, en 1966.

Póstumamente se editó Primer adiós (Cádiz, 1974). Como inéditos quedaron dos títulos: Paisajes de ida y vuelta y Viento de montaña.



Más allá del amor

Si en el amor la noche nos abrasa,
no es del amor el límite tan sólo
la profunda tiniebla. Dulce pluma
también le brinda el pálpito inefable
del misterio remoto, en voz, caricia.
Pluma o trémula llama que nos funde
con la pasión ardiente -¡oh puro fuego!-
de tantas altas noches inmoladas
noches del alma claras, trascendidas.
Nunca el amor, hoguera de la noche,
que en las divinas luces se contempla,
mas soledad nocturna de los hombres.
Nunca el amor, si el hombre sabe amarlo,
luz de nieves más tristes y fugaces.
Cuando en las noches negras desvalidas.




NOCHE TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):

Negro silencio. No temas
 que esta noche se te escape
 de las manos, alma, esta
 eterna noche del mundo

Como un ave se ha posado
 en el pretil de tus ojos.

Como una fugaz violeta
 de negrura se ha enredado
 a tus manos, palpitante.

No se siente ni el halago
 de la nieve en el sendero.

Ni se adivina la espada
 desvelada de la estrella.

Ni se vislumbra el brillante
 girón del cielo en el río.

Ni siquiera sueña el agua
 sus altos sueños de espuma.

El duro cielo no tiene
 esos vivos horizontes
 verdes, amarillos, granas,
 de las noches del estío,
 carruseles de los ojos.

El cielo está quieto y mudo.
 Perdido en la munda tierra

Abraza bien, alma mía,
 la hogaza de esta gran noche,
 eterna noche del mundo.

Esta noche fugitiva,
 que se ha posado en tus ojos. NOCHE TOTAL de su libro TRASLUZ (1933):


Negro silencio. No temas
 que esta noche se te escape
 de las manos, alma, esta
 eterna noche del mundo

Como un ave se ha posado
 en el pretil de tus ojos.

Como una fugaz violeta
 de negrura se ha enredado
 a tus manos, palpitante.

No se siente ni el halago
 de la nieve en el sendero.

Ni se adivina la espada
 desvelada de la estrella.

Ni se vislumbra el brillante
 girón del cielo en el río.

Ni siquiera sueña el agua
 sus altos sueños de espuma.

El duro cielo no tiene
 esos vivos horizontes
 verdes, amarillos, granas,
 de las noches del estío,
 carruseles de los ojos.

El cielo está quieto y mudo.
 Perdido en la munda tierra

Abraza bien, alma mía,
 la hogaza de esta gran noche,
 eterna noche del mundo.

Esta noche fugitiva,
 que se ha posado en tus ojos.

1 comentario:

  1. Para alternarlo con S.Juan y Fray Luis,sin inconveniente.Como dijera M.Hernández-

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